ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 10

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Tal y como estaba planeado Lumine salió aún de madrugada del palacio, nadie a excepción de el príncipe sabía de esto y prefirieron mantenerlo así en secreto.

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El joven rubio soltó un suspiro de cansancio por tercera vez en el día, les esperaban dos largas semanas sin su gemela.

Lumine había dejado resuelto todos sus pendientes, con la intención de no sobrecargar de tareas a su hermano.

Aether agradeció internamente eso, después de todo ser consejero y encargado del harén ya eran tareas complicadas.

Y hablando del harén, planeaba darse una vuelta para ver lo que sucedía con ellos.

Mientras caminaba por los pasillos para llegar a el harén, se vio envuelto en sus recuerdos.

Cuando el y su hermana eran unos pequeños príncipes siempre se paseaban libremente en aquellos pasillos, sabían de memoria a dónde conducía cada uno de ellos e incluso encontraron varios escondites y pasadizos que llevaban a distintos lugares y fue por un momento de esos que descubrieron la verdad.

En ese tiempo vivían con las concubinas de padre, ellas los cuidaban siempre.

Aunque hubo una que siempre le cayó mal.

— Príncipe que bueno que lo encuentro.

La voz de la sirvienta lo saco de sus memorias.

— Señorita Amber, ¿Ha pasado algo?

— Nada de lo que preocuparse alteza, solamente que los concubinos están algo inquietos.

— Ya veo, señorita Amber hablé con Jean y dígale que prepare algunas cosas para entrenar, yo hablaré con ellos— Le respondió con una sonrisa.

La criada asintió, hizo su reverencia y se marchó.

Aether siguió su camino hasta las puertas del harén, desde ahí ya podía oír el escándalo que había dentro del área.

Y como por arte de magia todo estuvo tranquilo después de que anunciarán su presencia.

El rubio se tomó unos segundos antes de entrar tiempo suficiente para que los concubinos dejarán lo que estaba haciendo.

— No diré nada sobre lo que escuche antes de entrar por qué ustedes son señoritos y saben que ese no es un buen comportamiento— Aclaró el jóven— Ahora síganme.

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— Ustedes tendrán acceso a la biblioteca y al jardín cuando ustedes quieran, a no ser que Amber o yo digamos lo contrario— Explico el príncipe.

— Le agradecemos alteza— Hablo Zhongli.

Siguieron caminado hasta llegar a un área donde habían maniquíes de prueba y en el centro estaba un rubia quien sostenía una espada, mientras platicaba con una castaña.

— Ella es Jean es una de las tres grandes capitanas será la encargada de ustedes.

La rubia miro a los concubinos y agradeció al príncipe.

— La emperatriz me pidió que ustedes practicarán aquí, se que no todos son buenos con la espada, pero no es la única arma que puede usar— Dijo amablemente la Caballera.

— Bien los dejo en tus manos Jean— Dijo el príncipe dando media vuelta— Señorita Noelle prepara a Halia

— Entendido alteza.

Cuando la criada volvió con el corcel alado está se veía confundida.

— Aquí está alteza... Sin embargo he podido notar la ausencia de Artemis, ¿La emperatriz también fue a cabalgar?

— La emperatriz ha echo un viaje volverá en unos días— Aclaró el joven mientras montaba a su caballo.

Todos los presentes escucharon aquella noticia, algunos concubinos no estaban felices con esto, pues nadie les había dicho, pero al ver la sopresa en el rostro de las presentes supieron que nadie más sabía de ello.

(•••)

Al principio Lumine planeaba llegar a Inazuma cruzando el mar volando con Artemis.

Pero la capitana Beidou se lo impidió, casualmente la reina del océano estaba en el puerto, iba a hacer una de sus expediciones.

Así que se ofreció a llevarla hasta el puerto de Inazuma.

El viaje que normalmente duraría tres días en un barco casual, la flota crux Meridianam acortaba ese tiempo a dos días.

Pero aquello no era suficiente, Lumine necesitaba estar en Inazuma ese mismo día.

El clima era perfecto según Beidou, todo iba viento en popa y al parecer el mar los estaba ayudando pues iban mucho más rápido de lo usual y es que quizá la emperatriz también había aportado con un poco de magia, para acelerar el paso.

Y por la noche ya se encontraba en la sede de la general Kokomi.

Beidou la había llevado como prometió y le agradeció mucho aquello, sin embargo cuando le quiso dar algo de mora la castaña no lo aceptó y cuando pregunto el por qué está le respondió que a su familia nunca le pedía mora por qué después de todo ellas eran concuñas.

Y recordó que Beidou estaba casada con Ningguang la hermana de Kazuha.

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— Así que la emperatriz se ha ido de vacaciones.

— En que pensará esa mujer, dejando solo su palacio, el único lugar que puede "protegerla".

— Lamentablemente nuestro informante no sabe a dónde se fue, así que debemos estar a alertas, a cualquier comportamiento extraño entre la gente.

— Ahora déjenme sóla— Exclamó una de ellos.

Los demás le dedicaron una última mirada antes de salir de aquel lugar.

— Esa niña estúpida no hace nada más que causarme problemas, pero al menos te tengo a ti mi querido— El tono que la mujer había usado le repugno al único que permanecia a un con ella.

— Ha llegado la hora de que tú también me sirvas— Dijo la albina acariciando la mejilla del joven.


Nota: Se vienen muchas cosas! Cosas tanto buenas como malas para el imperio de Lumine...

Bueno vengo a dar anuncios, hoy empieza mayo, uno de los meses más difíciles para mí, así que estaré muy ausente. Ojo que no cancelaré nada solo habrá actualizaciones muy lentas y espero que comprendan esto!

Lo segundo es que diseñe un mapa de cómo se ven las siete regiones, lo podrán encontrar al final de capitulo uno, se que no es el mejor pero hice el intento.

ᴅᴜʟᴄᴇ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora