Mariposas (Parte 1) ✅

-Capítulo 3-

ADAM

Al abrir la puerta de mi casa noto como una ráfaga de aire me pega en la cara. No tengo ganas de hacer nada así que me pongo a escuchar música en Spotify. Es lo único que siempre me apetece. Escucho la canción Hold On, llorando, tumbado en mi sofá, esperando que algo o alguien llegue para sacarme de este estado de tristeza infinito del que no logro salir por mucho que lo intente. Aquello no ocurrirá.

You locked yourself in the bathroom

Lying on the floor when I break through,

I pull you in to feel your heartbeat,

Can you hear me screaming? Please don't leave me,

Hold on, I still want you,

Come back, I still need you...

Aquella canción la escuchábamos Mia y yo siempre. La contábamos a todo pulmón y tuvo que pasar algo terrible para que yo comprendiera el por qué le gustaba tanto a Mia.

Ella siempre era de escuchar canciones tristes. Era su forma de sacar todo lo que tenía dentro. Yo pensaba que lo hacía porque el dolor arreglaba el dolor, según decía ella, pero no era así. Mia había planeado su ida durante mucho tiempo y no fui capaz de darme cuenta hasta que la vi yendo al lavabo con aquel horrible utensilio en la mano. Me dio todo tipo de señales y yo fui tan estúpido que pensaba que era porque le encantaba aquella canción. Así que sí, aquello había sido mi culpa y yo no hice nada al respecto.

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Hoy me he despertado más pronto de lo normal y me siento mucho mejor. Ayer, después de desahogarme escuchando música, fui al cine a ver una película para ver si así se me aclaraba un poco la mente. Y funcionó. Ahora sé que debo seguir con mi vida y disfrutar como si ella estuviera aquí.

Salgo de mi habitación medio dormido, voy al jardín y decido que voy a ir hasta el pequeño lago que hay cerca de mi casa para despejarme. Antes de marcharme vuelvo a entrar al interior de mi casa y agarro mi lectura actual.

La semana pasada terminé el libro que me estaba leyendo por aquel entonces y hace unos días, antes de que todo pasara, empecé uno nuevo.

Llego a la zona perfecta para sentarme apoyado contra un árbol y empiezo mi lectura, sumergiéndome en el mundo de fantasía del libro. 

Al leerme unos siete capítulos decido volver a casa.

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Pasan las horas hasta que llegan las 7pm. Salir a hacer skate me relaja mucho, y hace tiempo que no paseo subido a la tabla. Creo que ya es hora de retomar esa costumbre que tenía de salir a practicar trucos con el skate.

Mi tabla es negra, con una mariposa blanca en la parte de abajo y con ruedas rojas. La mariposa me la dibujó Mia. 

Al llegar al parque veo un grupo de jóvenes, de mi edad más o menos, que están haciendo lo que he ido yo a hacer.

-¡Hey!

Me habla el único que está sentado, un chico rubio y de ojos oscuros. Me acerco a él para poder hablar mejor.

-Hola, ¿qué estáis haciendo?

-Yo estoy aquí descansando, pero ellos están haciendo un concurso de trucos.

Indica con la mano el lugar en el que están sus compañeros, a unos metros de nosotros, y yo me giro para poder verlos mejor.

-Ah...

El grupo se acerca hasta nosotros.

-¡Hola!

Un chico de pelo marrón y ojos claros habla.

-Buenas. Estaba...

Empiezo a ponerme nervioso y automáticamente me trabo al hablar.

-No pasa nada, tranquilo. Hemos venido para decirte si querías unirte a nosotros. Te hemos visto de lejos y nos has parecido una buena persona.

¿Les he parecido una buena persona? Nunca me habían dicho algo así.

-Hace mucho que no hago ningún truco, pero lo puedo intentar.

-¡Así se habla!

Empezamos a caminar hacia donde estaban anteriormente. El primer chico con el que he hablado se levanta, se coloca a mi lado y me agarra del hombro.

-Bienvenido al grupo. Yo me llamo Thomas, el que te ha invitado a ir con ellos es Dayn, estos de aquí son Jeremy y Sam, son hermanos, y ella es Karen.

Cada vez que nombra a uno de los jóvenes lo señala, indicándome de quien está hablando.

-Encantado, yo soy Adam.

Me fijo un poco mejor en los dos chicos, Jeremy y Sam. Se nota que son hermanos ya que los dos son rubios y de ojos azules. También miro a la chica, Karen, una chica de pelo negro y ojos oscuros, la cual también me estaba mirando a mí. Después de analizarme detenidamente, me habla.

-Venga, saca tus dotes de skater y muéstralos.

Cojo mi tabla y la coloco bajo mis pies. Me posiciono bien y hago un dragon flip perfecto.

El dragon flip es uno de los trucos más difíciles de llevar a cabo. Me costó aprenderlo más de un año.

Karen se sorprende y todos me empiezan a aplaudir.

-Wow, no había visto a nadie hacer un dragon flip tan perfecto...

Me giro hacia Dayn, que era el que me acababa de hablar, y veo que está agarrando a Sam de la mano.

-Tendrás que enseñarme algún día...

Me vuelvo a girar para mirar a Karen, que es la que me acababa de decir aquello y le contesto.

-Cuando quieras.

Los dos empezamos a reírnos, sabemos que nos vamos a llevar muy bien. 

Pasamos todo lo que queda de tarde y parte de la noche aprendiendo y haciendo diferentes trucos. Al acabar hacemos un grupo de WhatsApp para poder hablar y quedar más días.

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Estoy en casa tratando de dormir, pero de repente me viene un bajón. Odio que me pase aquello, ya que puedo estar muy bien y al instante sentirme una mierda. Siento ese vacío que no desaparece, ese dolor para el que ya no me quedan lágrimas... Lo único que noto es ese vacío en mi interior del que no me puedo deshacer. Ahora mismo necesito a alguien que me abrace y me diga que todo va a estar bien, porque sigo afectado por la muerte de Mia y me va a costar recuperarme. 

Me levanto de la cama. Lo único que me queda por hacer es desahogarme de la mejor manera que puedo. Escribo y escribo hasta que la mano me duele y dejo de sentir los dedos.

Lo estoy intentando, juro que lo estoy intentando. Quiero conocer a gente, pero siento que nunca nadie me va a llenar como tú lo hacías.

He tenido el peor año de mi vida, se ha ido la persona más importante de mi vida... ¿Por qué los jóvenes recibimos a una edad tan temprana tanto dolor, sufrimiento, ansiedad, y tantas ganas de no seguir viviendo?