Chantaje

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Dos días después...

Celda de Yoongi, 11:39 am.

—¡Más... Más rápido! ¡Ahh...! ¡Sí! ¡Dame ahí! —Gimió con la respiración acelerada un excitado Jimin mientras empinaba más su trasero y sujetaba con fuerza las sábanas de la cama, pegando su cara a la almohada de Yoongi.   

—Mmmm, Dios. Me encanta

—J-Joder, rubia. Hoy estás insaciable. —Dijo sujetándolo con firmeza de las caderas y aumentando la velocidad de las embestidas.

—Callate Ahhh! —Jadeó arqueando su espalda al sentir que estaba a punto de correrse.

—Me v-voy a venir, bebé.

Yoongi sonrió ladino al escuchar a su chico decirle aquello, de cierto modo le encantaba que le dijera bebé, más no ha llegado a confesárselo, ni lo haría claro esta, él es un chico malo y los chicos malos no son cursis.

Ya tenían mucho rato follando en aquella celda y por alguna razón Jimin aún resistía, era como si hubiese tomado alguna especie de droga que lo hacia aguantar tanto. Cosa que no le molestaba a Yoongi en lo absoluto ya que él tardaba bastante para llegar al orgasmo, por ende ese polvo mañanero lo estaba disfrutando mucho.

Después de unas cinco o seis embestidas más Jimin se corrió en la mano de Yoongi ya que este como siempre solía hacerlo, lo estaba masturbando mientras lo penetraba.

Unos segundos después, Suga sintió estar a punto de llegar al orgasmo y Jimin también lo supo, rápidamente salió de él y este se dio la vuelta para sujetarle el miembro y llevar la punta de su pene hasta su boca, abriéndola bien, a la vez que lo estimulaba con la mano con movimientos acelerados de vaivén y caricias profanas en sus testículos; gustoso estaba dispuesto a tragarse toda su corrida.

Aquella imagen que se presentó ante los ojos de Yoongi para su deleite, fue demasiado provocativa y pervertida, sencillamente para él, era tan sensual y morboso contemplar a su chico a punto de tragar todos sus fluidos seminales que sintió enamorarse una vez mas de ese hermoso hombre a su lado, entonces, fue más que suficiente estímulo, presenciar aquella obscena y erótica imagen, para correrse en la cavidad bucal de Jimin, quien disfrutó saborear una a una, cada gota de semen que caía en sus labios, llenando su paladar de su esencia. 

De la garganta de Yoongi se dejo oir un sonido gutural, algo mas bien parecido a un gruñido, producto por supuesto del alto grado de excitación que tenía el hombre al correrse y sentir cómo la experta lengua de la rubia recorría todo su pene aun erecto, lamiendo cada centímetro de este de la forma más guarra en que pueda ser imaginado un acto como ese, limpiando así todo residuo de semen y de cualquier fluido corporal pre existente en el.

Jimin sonrió satisfecho de su trabajo al tragar todo y encontrarse con la mirada de satisfacción de su amado, sin tardar mucho mas tiempo, se trepó en el cuerpo de Yoongi llegando a sentarse sobre su regazo, logrando después que sus labios se unieran en un último húmedo y pasional beso pos coital.

—Te amo. —Susurró en los labios de Yoongi, apenas elevando un poco la voz, no era necesario emplear un tono mas alto, aun esas palabras sin ser escuchadas ya era sentidas y correspondidas por el corazón de su pareja, aunque reconocer que él también sentía lo mismo por el dulce muchacho en su regazo era otro asunto, así que al escucharlo se quedo completamente inmóvil; era la primera vez que alguien en toda su vida le decía algo como eso y... Joder, ¿por qué ahora?.

—Ah... Gracias. —Musitó en respuesta, tratando de alejarse un poco de Jimin, haciendo que este se enojara al instante tras escucharle.

—¡Peeeeerdón! ¿Como que gracias? —Gruñó frunciendo el ceño y moviéndose un poco hacia atrás para ponerse de pie.

Entre rejas (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora