Cuando pararon la primera en bajarse fue Celia, no soportaba un segundo mas en tan molesta máquina.
No entendía que era lo increíble de ella, cuando miro a los recuerdos de Celia parecía ser la cosa mas increíble del mundo, pero para ella fue todo lo contrario.
Dejo sus amargos sentimientos de lado y finalmente miro su destino.
Cuando examino había una mesa en la distancia, se sorprendió, aunque, en realidad fue más llamativo aquella grandiosa vista del mar.
Nunca en su vida ni como Raquel había sido capaz de ver el mar, sabia que en este momento era el remplazo de otra más por petición misma, pero lo único importante para ella era que era quien tenia el privilegio de disfrutar lo que rechazo la otra.
No le importaba, ella ni siquiera espero a Milan para acercarse a la orilla del mar emocionada y juguetear con la marea como una niña pequeña.
Recogió su falda y salto dando vueltas como si estuviera dando su clase de baile a escondidas en la biblioteca.
La única vez que había podido remojar sus pies en agua fue en la pequeña tina en su habitación, así que todo esto fue muy nuevo para ella.
Celia se olvido que venia acompañada hasta que Milan le dijo: "parece que es la primera vez que haces esto".
"En realidad" respondió sin pensar, pero tardíamente recordó que el anfitrión original ya había visitado lugares como estos tantas veces, pero ignoró ese hecho, no quería actuar como si estuviera acostumbrada a ello solo por cuidar su identidad, a Celia lo único que le importaba fue jugar en el mar.
Estuvo un rato mas hasta que sintió hambre y salió para acercarse a Milan quien ya estaba sentado frente a la pequeña mesa y observaba el horizonte.
Celia arrastro lentamente la silla hacia atrás para no distraer a Milan de sus pensamientos, se suponía que estaba aquí para ayudarlo a olvidarse de la tristeza provocada por su novia, no para jugar, pero no era muy tarde para comenzar.
Quería hacer eso pero su estómago no se lo permitió, bien, primero tenia que llenar el estómago para pensar con claridad, así que Celia abrió la tapa del platillo principal y fue revelada una carne dorada en rebanadas. Celia estaba encantada, después de mucho tiempo podría comer carne.
Con un tenedor se sirvió cuidadosamente dos trozos de carne y con las pinzas verdura y pasta.
Luego levanto uno de los cubiertos, con una mano el tenedor y con la otra un cuchillo.
Sus movimientos de comer fueron lentos y elegantes, no derramo ni una sola salsa en el blanco puro del mantel, haciendo de una vista impresionante.
Entonces Milan que creía ella que miraba el horizonte, hace mucho que dejo de hacerlo desde que ella se acercó y miro la comida, en el momento en que iba a levantarse para servirle se sorprendió cuando ella por si misma lo hizo todo, en otro tiempo hubiera visto con impaciencia a su rostro y esperado(Celia), pero Celia simplemente lo hizo por si misma.
Incluso ella que derramaba suciedad sin cuidado, movió la comida del plato a su boca con delicadeza.
Celia estaba terminando todo lentamente hasta que sintió una mirada persistente en ella, sin levantar los ojos de su plato se dirigió a Milan.
"¿No es agradable?"
Creyó que había sido grosera, tenia tanta hambre que no quiso esperar y comió por su cuenta, avergonzada dejo lentamente los cubiertos sobre la mesa sin mancha y lentamente levanto sus ojos arrepentidos.
"Lo siento"
Siempre había comida sola, pero no perdió su etiqueta, también sabía que siempre en la mesa debía esperar a que la persona de mayor rango comenzara con su comida, nunca lo presenció, pero a través de las clases de etiqueta que apenas tuvo oportunidad de escuchar lo sabia.
ESTÁS LEYENDO
Princesa Novelista
RomanceParecía un libro ordinario pero algo dentro de Raquel le gritaba ¡hojea este libro!. Entonces sin mucho interés lo hizo, cuando lo examino con mirada atenta, estaba segura que después lo dejo caer con una mirada en blanco. El ruido de la caída fue...