Acercarse

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Después de lo que pasó en el laboratorio las cosas cambiaron notablemente. Catra estaba cerca de mí más seguido, fue algo que sucedió gradualmente, pero que no pasó desapercibido para mis amigos.

—¿Desde cuando eres tan cercana a Catra Weaver? —preguntó curioso Bow durante un receso.

Todos los ojos se posaron en mí, esperando mi respuesta o algún gesto que me delatara. Bien sabía que no podía admitir que desde que compartíamos un secreto opté por otra respuesta que tampoco era mentira.

—Desde que estamos en el mismo equipo —Nadie parecía convencido con mi respuesta así que decidí agregar algo más—. Además me recomendó una serie, le gusta mucho hablar de ella.

Eso fue suficiente para que olvidaran el tema por un par de semanas. Otra cosa fue que además de las sonrisas y la imperiosa necesidad de tocar mi brazo cada vez que me hablaba, Catra había adquirió un nuevo hábito.

La primera vez que lo hizo me tomó por sorpresa. Yo estaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas. Estamos organizando una exposición que tendríamos que presentar en equipo para la clase de historia.

—Entonces creo que lo mejor sería que Catra hiciera la presentación y la introducción del tema —nos decía Scorpia.

Casi como si la hubieran invocado Catra apareció y se sentó sobre mis piernas.

—Creo que es una buena idea Scor —apoyó la susodicha.

Sin demora se acomodó buscando la posición más cómoda para ella, descansando su cuerpo suavemente contra mi pecho. Mi reacción simplemente fue quedarme sin palabras.

Estaba nerviosa, no sabía dónde poner mis manos ¿Sobre sus piernas? ¿Alrededor de su cintura? ¿En mis rodilla? Al final terminé apoyándolas en el piso a cada lado de mí.

Entonces caí en cuenta de algo, las chicas del equipo nos miraban con curiosidad, excepto Scorpia ella nos miraba con cierto desagrado. Yo solo tragué saliva y preferí mirar la espalda de Catra por el resto de la conversación.

Mientras hablaban de la exposición y participaba solo cuando me mencionaban, no paraba de pensar en la chica sentada sobre mí.

Más de un suspiro salió de mis labios y mi mente estaba demasiado inquieta. Deben entender que jamás me había enamorado en mi vida, eso y la negación de que pudiera gustarme una chica me hacían sufrir en silencio.

Me agradaba su cercanía física eso sin duda y hablar con ella me hacía sumamente feliz, pero fue difícil y me tomó bastante tiempo y varias decepciones, aceptar que realmente estaba enamorada de Catra.

Casi en el único momento del día en el que dejaba de pensar en ella era cuando practicaba fútbol, incluso con ella ahí presente mi mente se centraba en dar lo mejor de mí. Sobre todo porque nuestro primer partido estaba a la vuelta de la esquina.

—Vamos Adora, es hora de comenzar —me dijo Glimmer animadamente aquel sábado por la mañana.

Era el primer partido de la liga intercolegial y nos tocó ser la sede. Ni siquiera sabía si jugaría, después de todo era nueva en el equipo. Estaba a punto de entrar a la cancha cuando alguien me jaló del brazo.

—Suerte, aunque no la necesitas seguro lo harás increíble Adora —me dijo Catra abrazándome fuertemente borrando mis nervios al instante.

Siendo sincera me asustaba el poder que tenía la chica de ojos bicolor en mí.

—Gracias —dije a duras penas con un nudo en mi garganta impidiéndome hablar.

Ella solo me sonrió sinceramente y sentí que todo estaría bien.

Y como si esa sonrisa fuera un amuleto de la suerte la tranquilidad y la concentración se hicieron presentes en mí.

Tuve que esperar hasta el segundo tiempo para poder entrar a la cancha, para ese entonces estábamos empatadas con el otro equipo lo cual volvía todo más tenso entre las integrantes de nuestro equipo.

Puse toda mi pasión y empeño para poder anotar un gol. Ganándome los choques de palmas de mis compañeras y algunas miradas intensas de parte de las chicas del equipo contrario. Yo simplemente no pude sentirme más feliz.

Mire a mi padre en las gradas completamente emocionado. Mi madre no había venido, excusándose con que tenía que trabajar. Sabía que su ausencia solo era prueba de que no me apoyaba en esto.

Inmediatamente después y sin pensarlo mucho la busco entre la gente. Cuando nuestras miradas se encuentran ella me sonríe y levanta ambos pulgares.

Además de ese note anotar otro gol durante el partido. Al final gracias al esfuerzo de todas ganamos. Cuando termino el partido todas nos abrazamos y el entrenador nos felicitó entusiastamente.

Al salir de la cancha y buscar a mi papá me sorprendí totalmente a encontrarlo con Catra.

—¡Hija! —Exclamó mi papá al verme llegar— ¡Lo hiciste increíble!

—Gracias papá —le dije con una sonrisa de orgullo, tal como la que él tenía en el rostro.

—Adora, lo hiciste genial. Fue un muy buen partido gracias a ti —me felicitó Catra, luego se dirigió a mi papá—. Tiene una hija que es buena para todo señor Grayskull.

La sonrisa de mi papá no hizo más que crecer. No hay mejor manera de ganarse a un padre que a través de sus hijos.

—Así es Catra, aunque parece que tus padres también hicieron un buen trabajo contigo —dijo mi padre amablemente.

—Hablando de mis padres, debo ir a verlos cuanto antes —explicó mi compañera—. Fue un gusto conocerlo señor.

—Igualmente Catra —le dijo mi padre con sinceridad.

¿De qué habrían hablado para decir que fue un gusto conocerse? Jamás lo supe, no me atreví a preguntarle a ninguno de los dos.

Antes de irse Catra me abrazó, me sorprendió ya que obviamente estaba sudada debió a la actividad física, pero a ella no parecía importarle.

—Eres la chica más genial que he conocido Adora Grayskull, enserio lo eres —susurró a mi oído.

Claro que un elogio puede hacerte sentir bien, pero cuando venían de Catra cualquier nimiedad era sencillamente motivo para sonreír por horas o incluso días.

Emocionada por sus palabras y por el hecho de que había conocido a mi padre pensé muchas cosas con rapidez.

Creí que el presentarse a sí misma a mi padre era una muestra de interés hacia mí por parte de Catra. Resultó ser que solo era Catra siendo Catra, encantando a todo el mundo con su deslumbrante personalidad.

—Tu amiga es muy agradable —me dijo mi padre con una sonrisa mientras nos dirigíamos a casa en el coche—, deberías invitarla a comer a nuestra casa algún día.

—Quizás —le respondí para no desanimarlo, realmente quería ordenar mis sentimientos hacia Catra antes de hacer algo tan personal como aquello.

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Buenas noches, bueno aquí en México es de noche supongo que en el resto de Latinoamérica también. Un capítulo más de esta historia que me está encantando y más sabiendo todo lo que aún falta. Espero les haya gustado.

Recuerdos de un primer amor [Catradora AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora