Aviso: trío.
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Deambulabas por las calles pensando en qué podías hacer con tu vida para que tus padres dejaran de molestar diciendo que siempre estabas en la casa sin hacer nada.
No sentías la necesidad de salir a "socializar", como decían tus padres. Con los amigos que te quedaban de la escuela, y ahora los que tenías en la universidad, te eran más que suficientes.
Amigos te sobraban, tus padres solo buscaban una excusa para que no te la pasarás en la casa y salieras en tus tiempos libres, ya que tampoco te gustaba salir mucho de tú cuarto.
Caminabas con la mirada al frente, mostrando al mundo una expresión de hastío que era más que clara.
Pero suavizaste la expresión cuando por tus ojos cruzó el letrero de una tienda de mascotas, volteaste la cabeza a tu derecha encontrándote con un panfleto pegado a la entrada de aquella, pequeña y casi imperceptible, tienda.
Se necesitan voluntarios que quieran ayudar a cuidar a las mascotas...
Fue lo único que alcanzaste a leer antes de entrar de manera atropellada a la tienda.
- ¡¡Estoy interesada en el trabajo!!.- dijiste precipitada creyendo que muchas personas estarían dentro.
Fue un error, solo habían dos hombres jóvenes dentro, y no parecían voluntarios que buscarán ser contratados. A juzgar por los delantales, parecía que ellos ya trabajaban ahí.
Uno de ellos estaba tras el mostrador con sus dos iris clavadas en ti, era pelinegro de ojos zafiro y piel blanca pálida. Él otro se encontraba sentado con un pie sobre el taburete alto de madera y el antebrazo sobre su rodilla, te daba la espalda mientras te miraba de reojo con sus amarillas cuencas.
Justo ahora dos miradas intensas te observaban, aunque, las órbitas amarillentas parecían más intimidantes que los afables luceros azul cielo del pelinegro. Los dos se veían extrañados por el grito que habías pegado al entrar.
Pasaste saliva por tu garganta sintiendo tus pómulos enrojecer de vergüenza, bajaste la cabeza suplicando que la tierra te tragará por tu imprudencia, ni siquiera diste las buenas tardes.
Pensarán que soy una maleducada. Pensaste.
- No estamos ofreciendo un puesto de trabajo.- te informó él de hebras oscuras con mechones amarillos, tenía una expresión gélida que te dejaba inmóvil.
- Pero...- estiraste el dedo poco a poco señalando a la entrada.- ahí dice que buscan voluntarios para ayudar a cuidar a las mascotas.- diste una sutil sonrisa con las cejas inclinadas reflejando timidez.
- De manera altruista sin esperar un sueldo.- volteó el cuerpo en tu dirección para dejar de darte la espalda. Metió sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, provocando que su pecho se expandiera dándole un aire más imponente.- ¿Leíste bien el anuncio?.- interrogó levantando el mentón con altanería.
- Yo...- te maldijiste mentalmente por no haber terminado de leer el cartel, y la intimidación de aquel muchacho no te ayudaba a controlar los nervios. Pero, en un arranque de rebeldía levantaste el mentón buscando darle frente a ese chico.- De todas formas estoy interesada en...- detuviste tus palabras cuando sentiste que no podías sostenerle la mirada.- ...En el puesto.- tu voz se volvió aguda, te encogiste en tu lugar volviendo a bajar la cabeza con pena, jugaste con tus dedos intentando distraerte y no salir corriendo de allí.
- Disculpa la actitud de mi compañero.- finalmente él pelinegro, quien se mantenía al margen tras el mostrador, intervino en la escena antes de que su compañero te ahuyentará.- Soy Chifuyu Matsuno, dueño de la tienda, un gusto.- salió del mostrador para quedar frente a ti y presentarse cordialmente extendiendo su mano para que la tomarás.- Mi malhumorado compañero es Kazutora Hanemiya, espero no te haya incomodado.- expresó con amabilidad haciendo ademán de restar importancia.
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ONE SHOTS [Tokyo Revengers] 🔞
FanfictionAdvertencia: _ Son one shots +18 si eres sensible con este contenido no entres y mantener discreción, gracias. _ Los personajes son del anime-manga Tokyo revengers, le pertenecen a Ken Wakui. _ Las imágenes que aparecerán no son de mi pertenencia, c...