Izuku: El heredero de los seis ojos.

El clan Gojo volverá a resonar en el mundo.

Narración normal:

"Wahuaha, bast-basta! Hace cosquillas wahuaha!"

Rodeado de maldiciones quienes poseían un tamaño de aproximadamente la mitad que un ser humano, olfateaban y frotaban sus cabezas con el pequeño peliblanco recién llegado a la residencia.

Maravillado jugaba y tonteaba con estas, acariciaba sus cabezas y los abrazaba disfrutando la experiencia, mientras Ebi se mantenía a un par de metros de distancia observando por si acaso.

Unos pasos cercanos resonaron al cabo de los minutos, ambos adultos que se encontraban en la habitación salieron de esta y los acompañaron al salón, Inko ya se había quitado sus gafas así que no pudo entender bien que hacia su hijo, Hiromasa tan solo resoplo y vio a Ebi, la cual volteó con una pequeña sonrisa en el rostro

Hiromasa: Verdaderamente te agrada el mocoso. - le hablo a la pelirroja resignado.

Izuku: Abuelo! Abuelo! Como se llama el! - señalo con la mano izquierda a una maldicion que estaba mordiendo su mano derecha de manera juguetona

Hiromasa: Si...no deberías dejar que haga eso.

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Las horas pasaron volando, ya habían almorzado todos juntos, sirvientes incluidos en el gran comedor que tenía el hogar, luego de eso Ebi fue a darle un tour a Inko, quien no recordaba muy bien el lugar por lo grande que era.

Izuku decidió quedarse con su abuelo admirando el jardín, sentado entre sus piernas la maldición que le mordía la mano ahora estaba acostada sobre su cabeza, su espalda recostada en el cuerpo del hombre descansaba viendo el paisaje

Hiromasa: Izuku, tu madre me dijo que tu descubriste todo solo, así que me imagino que sabrás de lo que estuvimos hablando. - fue lo primero que dijo, igual a su descendiente miraba hacia fuera, el césped de un color verde brillante que hacía contraste con el pequeño lago de allí.

Izuku: Bueno, más o menos. - respondio  de inmediato - Quiero decir, se que hablaron sobre que yo puedo usar energía maldita, y siendo nuestro clan tan importante como leí en el libro, significa que tendrán que hacer algo conmigo.

Hiromasa: Exacto. - confirmo la conclusión del niño - A tu madre no le gustó mucho la idea, pero tendré que prepararte para volverte hechicero y futura cabeza de clan, y déjame decirte que no será nada fácil, pero quiero saber, que opinas de esta decisión?

Izuku: Ser un hechicero...- bajo la vista a sus puños, los abrió y cerró un par de veces mientras pensaba en algo - Creo que puedo hacerlo, yo quería ser un héroe y ellos siempre arriesgan su vida, con un hechicero me parece que es lo mismo, solo que contra las maldiciones, así que no me asusta demasiado...- levanto la cabeza cruzando su mirada con la del anciano, su boca formo una gran sonrisa que demostraba confianza - Cuenta conmigo!

Hiromasa suspiro al escuchar al niño, le salió una pequeña gota de sudor en la frente y su rostro se veía incrédulo

Hiromasa: Tienes hasta la personalidad de un heredero del "Rokugan", que miedo.

Izuku: El que? - pregunto sin haber entendido a que se refería

Hiromasa: Luego te lo explico.

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Estuvieron un rato más charlando sobre idioteces, Izuku soltaba preguntas bobas y Hiromasa le seguía el juego sin molestarse, no era como si le perjudicara responderlas, de paso, le servia para saber más del pequeño, como llevaba un año sin verlo, y los sucesos más importantes en su vida fueron recientes (Muerte de su padre, descubrir que es quirkless, aprender a usar energía maldita, mudarse, etc), le venía bien enterarse de el.