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—YoonGi, ¿qué hay de la fecha de nuestro compromiso?

YoonGi observaba fijamente, cómo el humano perseguía una yzare o mariposa, como le decían en su mundo, con la diferencia de que estas superaban cinco veces su tamaño, y escupian ácido.

—¿Qué demonios cree que está haciendo? —Se preguntó YoonGi a sí mismo, sintiéndose un poco divertido.

El yzare escupió en el pie del contrario, y YoonGi no pudo evitar reír ante la situación.

—Es un idiota. —Murmuró entre risas.

—¿Por qué no volteas a verme cuando te estoy hablando?

YoonGi giró su rostro en dirección a su prometido, su sonrisa desapareciendo por completo.

—¿Hace mucho que llegaste?

—Lo suficiente para sentirme ofendido por haberme ignorado.

—No te ignoré. No me percaté de tu presencia, que es diferente.

—Eso es lo que veo. Tu atención estaba totalmente sobre ese humano insignificante, dime, ¿qué tiene de divertido mirarlo?

—Solo para aclarar algo, Jin, ninguna especie es insignificante. Todas son importantes.

—¿Desde cuando cambió tu perspectiva hacia los humanos? ¿No los odiaba acaso?

—¿Vas a decirme el motivo de tu visita repentina? ¿O seguirás quejandote por cosas sin sentido?

—No son cosas sin relevancia.

—Te escucho. —Dijo YoonGi cruzandose de brazos.

Taehyung dejó de sobarse el pie, y miró en dirección a la pareja. Tenía que admitirlo, el otro tipo era guapo... Y su prometido. Taehyung hizo una mueca de disgusto, sabía que no tenía motivos para sentirse celoso, pero por más que lo intentará no podía evitarlo; se había enamorado del enano con poderes místicos. Observó a YoonGi, quien se veía sumergido en la conversación con su prometido. El tipo lo miró a los ojos y frunció el ceño, antes de dirigirse al lado contrario. Dudando, se acercó a YoonGi, quien, al mirarlo, cambió su expresión afligida por una totalmente seria.

—¿Sucede algo? ¿Ya terminaste de jugar con las especies más peligrosas del planeta?

—Debiste decirme. Ahora no tengo un zapato. —Dijo Taehyung, señalando el zapato en cuestión.

—Deberías estar contento de que aun conservas tus extremidades intactas.

—YoonGi.

—Dime. —Respondió, ya sin importarle los honoríficos, estaba acostumbrado a la educación escasa del chico.

—¿Por qué tu y tu prometido no se dan besos?

—¿Besos? —Preguntó YoonGi con confusión.

—Si, ya sabes, besarlo, ¿juntar sus labios?

—¿Por qué haríamos algo como eso?

—Porque son cosas que hacen las parejas, besarse y tener relaciones sexuales.

El cerebro de YoonGi pareció hacer clic en ese momento, antes de que su boca se abriera ampliamente.

—¿Te refieres a esos actos inmundos que realizan los humanos, en donde comparten fluidos corporales?

—Bueno, si, suena un poco asqueroso si lo dices de ese modo pero...

—Eso esta totalmente prohibido en nuestro mundo.

—¿Por qué?

—¿Tienes idea de la cantidad de virus y bacterias que se producen?, las enfermedades y como la boca es el principal medio de transmisión de estas.

—¿Y esa regla la estableciste tu?

—Por supuesto que no. En realidad, la mayoría no tiene conocimiento de aquellas costumbres que realizan en su mundo. Si no fuera por mis investigaciones, y viajes a otros mundos, yo tampoco tendría la menor idea de ello.

—¿Entonces, tu jamás has besado a nadie?

—¿No me escuchaste acaso?

—¿Y no quieres intentarlo?

Antes de que YoonGi pudiesen responder que no, sintió las manos del humano sobre sus mejillas, antes de que algo suave y húmedo se posara  sobre sus labios. Cerró los ojos y se dejó llevar por unos momentos, los cuales parecieron eternos.

Mundo desconocido ||Taegi||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora