Besé la frente de Alp y luego hice lo mismo con Kiraz, me recosté en la puerta de su habitación para verlos dormir por unos instantes mientras paso la mano sobre mi estómago abultado de casi seis meses, pronto habría que hacer espacio para uno más.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, las hormonas haciendo de las suyas conmigo al pensar en que tendría a un nuevo pequeño o pequeña para consentir, está vez había sido muy clara con mi esposo, no sabríamos el sexo hasta el nacimiento.
Sorpresivamente, Serkan no discutió, tenía la sospecha de que iba a usar esa moneda de cambio en un futuro, aunque no imaginé que sería tan pronto.
Dejé la puerta entreabierta antes de salir y bajar las escaleras, eran casi las nueve de la noche, no tarde para nosotros, pero estaba cansada y no quería ir a la cama sola, era más fácil dormir cómoda cuando Serkan me sostenía, nuestro nuevo retoño parecía calmarse cuando sentía el calor de su padre.
Encontré a Serkan sentado frente a su laptop en la isla de nuestra cocina, me vio a penas me acerque y sonrió, esa hermosa sonrisa que me decía que no importaban los casi ocho años que tenemos juntos, mi corazón siempre latirá con frenesí al verlo sonreírme.
Me recosté en su hombro aprovechando la altura del taburete donde estaba sentado, de inmediato me rodeó con un brazo dejando su mano descansar sobre nuestro bebé.
-¿Estás bien?. - preguntó por costumbre, aunque tenía que admitir que con los años se había calmado un poco, seguía siendo un hipocondríaco.
-Lo estoy, los niños ya se durmieron, ¿Vamos a la cama?. - Serkan besó mi frente antes de responder.
-Ve, dame un momento, estoy resolviendo algo. - dijo.
-Serkan Bolat, ¿Estás trabajando?. - alcé mi cabeza para fruncirle el ceño, teníamos la regla de nada de trabajo en casa a menos que fuese algo importante y sabía que en estos momentos no tenían nada urgente que hacer.
-No Eda Yildiz Bolat, estoy esperando un mensaje de nuestro doctor. - rodé los ojos, usaba el "nuestro" como si también estuviese embarazado.
-No me digas que sigues acosándolo, Serkan, quedamos que ya no harías eso. - lo regañé.
-No estoy acosando a nadie. - lo miré con duda. - Reserve una habitación en el hospital y quedó en confirmarme. - dijo por fin.
-Hay tantas cosas que necesito saber, en primer lugar por qué necesitas una habitación en el hospital, en segundo por qué tan tarde y tercero por qué estás reservando una habitación. - pregunté, mi tono haciéndose más fuerte a mediada que las palabras eran pronunciadas.
-La primera y la tercera son la misma pregunta. - debió ver algo en mi rostro, porque continuó de prisa. - La habitación es para ti, necesitas un buen lugar para descansar después del parto y a esta hora porque está en el hospital atendiendo una emergencia. -
-No necesito una habitación, ni siquiera tenemos fecha para el parto, aún faltan tres meses Serkan. - mi esposo era un exagerado, pero esto...
-Claro que necesitas una habitación, no quiero compartir con nadie y estarás más cómoda, mientras más rápido tomemos previsiones mejor, solo quiero que todo esté en orden para cuando llegue el momento. - explicó, seguro que en su cabeza tenía lógica, pero había un detalle no tan pequeño.
-Pero voy a dar a luz aquí, ¿Recuerdas a la señora Pembe?, ya la llamé, quiero hacer lo que no pudimos con Alp. - ni siquiera había terminado de hablar y Serkan ya estaba negando con la cabeza furiosamente.
-De ninguna manera Eda, imposible, no lo harás, no funcionó la primera vez y tampoco estaba de acuerdo con eso, no hay manera de que eso suceda. - negó rotundamente, él es terco, pero yo lo soy más.
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One Shots EdSer
أدب الهواةSerkan y Eda Yildiz Bolat cumplieron sus sueños, están casados y tienen dos hijos... Estos son pequeños momentos de la familia más hermosa de diziland.