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Era un viernes a la madrugada cuando el despertador del rizado sonó despertando a ambos. Harry hizo un sonido de queja y estiró un brazo para apagarlo sin siquiera abrir los ojos. Se levantó de la cama haciendo que esta se moviera y Louis se diera cuenta de a donde el rizado se iba. Rápidamente, el menor se estiró y agarró el brazo del oji-verde deteniendo sus pasos.

"No te vayas." Rogó.

"Tengo que irme, Lou. Tengo mucho trabajo atrasado" Harry trataba de tener paciencia, pero no tenía ni café en su sistema, ni energía, ni buen humor y temía tomarla con Louis. El nunca le pegaría, pero si que tenía que admitir que poseía problemas de ira, más no cruzaban el límite de pegar a su sol.

"Quédate" Dijo sin soltar la mano del contrario.

"Tengo la sensación de que quieres que pierda mi trabajo" Su mandíbula se tensó al igual que su tono que se intensificó.

"Enhorabuena, has descubierto mi malévolo plan"

"Louis, no estoy de humor para esto." Advirtió haciendo lo posible para no gritarle.

"Solo no te vayas."

"Estoy estresado y cansado" Su tono se endureció, más Louis no le tomó importancia

"Por eso, quédate"

"Me estas cansando" Estaba al borde.

"Harry so- "

"¡¡¡Que no, coño!!!" Y ahí se fue todo su auto control, interrumpió a Louis y este se sobresaltó. "Mierda" Murmuró. Se tapó los ojos con la mano que el menor se había estado sujetando anteriormente.

"No... no hacía falta gritarme ¿sabes?" Abrió sus ojos cuando escuchó la voz rota del menor y se arrodilló rápidamente. "Lo siento, soy demasiado... sensible." Dijo a duras penas.

"Lou, lo siento mucho, pierdo los nervios muy fácil. No eres demasiado sensible, soy yo que soy gilipollas." Acunó la cara ajena entre sus grandes manos y dio un beso en su nariz. "¿Me perdonas, pequeño?"

"Sí, no insistiré de nuevo"

"En realidad, tienes razón, un día de descanso me vendría bien, hazme hueco."



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Harry estaba sentado en la cama con un Louis aún triste encima de su regazo y entre sus brazos. Daba suaves caricias a su pelo y espalda dejando que el contrario descansara en el hueco de cuello y hombro. "¿Qué puedo hacer para compensarte, amor?"

"Mimos, por fa" Dijo en un tono agudo y casi inaudible.

"Aww, eres tan mono, mi niño guapo." Le dio un beso en su cuello. "¿Quieres comer, bebé?" Esté negó. "Pero tienes que comer, Lou, te vas a quedar en los huesos." Después de unos segundos se escuchó un pequeño murmuro que definitivamente no estaba destinado a que el mayor lo escuchara, que decía 'ojala'. En ese instante, El oji-verde apartó la cabeza del castaño haciendo que se pudieran ver. "Louis, no quiero que vuelvas a decir eso en tu puta vida." Este se alejó un milímetro totalmente sorprendido por su tono.

"Pero-"

"Pero nada, eres perfecto, da igual cuanto comas, siempre lo serás, es más, lo estarías mucho más si comieras más. Y, aún que me encante tu cuerpo y cara y cada puto centímetro de ti, cuando seamos dos viejitos y estemos casados, con hijos y vivamos juntos; tu grandiosa belleza se irá, y la mía, y la de todo el mundo, así que calla."

"¿Dices que nos vamos a casar y vamos a estar juntos para siempre?"

"Lou, daría lo que fuera porque gastar mi último aliento fuera a tu lado."

"Que cursi"

"Vino a hablar" Le dio un beso.

"¿Entonces estaremos juntos para siempre?"

"Sí"

"Te quiero, Hazz."

"Y yo, Lou"






FIN






All the love:

Lia.

Nuevo cap de my academic boy y Sex shop

Subastado/ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora