Recuerdos de un primer amor [Catradora AU]

Catra y Entrapta

Después de que Scorpia, Glimmer y yo estuvimos en los vestidores arreglándonos un poco y dejando nuestras cosas en nuestros casilleros por fin nos fuimos a la plaza.

Durante el camino Catra tenía toda su atención en Entrapta, y yo odiaba sentirme celosa al respecto.

Eran sólo amigas, pero ¿Y si eran algo más? Me preguntaba a mí misma. Aun si lo eran no era asunto mío, así que intenté poner mi atención en cualquier otra cosa.

Fue entonces cuando empecé a hablar con Scorpia descubriendo que coincidimos en algunos gustos. Aún a día de hoy no sé si Catra nos estaba viendo con cara de molestia a cada rato o solo era mi imaginación.

—¿Y bueno qué quieren hacer? —preguntó Catra animadamente al grupo cuando llegamos.

Por decisión casi unánime terminamos yendo a la pista de patinaje. Cada uno rentó sus patines y nos sentamos a ponérnoslos, excepto Catra y Entrapta.

Mi querida castaña se tomó la molestia de ayudar a Entrapta con sus patines mientras se regalaban sonrisas y charlaba amenamente.

¿Acaso Entrapta no podía ponerse sus patines ella misma? Era una estupidez, pero aquella situación me enojaba. La verdad era que quería ser yo a quien Catra ayudara a ponerse los patines.

Cuando por fin entramos al hielo el grupo se dispersó con rapidez:

Bow y Glimmer iban de un lado al otro, agarrados de la mano.

Perfuma y Scorpia patinaban muy cerca la una de la otra.

Mermista y Netossa competían en una carrera mientras Spinnerella las esperaba en la que había sido marcada como la línea de meta.

Por su parte Entrapta y Catra seguían en lo suyo.

Y luego estaba yo, intentando no caerme mientras intentaba avanzar.

Mi solitaria agonía solo duró un rato, pues Bow se fue con Scorpia y Perfuma a charlar. Glimmer por su parte se acercó a dónde yo estaba.

Glimmer tomó mis manos entre las suyas y me guio al centro de la pista.

—Da dos pasos hacia delante y deja que tu cuerpo se deslice por sí mismo —me dijo mi mejor amiga pacientemente.

Ella patinaba de espaldas, viéndome a mí, aún sin soltar mis manos. Poco a poco pude avanzar y Glimmer me soltó para que pudiera hacerlo libremente.

Estaba lejos de ella cuando sentí que perdía la estabilidad y que me iba a caer. Sin embargo ese momento nunca llegó pues sentí unas manos en mi cintura agarrándome firmemente.

—Hey Adora —dijo Catra con una sonrisa divertida—, con cuidado no queremos que se lastime la mejor jugadora del equipo de fútbol de la escuela.

Aún con el susto que me había dado yo estaba decidida a rechazar sus halagos.

—No creo que a Scorpia y a Glimmer les haga mucha gracia lo que dices —dije en todo serio.

—Wow, además de la mejor jugadora eres modesta, linda e inteligente. —Catra y sus malditos halagos era algo que me mataba—. Eres todo lo que alguien podría desear.

Aun después del tiempo que había pasado Catra no movía sus manos de lugar.

—Ya puedes soltarme —dije con un tono más tímido del que hubiese deseado usar en ese momento.

—Me preocupo por ti —dijo sonriéndome dulcemente.

No pude simplemente quedarme parada ahí así que seguí intentando patinar Catra ayudándome con pequeños consejos y cuidando que no me cayera.

Quisiera decir que no lo disfrute, que sus atenciones no fueron lo mejor de ese día, incluso por encima de la victoria en el partido.

Y sí, me dije eso en aquel momento, por el miedo que sentía de estar enamorada de ella y por mi estúpido plan de alejarme.

Siempre me preguntó cómo hubiera sido sino hubiera intentado alejarme.

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Publico esto desde mi universidad, bendito internet gratis, pero ya déjenme ir a mi casa.