Capítulo 10

29 5 0
                                    

El camino fue silencioso aparte de la música de fondo que sonaba del aparato pequeño, llamado radio.

Celia quería tocarlo... no solo eso, quería tocar cada botón posible para descubrir que era, pero si hacía eso se vería extraño para los ojos de Marlen.

Así que apretó los puños mientras llegaron a la universidad. En el momento que llegaron sintió mucha curiosidad por el lugar.

Cuando bajo del auto, miro a su alrededor el campus y luego los diferentes pequeños edificios.

¡Todo aquí era muy diferente!

Talvez así es como se veía la academia en el imperio, no lo sabía porque nunca asistió y solo pudo recibir clases gracias a que visitaba a Estela o de lo contrario no sabría como desarrollar una historia.

Entonces el amargo sentimiento de ese entonces se volvió regocijo cuándo pensó que en esta vida si obtendría esa oportunidad.

Estudiaría muy duro para lograr graduarse.

"¡Celia corre!" grito Marlen detrás suyo, Celia se giro solo para encontrar sus ojos.

Pensándolo bien, seria una buena estudiante, si comenzaba con correr justo ahora.

En primera, porque la expresión de Marlen era aterradora, en segunda....

Porque el otro problema del anfitrión era que, fue muy perezoso para estudiar y si este año no tomaba enserio sus estudios, correría el riesgo de reprobar y ella a pesar de ser una princesa transparente se esforzaba mucho por obtener buenas notas.

No podia permitirse ser como el anfitrión, tenia que hacer algo y para lograrlo corrió a su salón de clases, en el camino se confundía mucho pero gracias a sus recuerdos llego antes de que le cerrarán la puerta.

El profesor de clases la miro un poco malhumorado, parecía que su desinterés por el estudio fue muy evidente y molesto para este hombre. Celia solo bajo la cabeza sin decir una palabra y entró buscando algún lugar donde sentarse.

Cuando encontró una bacante justo en la primera fila se dirigió allí.

Sus acciones volvieron incrédulo a su profesor pero no se molesto en preguntar sino que comenzó su clase. Mientras Celia sacaba sus materiales miro de reojo a sus compañeros.

Todos usaban ropa normal y ningún uniforme, bueno ya estaba claro, su vida aquí seria muy distinta al igual que sus costumbres. Por un momento quería presentarse cuándo la clase se terminara, pero este cuerpo ya sabía o mejor dicho estaba consciente de quiénes eran sus compañeros, pero nunca hablo con ellos.

Bueno, una ermitaña como ella lo entendía, Celia solo calentó la banca sin interactuar con alguien, al igual que Raquel solo se limito a vivir en su palacio sin relacionarse con nadie.

Entonces no había necesidad de una presentación.

***

Las clases de la mañana terminaron y comenzó el descanso.

Cuando fue la hora, Celia casi había sido aplastada por el mar de estudiantes que lleno los pasillos pero con éxito llego a la cafetería.

Espero para poder obtener una bandeja y luego buscar alguna mesa donde sentarse, pero casi todas estaban ocupadas.

Pensó en acercarse a tomar una, pero cuando sus ojos se cruzaron con mucho de ellos cambio de idea.

Ella lo sabía, su instinto de supervivencia le decía que era una mejor decisión si simplemente se daba la vuelta.

Esta gente era tan intimidante, al igual que se cruzó con sus miradas mordaces que la hicieron temblar, le recordó a sus hermanos .

Tomo su bandeja y abandonó la cafetería para salir al aire libre.

Princesa NovelistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora