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Hoy Louis se había quedado en la mansion y Harry se había ido a la oficina. Mañana pasarían el día juntos ya que era sábado y el rizado no trabajaba.

Louis se sentía muy solo y... hacía mucho tiempo que no se daba... atención. Entonces recordó la 'Red room' y tuvo una idea. Allí había un montón de aparatos que podía utilizar, y ya sabía donde estaban las llaves. 

Se encaminó hacia el compartimento en su habitación en donde las guardaba. Procuraba ir despacio y silencioso por los pasillos, no quería que nadie se enterase ya que no sabía si tenía permitido visitar ese lugar. Se paró justo delante de la puerta correspondiente revisando la hora en su móvil. 17:28. A Harry aún le faltaba mucho para llegar. Guardó el celular y se adentro en la habitación.

Se aproximó a la estantería dejando atrás todas esas maquinas raras. Había gran variedad de utensilios, pero se decantó por uno curvado rosa (multimedia). El nunca había hecho algo así, solo se había masturbado a la forma tradicional masculina; acariciando su miembro. Y, como bruto qué es, no pensó que tendría que prepararse primero. 

Dejó el aparato reposando encima de las sabanas mientras buscaba en los cajones un lubricante. Primer cajón, segundo, tercero y... ¡Bingo! Uno con olor y sabor a fresa. Volvió a la cama y abrió el bote, se quitó la ropa y se preparó mentalmente para lo que estaba a punto de hacer.

Lubricó bien el aparato rosa y  se sentó encima de el, sin tocarlo y fue bajando poco a poco. Solo meter hasta la segunda 'bolita' ya dolía como el infierno. Sé sacó todo de golpe y lo intentó otra vez. Dolía. 

Pasaron unos minutos para que tuviera el valor de intentarlo una tercera vez. Esta vez lo haría del tirón, así no dolería tanto. 

"1, 2..." Empezó a contar en voz alta "¡Tres!" Se sentó de lleno pegando un estruendoso grito que se podría haber escuchado hasta en el lugar más remoto de la mansión. A ese grito le siguieron muchos más, pero estos eran de placer.

Cada vez hacía más y más ruido, pero este se intensificó cuando el aparato rosa tocó su punto de placer. Fue tal el estruendo que incluso en Sidney se pudo escuchar el agudo chillido.

Louis estaba en lo alto de su momento de placer cuando la puerta fue abierta sin previo aviso. En el arco de esta se pudo ver a un agitado y sorprendido rizado de ojos verdes. Louis se quedó estático mientras el contrario se lo comía con la mirada.

"Y-yo... lo s-siento, no pens..." Fue interrumpido al ver como Harry se acercaba a el sin parar de mirarle. El verde de sus ojos era casi imperceptible ya que era la pupila la que acaparaba todo el espacio. Se acercó y se posicionó justo encima haciendo que el castaño callera para atrás soltando un gemido. 

Se comenzaron a besar intensamente y a deshacerse de la ropa del mayor. Cuando solo le quedaron los boxers, Harry miró bien las facciones del menor y colocó sus manos arriba del torso ajeno aún sin tocarlo. Sé quedo unos segundos contemplando el pecho al descubierto, sin poner una mano encima. Louis frunció el ceño.

"¿Q-que...? ¿Que pasa?" Harry por fin le miró a los ojos y el castaño pudo darse cuenta de las lagrimitas que reposaban en sus cetrinos ojos. El mayor se aparto y seco las lagrimas con su desnudo brazo.

"L-lo siento, me voy" Se puso una camiseta y unos boxers tan rápido como pudo e intentó salir. El castaño hizo lo mismo, se puso unos boxers y siguió al mayor entre tropezones. Cuando logró alcanzarlo le tocó el hombro, este se sacudió y siguió su camino. Se escuchaban unos muy leves sollozos. Ya estaban casi llegando al cuarto cuando Louis pudo agarrar el brazo del rizado y girarlo.

"¿Qué te pasa?" Harry abrió la boca como para decir algo, pero se calló en seguida. A Louis se le rompía el corazón de tan solo verlo así y por un segundo, solo un segundo, se olvidó de lo que había estado haciendo hace un segundo. Se abalanzó al rizado y le abrazo intentando reconfortarle. "Lo siento, no puedo hacerlo" dijo devolviéndole el abrazo.

"¿Es por mí?"

"N-no, no es que no quiera. No te preocupes" Suspiró y apretó a Louis más fuerte. "Vamos, va a pasar algún mayordomo y te va a ver" Cuando estuvieron ambos tumbados en lam cama Louis se apoyó en el pecho del más alto.

"¿Estás mejor?"

"Sí" Se inclinó para dar un casto beso en la coronilla del castaño. "A dormir"

"No hemos cenado"

"Es cierto" Hubo unos segundos de silencio.

"¿Por qué has venido antes?"

"Porque te echaba de menos"

"Ooooowww..."

"..."

"Solo acabaste todo el trabajo, ¿Cierto?"

"Puede, pero también te echaba de menos"

"ok"








All the love:

Anónimo


Subastado/ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora