Una visita proveniente de la otra Corea

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Un mes y medio más tarde

Ha pasado más de un largo mes después de aquél «incidente que protagonizaron el rey de Konapus con Jungkook, el pobre chico no encontró otra forma de afrontar la vergüenza por lo sucedido que seguir fingiendo que no recuerda absolutamente nada de lo que pasó ese día y la verdad es que al principio también se divertía preguntadole a alguno sobre los acontecimientos de ese día, pero Taehyung creyendo hacer bien y para evitarle vergüenzas a su chico dejo correr la voz en el penal de que cercenaría la garganta de quien hablara, arruinándole así la diversión ya que nadie fue capaz de soltar una sola palabra, ni siquiera Jimin, pues se ponía rojo hasta las orejas como los demás cuando les preguntaba y salía corriendo, sabia muy bien todo lo que sucedió pues aunque ni él ni Yoongi estuvieron presentes Taehyung se lo contó con detalle a su mejor amigo  y este a él, pero ambos juraron que su boca seria una tumba y, la verdad, no se animaban a hablar con Jungkook de la clase de orgia que hubo esa tarde. 

Jungkook ya se había aburrido de que nadie se atreviera a decirle aunque sea algo mínimo, así que poco a poco comenzó a rendirse y abandonó el tema en el olvido.

Por otro lado, la convivencia con Taehyung había dado un giro de 180 grados ¡Dios que pegajoso se había vuelto ese hombre!

Casi sin darse cuenta empezaron a dormir juntos cada noche, los primeros días el rey se quedaba en su cama dormido muy cansado después del sexo, luego los días en que no tenían sexo también empezó a quedarse en la cama de Jungkook, primero según él porque el dinero del colchón y las sabanas era suyo por tanto era su derecho dormir ahí y cuando Jungkook se enojo por decirle esas cosas e intento irse a dormir a la litera superior, Taehyung lo empujo hasta su cama y lo aprisiono con sus piernas, impidiéndole el poder levantarse.

Después a Jungkook se le hizo costumbre dormir con los pies de Taehyung enredados en su cuerpo, bien sea porque hacia frio o porque según el lo quería vigilar, de ahí en adelante las excusas diarias que le daba eran cada una más rebuscada que la anterior.

—No me gusta el olor de mi cama.

—¿Y si te pasa algo mientras duermo conejito?

—He oído que las abducciones alienígenas se dan en las noches, hay que ser precavidos conejito. —Y  así muchas noches, hasta que ya fue tan natural que no necesito más excusas para que lo aceptara en su cama y Taehyung despertaba cada día aspirando el dulce aroma del cabello de su pareja cada mañana, el cual se colaba por sus fosas nasales cuando este dormía cada noche sobre su pecho.

Los días a veces eran caóticos, discutían por tonterías como que Jungkook tardaba mucho en ducharse y Taehyung iba a terminar matando a todos en el penal por estar viendo lo que le pertenece, o porque Taehyung era un puto tacaño con la pasta de dientes, y a veces, solo pasaban las tardes juntos retozando, conociéndose y permitiéndose olvidar que eran dos seres condenados a vivir recluidos en una cloaca humana y soñando con ser dos mariposas que un día alzarían el vuelo hacia la libertad.

Los días a veces eran caóticos, discutían por tonterías como que Jungkook tardaba mucho en ducharse y Taehyung iba a terminar matando a todos en el penal por estar viendo lo que le pertenece, o porque Taehyung era un puto tacaño con la pasta de di...

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Entre rejas (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora