4.

36 0 0
                                    

Allison.

Kaya y yo a penas llevamos media hora aquí y puedo decir que ya tenemos bastante alcohol en nuestro cuerpo, aunque aún no hemos hecho nada vergonzoso. Pero sí, ya parecemos unas zorras coqueteando con cualquier chico guapo que se nos cruce en el camino. Vamos agarradas de la mano muy felices, paseando por toda la casa pero de un momento a otro, y sin saber muy bien cómo, ella está en una esquina con un muchacho que no alcanzo a distinguir, solo espero que por su bien y el bien de todas no sea el idiota de Tony. Por cierto hablando de todas no he visto a Alai ni a Lily y si ya llegaron, no me di cuenta, creo que nadie lo hizo.

No sé como pero ya tengo otro vaso rojo en mis manos con un líquido azul o rosa, no se, pero sabe demasiado bueno. Esa nueva bebida me hizo sentirme mas mareada y cada paso que doy me siento como Bambi recién parido. Como puedo llego a una habitación de esta inmensa casa, pero entro y creo que fue una mala decisión.

—Lo siento, busco una habitación .... ¿Disponible? —sinceramente no sé quienes son estas personas, no puedo distinguirlas. Tal vez sea por el alcohol o por que ya estoy tan ciega como Kaya, como sea, se que las interrumpí. Después de la no agradable escena salgo como puedo de ese cuarto y en seguida abro otro porque yo ya no doy para más. Pero vaya que no tengo buena suerte porque el cuarto que abro esta rodeado por zombies adolescentes borrachos. Siento la mirada de uno en ese momento.

—¿Que tanto me miras? —bien, el alcohol me hace un poco ruda.

—Estas muy buena. —Lo miro con interés. Este tipo realmente es muy ardiente, le gusto, estoy borracha y aburrida así que un buen sexo no hace mal una noche de fiesta. Me acerco con delicadeza y lo beso apasionadamente. Él se sorprende pero después corresponde a mi beso y después de minutos ya estamos en una cama que no se de donde salió.

—¿Podrías dejarme sola? —parece que el remordimiento vuelve y me ha salvado de muchas cosas.

—Pero... —el chico realmente esta confundido pero no estoy como para darle explicaciones a un desconocido, a parte el alcohol ya salió de mi sistema o bueno ya no estoy tan borracha como antes.

—Maldita sea, solo hazlo. —el chico sale con su ropa en mano, dejándome sola en la habitación como tanto quería.

Una vez más el remordimiento vuelve después de estar con un chico, las ganas de llorar vuelven y esto cada vez es peor. Estoy harta de sentirme así, hay veces en las que me canso de esta vida que llevo y quisiera irme y no volver a ver a nadie; y lo haría si no estuvieran esas tres locas y el idiota de Tony en mi vida, porque me importan. Me importan a pesar de que a diario Lily y yo estamos molestándonos una a la otra, a pesar de que Alai y yo siempre discutimos por la paciencia que no tiene y terminamos peleadas, a pesar de que Kaya nunca dice nada y a pesar de que Tony y yo siempre estamos peleando de una manera muy infantil y a veces hay momentos incómodos en que coqueteamos pero no existe nada más que una amistad. A pesar de todo eso me importan y ellos son la razón por la cual sigo aquí, con esta pésima vida que llevo de chica fácil.

Quiero dormir pero un chico en la puerta me lo impide.

—¿Que haces aquí? —es Tony, la última vez que lo vi estaba con mi amiga.

—Nada. —estoy limpiándome las lagrimas, soy una chillona sin control. —Solo estaba .... ¿Reflexionando? Sobre mi gran vida. —digo con sarcasmo y me doy cuenta que sigo borracha por lo cual eso me hace ponerme sentimental. Él solo suspira y se acerca a mi, supongo que ya esta acostumbrado a esto por todas nuestras borracheras, se sienta a lado mío y me ofrece sus brazos, por cierto muy fuertes y cómodos. Bien, Allison, aleja esos pensamientos puercos, es un momento serio.

—Ya no puedo, Tony. —digo por fin, después de lanzarme a sus brazos.

—Si puedes Alli, solo tienes que intentarlo, ¿por qué te aferras tanto a ser como eres, si en realidad quieres ser diferente?

—Es que no lo entiendes Tony, lo intento pero no lo logro. —de verdad tengo que dejar de hablar o de tomar, no, mejor de hablar porque el alcohol es el alcohol.

—Te ayudare pequeña. —es lo último que escucho decir a Tony. Me quedo dormida en sus brazos y vaya que es muy cómodo este tipo.

Realmente no dormí mucho pues ya no estoy tan cómoda y no tardo en descubrir porque. El idiota ya no esta aquí, el alcohol por fin salió de mi cuerpo, a lo mejor y si dormí bastante. Bajo las escaleras y hay zombies regados por todos lados, unos vomitando, unos dormidos encima de otros, unos teniendo sexo salvaje a lo libre y luego están los que solo están bailando y ahí está Lily, bailando salvajemente con un desconocido. Tengo una grandiosa idea, quitarle la diversión a mi linda amiga ya que yo no pude tener la diversión que quería.

—Vamos Lily, tenemos que prevenir que no pierdas lo más importante de tu vida y tengas un bebé después. —si no estuviera consiente ahorita, la hubiera dejado ahí sin importarme nada, pero ahora estoy en mis cinco sentidos con un dolor de cabeza impresionante.

—Pero Alli, —se queja. —quiero divertirme un rato más. —dice mi amiga haciendo un puchero y por poco me convence para dejarla otro rato más, pero soy inmune a sus pucheros.

Después de mucho discutir, por fin estamos en la salida.

Anthony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora