Almohadas y confesiones

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El viernes por la tarde alguien tocó el timbre de mi casa y la esperanza me invadió ¿Acaso sería Catra? Baje corriendo las escaleras, provocando que casi me cayera al llegar al último escalón. Al abrir la puerta me encontré de frente con mis amigas.

—Hola —las salude intentando ocultar mi decepción al ver que no se trataba de la persona que yo esperaba.

Aunque al parecer no me salió muy bien porque Mermista me dijo con evidente sarcasmo:

—Nosotras también estamos felices de verte querida Adora.

Solté un suspiro, me sentí idiota por mi actitud, ellas no tenían la culpa de nada.

—Lo siento, solo no estoy de humor —dije con sinceridad.

De repente caí en cuenta de algo, traían sus mochilas y otras cosas como juegos de mesa, bolsas de compras e incluso un par de cajas de pizza.

—Por eso venimos a hacer una pijamada para subirte el ánimo —dijo Glimmer animadamente.

Sin esperar una respuesta de mi parte entraron y cerraron la puerta. El grupo se dispersó con rapidez cada una puesta en una tarea diferente.

—Creo que deberíamos usar la sala —le explicó Netossa a Perfuma—, si quitamos la mesita podemos poner el tablero de Twister por allá.

—Adora ¿Dónde están los tazones? —Exclamó Spinny desde la cocina—. Necesito unos cuantos para todo este botín de botanas.

Cuando regresé a la sala después de ayudar a Spinnerella con la comida Glimmer y Mermista venían de regreso de la planta alta con básicamente todas las almohadas y cojines de la casa.

—¿Qué hacen con todo eso? No creo que a mis padres les vaya a gustar que usemos todo eso.—En realidad lo decía más por mi madre, pero ese no es el punto.

—Oh no te preocupes ellos no van a volver esta noche —dijo Glimmer sin darle importancia.

—¿Cómo qué no? —pregunté alarmada.

Glimmer rio un poco por mi reacción.

—Tranquila —dijo mientras ponía los cojines en el suelo formando un circulo—, yo les conté de nuestro plan y ellos dijeron que nos dejarían solos en tu casa para que estuviéramos más cómodas.

Glimmer miró la sala y yo hice lo mismo. Todo estaba listo para pasar una divertida noche y así fue.

Incluso si antes de su llegada lo único que quería era ver una película triste y comer helado las chicas lograron que me olvidara de cierta castaña de ojos bicolores. Jugamos varios juegos de mesa, comimos comida chatarra y también hablamos de muchos recuerdos graciosos y divertidos de nuestros años de amistad.

Estábamos sentadas en suelo y cómo a veces suele pasar sin saber cómo cambiamos de tema, llegando a uno de los típicos del que suelen hablar los adolescentes con sus amigos: Enamoramientos.

—Entonces prima ¿Cuándo vas a admitir que te gusta Scorpia? —molestó Mermista a Perfuma.

No sabía que a Perfuma le gustaban las mujeres, pero incluso si reprobé ese tipo de conducta en mí, verlo en mi amiga no me acusó ningún tipo de rechazo.

—Cuando tú admitas que te gusta Sea Hawk —dijo Perfuma en un intento de defenderse, que sin duda no salió como ella esperaba.

—¿Cuándo lo he negado? Es verdad me gusta Sea Hawk, a ti Scorpia, Glimmer está con Bow y estoy segura que Spinny y Netossa van a terminar siendo novias —dijo Mermista con total seguridad.

Las mejores amigas voltearon en direcciones opuestas totalmente sonrojadas. Glimmer permaneció tranquila y Perfuma siguió discutiendo con Mermista.

Por un momento agradecí al cielo haber ser excluida de la conversación, pero entonces Mermista dejó de pelear con su prima y me miró llena de curiosidad antes de preguntar:

—¿Qué hay de ti Adora? ¿Quién te gusta?

Tragué saliva con fuerza, todas las miradas se dirigieron a mí y sentí una gota de sudor resbalar por mi cuello.

—Ignora la pregunta de Mermista, está bien sino quieres respondernos Adora —dijo Spinnerella totalmente comprensiva como siempre.

Pero una parte de mí, por alguna razón desconocida quería ser honesta con mis amigas.

—Me gusta Catra Weaver.

Solo salió de mi boca, así como las pequeñas lágrimas que adornaban mis ojos. Y así salí del closet, sin saber siquiera que significaba aquello. Sin duda no me arrepiento pues ellas supieron consolar mi mente confundida.

Rápidamente Glimmer se levantó para agacharse y envolverme en un abrazo.

—Todo está bien Adora —dijo dejando un beso en lo alto de mi cabeza.

Respiré y dejé de llorar, al parecer eran lágrimas de alegría y no de tristeza.

—Está bien si te gustan las chicas, entiendo totalmente ese sentimiento —la confortó Perfuma.

—No te puedo culpar Adora, esa chica es realmente linda —dijo Mermista ganándose un golpecito de Netossa—. Pero fuera de broma, estoy feliz de que nos hayas dicho.

—Fue liberador decirles la verdad —me sentía realmente relajada, tanto como para preguntarles— ¿Se esperaban esa respuesta?

Una risa ligeramente nerviosa se escapó de mis labios.

—Para mí fue una sorpresa, por un momento llegué a pensar que te gustaba tu amigo —dijo Netossa deteniéndose a pensar por un momento—, como se llamaba...

—Roy —completó Spinny—, yo también pensé que te gustaba él.

Oh. Ese era otro asunto que quizás debía comentar con alguien.

—Si bueno, él no me gusta, pero resulta que yo si le gustó a él —les explique.

—Oh —sonó casi al unísono.

—Creo que enserio necesito un consejo sobre cómo manejar esa situación —les dije.

Aquella noche hablamos muchísimo y es un momento que recuerdo aun con el paso de los años con una sonrisa por toda la confianza que tuvimos entre nosotras.

Poder decirle a mis amigas sobre mi enamoramiento hacia Catra hizo que todo se sintiera más real. Me sentí más libre por poder expresar mis sentimientos, al punto de hacer algo que no tenía planeado hacer, algo que no creía hacer jamás.


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Sé que ya es domingo, pero supongo que mejor tarde que nunca para subir el capítulo de la semana. 

Por cierto, quedan cuatro capitulos antes del final.


Recuerdos de un primer amor [Catradora AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora