Un día crees que te conoces bien a ti mismo y al siguiente te descubres mirándote al espejo y sorprendiéndote. Un dia piensas que no puede pasarte nada y ocurre.
Un día estás cenando felizmente con tu familia y al día siguiente estás viendo como tu...
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—¡Esto es una puta mierda! ¿Como dejamos que esto pasara? —exclamó Katsuki, molesto.
El ambiente era tenso entre los tres héroes, ninguno de ellos tenía un plan conciso para ejecutar ahora que todos los villanos habían escapado de tartaros, por segunda vez.
—Nos confiamos demasiado, ahora el detective Naomasa está muerto y no sabemos cómo escaparon —habló Shoto, Izuku tomó su cabeza entre sus manos mientras sentía su corazón latir rápidamente en un frenesí de emociones.
—Debemos enfocarnos en Kotaro, ahora que escapó eso me hace pensar en sí realmente hubiéramos sido capaces de atraparlo si no se hubiera entregado —agregó el pecoso, tapado su rostro con sus manos.
—¿Saben si el mocoso que tienen encerrado en una habitación no es un maldito asesino como su padre?
Izuku negó con la cabeza.
—De hecho está bastante afectado por la salida de Kotaro, sufrió un ataque de pánico —explicó Shoto—. Creo que, si se lo decimos con delicadeza, el podría ser una pieza clave para atrapar a Kotaro. Azula me ha hablado muy bien de él.
Katsuki se mostraba escéptico ante lo dicho por su amigo, aunque no lo demostrara, el que Kotaro se convirtiera en villano fue algo que lo afectó, aunque no tuvieran mucho contacto, el ver como alguien que conocía se convertía en un monstruo fue desgarrador para él.
Eso le hacía pensar constantemente en cómo se sentiría Izuku.
—Intentemos no sofocarlo mucho —sugirió Izuku, por alguna razón se sentía con la obligación de cuidar de Ryu.
Ver a aquel muchacho hacia que los recuerdos se escabulleran en cada una de sus extremidades, atravesando su piel y golpeando con brutalidad sus huesos.
Recordaba voltear su rostro y preguntarse a sí mismo que era lo que ocurría, mientras que tan solo era capaz de observar escombros que yacían en el suelo junto a varios cuerpos inertes, algunos casi irreconocibles.
Recordaba que sus ojos se inundaron de lágrimas mientras levantaba la mirada y se daba cuenta que personas que él había convencido de luchar a su lado ahora yacían muertos.
Todo se había tornado oscuro y pesado, como aquellas películas de terror o pesadillas que solía tener de vez en cuando, solo que esta vez no era así. Esta vez no lograría despertar.
"Izuku."
El recuerdo de sus labios pronunciando su nombre con lentitud aún hacia que su sangre se helara y su corazón se detuviera y ardiera por el inmenso dolor de saber que la persona que amaba se había convertido en un ser siniestro que bailaba alegremente entre los cuerpos inertes que le rodeaban.
—¡Deku! —exclamó Katsuki, sacándolo de sus recuerdos—. ¿Que piensas sobre la propuesta de Shoto?
