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Lily.

Busco entre mi ropa para ver que podría ponerme, me lanzo sobre la cama mientras observo que toda mi ropa está en el suelo. Decido tomar mi celular y mandarle un mensaje a Alai.


Para: Alai

¡Alai! necesito de tu ayuda

De: Lily xoxo


Para: Lily

Pero ya estoy en camino a la fiesta, pero esta bien iré, espero y sea importante :)

De: Alai


Mientras espero a Alai me dirijo hacia la cocina para ver que podría comer, ya que no quiero que se me suba rápido el alcohol.

Después de diez minutos llega Alai y le cuento sobre el problema que tenía.

—¿Ese era tu problema? —pregunta sarcásticamente.

—Pues si, ¿qué tiene de malo?

—Lo que tiene de malo es que me retrasas para llegar a la fiesta.

—Bien si tanto te importa llegar temprano vete, ya sera mi problema que me pongo, gracias por tu "ayuda" —digo sarcásticamente.

Alai se queda callada por lo que he dicho, da media vuelta y sale de mi casa. Espero a que se vaya pero no lo hace y no le tomo importancia.

Me giro sobre mis talones y subo las escaleras, busco entre mi ropa que está tirada en el suelo y encuentro un vestido negro con un cinturón al rededor de la cintura color rojo, busco unos tacos negros con un adorno de un moño al costado, me maquillo sólo las pestañas y los labios de rojo, bajo las escaleras, tomó mis llaves del carro y salgo al garage, pero me encuentro con Alai mirándome a los ojos, la empujo fuera de mi camino pero antes de dar el paso me llama.

—Lily perdón por decir indirectamente que me importa más la fiesta que tú.

—Alai, no debiste de haber hecho eso, yo sólo te pedí ayuda más no otra cosa.

—¿Crees que todavía podamos irnos las dos juntas?

—Mmmm... yo creo que si.

—Eso de creo no no me suena bien. —dice ella provocando mi risa.

—Vamos se nos hace tarde y yo quiero alcohol y cigarros.

—Un día de estos vas a morir.

Subimos al carro riéndonos de tonterías, Alai comenzó a manejar a una velocidad rápida pero sin que pasáramos los excesos.

—Alai, esto es aburrido, pisa el acelerador.

—Si hago eso nos mataremos o nos multarán.

—Deten el auto.

—¿Para qué?

—Tú sólo para el auto, cambiaremos de asiento.

—Pero...

—Pero nada, cállate y baja del auto.

Las dos bajamos del auto e intercambiaremos los asientos, tomo el volante, enciendo el auto y empiezo a acelerar para intentar llegar a 180 kilómetros por hora. Intento bajar la velocidad pero es inevitable, siento la adrenalina recorrer todo mi cuerpo, volteo por un momento a ver a Alai y vuelvo la vista a la carretera, mi amiga tiene cara de "vamos a morir" haciendo que empiece a reír por su expresión.

—¡Lily estas demente!

—Que exagerada eres, Alai.

Veo una patrulla en el retrovisor que nos viene siguiendo diciendo que nos detengamos y es lo que hago, me orillo en la carretera para escuchar al oficial.

—Buenas noches, ¿me permitiría su licencia? —observo al oficial que está en mi lado izquierdo, noto que tiene como 20 años, demasiado joven de ojos azules, con un cuerpo con el que morirías de solo verlo.

—Señorita su licencia por favor.

—¡Ay, si! disculpe oficial. —me agacho provocativamente para agarrar mi cartera, siento una mirada recorrerme la parte superior de mi cuerpo, miro a mi amiga que tiene cara de sorpresa por mi reacción. Saco la licencia de conducir y se la doy al oficial.

—Gracias Señorita Williams, —dice mirando el pedazo de plástico que tiene en manos. —por exceso de velocidad es una multa de 150 dólares.

—Oh, no sabía que nos multarían. —digo haciéndome la que no sabe nada, me bajo del auto con mi vestido que me llega a mitad del muslo —Que le parece si lo negociamos y no me pone esa multa. —me muevo haciendo que el escote de mi vestido se mostrará más de lo que debería, noto que el oficial Jake se pone nervioso.

—No creo que suceda eso, Señorita Williams.

—Pero yo estoy notando que se esta poniendo nervioso, eso me da a entender que si quiere —digo mientras me voy acercando hacia él y le agarro el bulto en su pantalón que ya se nota —No se resista más oficial Jake

—Ah...Señorita...no haga eso...ah

—Guarde silencio, oficial —digo mientras quito mi mano de su erección bajo su pantalón.

—Las dejaré ir ya que usted, Señorita Williams, hace unas cosas muy buenas.

—Gracias oficial —camino hacia el auto moviendo mis caderas exageradamente.

Después de subirme al auto, lo enciendo y arranco, Alai llama mi atención.

—Lily, si estas como loca sin alcohol, ya me imaginó con alcohol. -dice haciendo que se me escape una carcajada

—Cálmate, estoy muy bien

—Seguramente vas a salir sin virginidad.

—El que sea fresa y aventada no significa que llegue a ese grado. Mira, ya nada más nos falta una calle más y llegamos a la diversión —digo para cambiar de tema.

Estacionó el auto, bajamos y entramos a la fiesta. Ubico a Kaya, Tony y Alli al final de la entrada, pero yo decido ir por un trago de vodka, cuando regreso a la entrada y ya no está Alai, me fijo si estará con las demás pero las he perdido de mi vista, le tomó la menor importancia y me pongo a bailar al ritmo de la música.



Anthony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora