La primer impresión que tuvo Dainsleif de la rubia, fue que era muy bonita, sus ojos era de un precioso color dorado y sus cabellos rubios que llevaba suelto para hacer alarde de sus hermosos rulos, así es nuestro joven caballero estaba encantado con la princesa.
Lumine por su parte miraba con curiosidad al acompañante de su hermano, sabía de el, debido a que su gemelo solía contarle de lo que él hacía mientras ella se encontraba estudiando arduamente en la biblioteca y ahora que tenía la oportunidad de conocerlo, estaba satisfecha puesto que el joven le pareció muy guapo.
Aether quien no pareció notar la atmósfera que se había formado apenas ambos rubios cruzaron la mirada decido hablar para presentarlos como era debido.
— Bueno Lumi, el es Dainsleif mi amigo y el caballero que nos acompañará a sumeru— Dijo mirando a su gemela, para después mirar al chico— Dains ella es mi hermana la princesa Lumine.
— Es un placer conocerla alteza.
— Lo mismo digo... Espero que podamos divertirnos todos juntos.
.
.
.Los meses habían pasado, Lumine era ya regente de Sumeru y Aether cómo había prometido estaba ahí para aconsejarla y ayudarla, Dainsleif también estaba ahí presente, cuidando de ambos.
A Dainsleif le parecía asombroso ver a los gemelos trabajar arduamente y eso que ambos tenían once años, se imagina lo mucho que ellos debieron prepararse para eso, sobre todo Lumine quien era la heredera al trono.
Aún así habían momentos donde la rubia pareciera estar realmente apurada como si tuviera algo que hacer.
Su estancia en Sumeru era de cinco años es decir que los tres pasarían gran parte de su adolescencia lejos de la región que los vio nacer, viviendo en el palacio esmeralda.
Pasados dos años desde que llegaron a Sumeru, Aether tuvo que viajar hacia el palacio Diamante debido a una situación con relacionada con Fontine y puesto que Lumine no podía abandonar como si nada el palacio, mando a su hermano para que tratara el asunto con su padre.
Durante el tiempo que Aether estuvo fuera de sumeru, Dainsleif y Lumine se habían acercado mucho más, ambos de por sí eran buenos amigos, pero ahora era especial, había muchas más confianza y pequeños secretos compartidos.
Dainsleif difícilmente podría olvidar aquella vez que atrapo a la princesa escapando del palacio y dirigiendose a toda velocidad hacia Mondstadt para poder asistir a un carnaval que se festejaría en la ciudad.
Fue la primera vez que conoció a Artemis el caballo alado de un hermoso color negro como la noche que poseía la jóven.
Pegaso que el luego se enteró que tenía una hermana, una pegaso color blanco llamada Halia perteneciente a Aether.
La historia de estos pegasos eran curiosas puesto que habían nacido el mismo día que los príncipes y los habían acompañado desde que eran unos bebés.
Sentía felicidad cada vez que la rubia le contaba algo sobre ella, sobre su infancia, sobre sus sueños y aspiraciones, amaba como ella sonreía llena de ilusión al hablar de aquello, e incluso podría asegurar que el mismo tenía una sonrisa de idiota cada vez que la veía así.
Y no era el único por qué Lumine también lo había observado, a ella tambien le encantaba verlo sonreír y amaba cuando el se quedaba junto a ella durante las noches que ella tenía que trabajar, aquellas noches que era frías y largas, con su compañía eran calidas y cortas.
Sin quererlo ambos formaron un vínculo muy especial, uno que iba más allá de la amistad o de la hermandad.
Ambos jóvenes de ahora 16 y 14 años estaban completamente enamorados el uno del otro.
Pero sabían que no era el momento para eso, Dainsleif sabía que por mucho que el lo deseara, el no estaba a la altura... ¿Cómo podría el, un simple caballero estar enamorado de una princesa?
Era tonto y lo sabía pero aún quería seguro viviendo en su historia de amor.Lumine estaba dispuesta a luchar contra el mundo con tal de ser feliz, incluso había llegado a olvidar su objetivo, ya nada importaba no si no estaba con la persona que ella amaba.
Después de un año de estar en la misma situación decidieron arriesgarlo todo, las palabras no fueron necesarias solo con miradas llenas de amor y admiración se dijeron que se se amaban el uno al otro y solo un beso basto para confirmarlo todo.
Al día siguiente después de que ambos formalizarán su noviazgo decidieron comunicárselo a Aether, quien ya sabía de antemano los sentimientos de ambos y les había dado pequeños empujones estaba más que feliz por la noticia.
.
.
.El último año paso demasiado rápido y era el momento de volver a Khaenri'ah y volvieron en el mejor momento, puesto que el emperador Osial estaba viendo quienes serían los posibles prometidos de la menor de la familia.
Según el consejo de ancianos, si Lumine sería la Emperatriz y Aether su consejero, lo mejor era comprometer a Paimon con un príncipe extranjero para así poder crear más lazos y amistades con otros países.
Pero Lumine no lo iba a permitir, su hermana menor era una niña, no dejaría que le arrebataran así su inocencia.
Tuvo que prometerle a su padre muchas cosas a cambio, para que el desistiera de esa horrible idea, incluso propuso que su hermana podría gobernar alguna de las provincias y así ayudarle a ella con el manejo del reino.
De alguna manera la joven logro hacer que el emperador cambiará de idea.
Aunque después el se enteró de que la pequeña princesa nunca se enteró del asunto, puesto que Aether impidió que alguien le dijiese eso, mientras que Lumine se encargaba de convencer a su padre.
Después de tanto tiempo los gemelos le seguían sorprendiendo, además de que había algo en ellos, algo misterioso y mágico a la vez que sin duda lo tenía muy intrigado.
Notas: cada vez más cerca de saber cómo Dains sabe cosas que nuestros gemelos no son humanos.
Dejaré el cap hasta aquí, gracias por leerme los quiero mucho y cuidense, nos vemos hasta la próxima!!!
ESTÁS LEYENDO
ᴅᴜʟᴄᴇ ᴠᴇɴɢᴀɴᴢᴀ
FanficY entre lágrimas la princesa juro que se vengaría de todo aquel que le hiciera daño y que descubriría la verdad de su origen.