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Louis llevaba unos minutos hablando con el amable chico que estaba sentado a su lado. El menor estaba tomando un batido de chocolate con nata mientras que Nick se estaba bebiendo un café. Conversaban muy animadamente sobre cosas triviales.

En una de esas, Louis miró la pantalla de su móvil para descubrir que ya habían pasado 18 minutos, tenía que volver.

"Creo que tengo que regresar a la oficina" El castaño hizo una seña con la mano para que un mesero les diera la cuenta. Este se acercó y les dejó el recibo.

"Tranquilo ya pago yo"

"¿Seguro?"

"Claro" Terminó de pagar y salieron de la cafetería. "¿Quieres que te acompañe?"

"Pues mejor, gracias"

"¿Vendrás mañana?"

"Supongo"

"Bien, me lo he pasado muy bien"

"Yo también, eres muy simpático"

"Y tu muy guapo" Louis se asustó y sonrojó al mismo tiempo.

"Gr-gracias." Ya ambos estaban en frente de la puerta que daba acceso al despacho del rizado. "Ya hemos llegado"

"Sí" Nick se posiciono en frente del menor de modo que la espalda de este estaba casi contra la pared. El más alto colocó las manos en las caderas contrarias y arrimó su cara a la contraria. "Hasta mañana entonces" Louis intentó alejarse, pero solo consiguió acercarse más a la pared. "Oye, sé que es pronto, pero te voy a dar un besito ¿Sí? De despedida"

"¿Qué? Creo que te estas confundiendo, yo soy..." No pudo terminar ya que sintió como alguien empujaba hacía atrás a su acompañante, y cuando le hubo soltado fue a por el menor. Le reconoció en seguida; Harry.

"Quédate detrás de mí" Louis asintió e hizo lo pedido. En cuanto lo hubo hecho, el rizado se aproximó a Nick con furia.

"¿Qué hacías, gilipollas?"

"Tranquilo, Harold. Solo le iba a dar un beso" Un puñetazo directo a la nariz.

"¿Un besito?" El contrario asintió "Bésame la polla" Y según termino de decir esa frase, se lanzó encima del moreno para repartir un sinfín de golpes en el rostro del mayor. Sangre salpicaba y Louis no podía estar más aterrado.

Harry estaba fuera de control; su mandíbula tensa mientras enseñaba los dientes con furia, su rostro y camisa manchadas de aquel líquido bordó. Lo más alucinante era que nadie pasaba por allí. Louis ya no solo tenía miedo de Nick, sino también del rizado.

Cuando el ojiverde hubo acabado se apartó del cuerpo que yacía aún con vida, pero empapado en sangre, se acercó al menor, le agarró del brazo sin ejercer mucha fuerza y se adentraron en al despacho.

El rizado se sentó en la gran silla en frente de la mesa y se inclinó para hacer una llamada.

"Nicholas Grimshaw, pasillo" Y colgó. Miró a su acompañante que lo observaba con terror. "Esto no suele pasar, es un..." suspiró "...eres un caso especial"

"Lo siento"

"No lo sientas, debí de haberte dicho que no miraras" Harry notó lo asustado que estaba el ojiazul y se entristeció al caer en cuenta de que eso lo había causado él. "Ven" Dijo palmeando sus muslos. Louis se acercó y se sentó. Estaba rígido y cohibido. "Tranquilo"

"Lo siento"

"No lo sientas" Harry sentó a Louis mejor poniéndolo a horcajadas y posando las manos en las caderas ajenas. "No te voy a hacer nada, ¿Vale?" El castaño asintió.

"¿T-te...? ¿Te puedo...?" El rizado espero comprensivo y paciente la pregunta, pero esta no llegó, así que le intentó ayudar.

"¿Me puedes...?"

"¿Te puedo dar... un abrazo?" Harry sonrió con hoyuelos incluidos y le abrazó siendo correspondido.

Pasaron unos minutos así hasta que el menor habló.

"¿Aún tenemos que ir a la junta?" Harry suspiró.

"No, iremos mañana"

"¿Voy a venir mañana otra vez?"

"Sí, ¿No quieres?"

"No..., está bien"

...

All the love:

Anónimo

Subastado/ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora