Un ciclo -Parte final-

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Estoy estudiando para mi examen de admisión a la universidad como hago cada tarde desde que empecé el sexto semestre de la preparatoria, pero sobre todo ahora que falta menos de una semana para el examen.

Roy y yo hemos estado estudiando juntos, ya que entraremos a la misma universidad, pero hoy se ausentó. Mi amigo está en una cita doble con una chica, una amiga de ella y Bow. Sonrió al pensar en ello, estoy feliz por ambos chicos y el hecho de no cerrarse al amor.

Mientras tanto yo siento que hago malabares entre estudiar, jugar en el equipo de futbol de la preparatoria, pasar tiempo con mis padres, con quienes había mejorado mi relación, y pasar tiempo con mis amigos, pero mantenerme ocupada me gusta de cierta forma.

Es entonces cuando mi teléfono suena y sonrío al contestar.

—Hola rubia —le digo animadamente a mi amiga.

—Hola rubia —me responde ella de la misma manera—, ¿Qué haces?

—Estudiando —le digo aprovechando el momento para pararme y estirarme un poco.

—Porque no me sorprende —dice Perfuma divertida—, pero bueno. Ahora debes dejar de estudiar y ayudar a tu amiga con algo súper importante.

Con el tiempo había descubierto lo feliz que me hacía poder ayudar a otros, en especial a las personas cercanas a mí.

—Dime ¿En qué puedo ayudarte?

—Scorpia viene a la ciudad —chilla emocionada.

—Wow —es lo primero que atino a decir—. Debes estar realmente feliz.

—Claro que lo estoy, por fin veré a mi novia después de tanto tiempo. —La alegría en su voz era notoria.

Scorpia y Perfuma se habían confesado su sentimientos durante nuestra celebración de graduación en la pizzería, y sin más tiempo que perder se habían vuelto novias en ese mismo momento. Para mala suerte de ambas la familia de Scorpia se había mudado a otro país por el trabajo de una de sus madres y nuestra alta amiga rara vez podía venir de visita. Aun así tenían una algo complicada, pero no por eso menos linda y amorosa, relación a distancia.

—¿Entonces qué necesitas de mí? —le pregunto emocionada por poder ayudarlas.

—¿Podrías llevarme? —me pide amablemente—. Se está quedando en casa de su tía, al otro lado de la ciudad y acordamos vernos en una cafetería cerca de ahí. Sea Hawk iba a llevarme, pero Mermista y él consiguieron boletos de última hora para un concierto al que tenían muchas ganas de ir.

—Claro que sí —le respondo sin dudar. Tengo licencia de conducir de menor, pero servirá. Además papá me dejaba manejar con frecuencia y no le importaría que me llevara el auto por un rato—. Paso por ti, en quince minutos.

—Gracias, gracias, gracias Adora. Vales oro —me dice más que feliz—. Nos vemos en un rato.

Busco a Perfuma en su casa sin ningún contratiempo. Durante el camino a la cafetería una gran alegría me llenaba al ver a mi amiga tan feliz, con su ramo de flores entre las manos y una gran sonrisa en el rostro.

Al llegar y entrar a la cafetería no fue difícil encontrar a Scorpia. Rápidamente mis amigas se abrazaron y cuando se separaron Perfuma no tardó en juntar sus labios con los de Scorpia en un prolongado beso. Después de mirarse fijamente con mucho amor como si el mundo a su alrededor no existiera Scorpia se dirige a mí y me da un gran abrazo.

—Oye, sigues siendo tan buena abrazadora como antes. Creo que incluso eres mejor. —La elogio.

Ella ríe feliz.

Recuerdos de un primer amor [Catradora AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora