—Entonces, aquí nos separamos, Yumi.
—¡No quiero! —respondió negándose—. ¿Quieres que nos separemos cuando nos reunimos recién ayer?
—¿De qué estás hablando? Sabes que aún tienes que asistir a la escuela.
—No seas tan dramática, niña —reclamó Midori—. Además estamos acá al lado.
Al ser el padre de Midori director de la secundaria y preparatoria Tetsuro, ambos centros de estudios se encontraban uno al lado del otro. Esto facilitaba tanto la administración de los mismos como la ubicación para los estudiantes cuando cambiaban del primero al segundo mientras continuaban sus estudios.
—No estaba hablando contigo —respondió Yumi sacando la lengua.
—Oye, deja de ser maleducada —dijo Arata llamándole la atención—. Ve a tus clases. Se nos hace tarde a ambos.
—Bien...
Arata, Midori y las chicas dentro de sus dijes avanzaron hasta la preparatoria, mientras que Yumi ingresó a la secundaria. Era su primer día, así que estaba algo nerviosa. Aún así, ella no era el tipo de persona introvertida.
Yumi entró a su salón para presentarse y observó a sus nuevos compañeros.
—Hola a todos, yo soy Yumi Kagurazaka —anunció escribiendo su nombre en la pizarra—. Acabo de regresar a la ciudad después de haberme mudado por un año. Suelo ser algo insegura y le temo a muchas cosas como a los fantasmas, pero espero poder llevarme bien con todos.
Luego de que su maestra le diera la bienvenida, avanzó por el medio de los demás hasta llegar a la carpeta al final de la columna central. Tomó asiento y comenzó a atender la clase. A su derecha se encontraba una chica que no le quitó el ojo de encima por un buen tiempo.
Cuando llegó la hora del almuerzo, Yumi salió al patio, se sentó en una banca bajo la sombra de un árbol y destapó el almuerzo que Hanna le había hecho por la mañana. Cuando llevó un poco de comida a su boca, hizo una expresión impresionada.
"¡Este almuerzo está delicioso!", pensó satisfecha.
Continuó comiendo hasta que alguien de su clase se acercó a ella. Era la chica que se sentaba a su derecha. Ambas tenían la misma edad, por lo que su estatura era similar a la de Yumi. Su cabello era castaño y de una tonalidad pálida. Este llegaba hasta sus hombros y estaba amarrado con una cola en el lado izquierdo de su cabeza gracias a un colet que llevaba de adorno una esfera color blanco que se asemejaba a una luna llena. Tenía los ojos color ámbar y vestía el uniforme escolar, el cual era el mismo que el de la preparatoria donde asistían Arata y Midori.
—Yumi, ¿verdad? ¿Te importa si me siento a tu lado a comer? —preguntó con un rostro amigable.
—Para nada, siéntate.
—Yo soy Sayori, es un gusto.
—Igualmente.
Sayori empezó la conversación mientras ambas comían sus almuerzos.
—A decir verdad, quería hacerte una pregunta. Si no es mucha molestia.
Yumi asintió al estar comiendo.
—Cuando te presentaste esta mañana, mencionaste que te asustaban los fantasmas. —recordó girando su rostro en dirección a Yumi—. Eso me hizo pensar... ¿Has visto uno recientemente?
ESTÁS LEYENDO
Arata & las Fantasmas
Teen FictionArata Kagurazaka es un estudiante de preparatoria amante de lo sobrenatural que vuelve a la escuela luego de ausentarse debido a cierto incidente. Poco después de regresar, encuentra a una misteriosa chica en la sala de su casa que no recuerda nada...