Izuku: El heredero de los seis ojos.

Reunión familiar

Narración normal:

Tokio.

Una ciudad iluminada día y noche, absurdamente grande y en la que siempre sucedía todo lo bueno visto en las pantallas, persecuciones policiales, espectáculos callejeros, eventos importantes, etc

O bueno, esa era lo que creía Izuku.

Izuku: "Me la imaginaba mas impresionante" - comparo la realidad con sus imaginaciones desproporcionadas

Recostado en la ventana de un coche observaba el paisaje, no se veía muy diferente de su hogar, si bien ya había venido a Tokio hace tiempo, no tenia casi ningún recuerdo de afuera del complejo en el que vivía su abuelo, si acaso una vez en la que fueron a un restaurante

Luego de bajar del avión y recoger sus cosas en el aeropuerto, su madre llamo un taxi para que los llevara a su destino, y ahí se encontraban ahora, los dos en los asientos de atrás con el conductor delante, quien antes de subir intento coquetear con su madre.

Ni siquiera en otra maldita ciudad desapareció la gente a la que le atraía su madre, suerte tiene de que a ella no la compras con solo halagos a su físico.

Al cabo de poco mas de una hora terminaron llegando al complejo de su abuelo, bajaron del coche cargando sus cosas entre los dos

Como se esperaba el lugar era bastante amplio, normal teniendo en cuenta que vivían muchas familias ahí dentro, no solo su pariente.

Junto a una buena decoración las casas obtenían esa esencia antigua que recordaba especialmente, de hecho era lo que mas le gustaba la primera vez que visito toda la zona

Ubicada a la izquierda casi al fondo de todo, estaba la casa de su abuelo, bueno, "casa" si se le puede decir así, todas eran básicamente varias casas juntas cosa que era normal gracias a las numerosas familias que habitaban en ellas, su abuelo vivía solo, junto a los sirvientes y sirvientas que tenia

Así que en comparación para el no era una casa.

Caminando al lado de su abuelo, pasaron por en frente de todos los hogares, notando como las personas que se encontraban afuera los miraban de una manera extraña, sobre todo al pequeño Izuku

Susurraban cosas entre ellos que no llegaba a entender, solo una pequeña conversacion de dos hombres que cruzo por al lado

"Tendrá esos ojos?" pregunto uno de ellos a su compañero que tenia al lado

"Lo dudo, si ese fuera el caso Hiromasa no habría permitido que viviera fuera de aquí, seria una locura" respondió el otro de brazos cruzados sin creerse la situación para nada

Ojos? A que se referían? Es decir, sus ojos y los de su madre, que resplandecían con un tono celeste brillante, eran bastante llamativos, no podía negarlo, pero tampoco es como que los notara mucho mas especiales que eso.

Otra pregunta que no iba a ser respondida, yei.

Siendo llevado por su madre para que no se metiera en conversaciones ajenas, llegaron al portón de la parte de afuera, el cual poseía un gran tamaño, tanto de ancho como de largo

Tocaron timbre y al cabo de poco más de un minuto la gigantesca puerta fue abierta de par en par, desvelando a una joven mujer

La chica que aparentaba poco más de 20 años, tenía un cabello rojizo y sedoso que descendía hasta su cintura, una piel clara acompañada por ojos de color morado, con un traje de sirvienta que combinaba con su apariencia

????: Inko-sama, un gusto tenerla por aquí de nuevo, lo mismo con Izuku-sama - hizo una reverencia ante ellos, con la mirada fija en el suelo

Inko: Ebi-chan, te conozco prácticamente desde que naciste, no hace falta el "sama" - fue la respuesta de la mujer de ojos brillantes, sacudiendo su mano de un lado al otro levemente en un gesto de negación