-Prólogo-

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MIA

Un ardor recorría toda la piel de mi cuerpo. No pude evitar soltar un grito de dolor justo cuando la cuchilla acarició mi piel. Gotas color carmesí caían por mi brazo y manchaban la carta que había escrito antes de todo aquello.

-¡Mia! ¡No lo hagas! Escucha, estoy contigo, todo va a ir bien... Abre la puerta...

Podía escuchar como Adam me gritaba que parara, pero ya era muy tarde, no pude más y caí al suelo inconsciente. Durante unos instantes pude sentir que era lo que estaba pasando a mí alrededor. Adam gritaba cada vez más fuerte, y cuando se dio cuenta de que yo no contestaba, paró de intentar abrir la puerta y se alejó de donde estaba. Unos minutos más tarde, algo rompía la puerta y dos personas cogían mi cuerpo cuidadosamente. No tardaron en llevarme a la ambulancia. No puedo recordar nada más, lo único que se me ha quedado grabado en la mente es la imagen de Adam lleno de lágrimas, pegando puñetazos a la pared, sintiéndose culpable por lo que acababa de ocurrir. Arrugaba con fuerza mi carta, en la que le decía lo mucho que lo quería, que no era su culpa, que tenía que seguir sin mi compañía, y que nos volveríamos a ver. Pero él se seguía sintiendo culpable por algo que no podría haber evitado por mucho que lo hubiera intentado. Yo ya no quería seguir viviendo así.

Mariposas (Parte 1) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora