kanojo okarishimasu: El Amor de Chizuru (Temporada 3)

Capitulo 11 ~La otra Novia~ Parte 1

Finalmente, el sol había salido después de casi tres semanas que había estado lloviendo, la mayoría de las actividades citadinas se habían reactivado, de nuevo un calor abrazador se sentía por todos lados una vez que la humedad (que también influyo) en el ambiente se disipara. Aunque no se mencionara a voces, la mayoría de las personas concedían en un punto, que aun que pareciera irrelevante, la realidad es que fue un gran inconveniente para muchos. —Todavía queda una gran cantidad de ropa por lavar —dijo Kazuya con un dejo de fastidio mientras colgaba unas cuantas prendas en el tendedero de su balcón —¿Qué esperabas? —escucho Kazuya del otro lado del balcón separados por una pared —después de todo por la lluvia era imposible lavar —comento Chizuru que también estaba colgando prendas en su tendedero —como no vivimos cerca de una lavandería , era imposible llevar toda nuestra ropa por la cantidad de agua en la ciudad, y de todas formas las lavanderías todo el tiempo estaban ocupadas —señalo ella —aun así... —dijo Kazuya, ese tipo de labores domésticas le aburrían —¿Por qué no llevamos nuestras ropas a la lavandería ahora que dejo de llover? —pregunto Kazuya —¿Qué sentido tiene hacerlo ahora que podemos hacerlo nosotros? —pregunto Chizuru —ahórranos este fastidio... —dijo Kazuya en voz baja —¿dijiste algo? —pregunto ella —¡n- nada!— dijo Kazuya rápidamente, de alguna manera prefería no insistir sobre el tema, sabía que Chizuru era una persona muy ordenada y de iniciativa, lavar ropa o cualquier otra actividad ya sea domestica o laboral que requiriera su atención ella la haría sin objeciones y él no quería que pensara que estaba con alguien que era demasiado haragán para seguirle el paso.

¿Kazuya? —la voz de Chizuru lo llamo por el balcón después de un rato —¿he? ¿llamaste? —pregunto este asomándose un poco por el balcón tratando de ver hacia el apartamento de Chizuru —<<pe-pe-pe-pe-pero si son...>> —pensó Kazuya sonrojándose —la ropa i-i-i... — Kazuya no pudo evitar ver la ropa interior de Chizuru quien colgaba del tendedero —¿se puede saber que haces? —pregunto Chizuru quien salía del interior de su apartamento con otra carga de ropa —n-n-nada —dijo rápidamente Kazuya aculándose de la vista —¿p-para que me llamaste? —pregunto el tratando de no parecer culpable aunque no podía evitar tener aun en la mente la imagen de aquellas pantaletas —<<lo siento Chizuru, aun no se me ha quitado completamente lo idiota>> —pensó con pequeñas y fugaces lagrimas—¿me estas escuchando? —escucho que decía Chizuru —ah, lo siento mucho —dijo Kazuya tratando de controlar la voz —¿se puede saber en qué piensas?—pregunto ella ligeramente irritada —¿pensar? ¿pensar qué? ¿yo?, p-p-pero si sabes perfectamente que casi no pienso —dijo Kazuya nervioso —¿ahora que te pasa? —pregunto Chizuru un poco asustada —no-no es nada —dijo Kazuya deprimido pues se dio cuenta de que el solo estaba apretando el nudo de la soga que el mismo se había puesto en el cuello — te decía que mi detergente esta por terminarse —dijo Chizuru calmadamente —¿detergente? —repitió Kazuya —es cierto, con la cantidad de ropa acumulada y el hecho de que no tuvimos la oportunidad de ir de compras a causa de la lluvia es lógico que su detergente este por terminarse —dijo Kazuya en voz baja —te recuerdo que estoy aun metro de distancia de ti y escucho tu monologo —dijo Chizuru —pero tienes razón —concedió de todas formas —quiero preguntarte si tendrás un poco que puedas darme aunque claro puede que también tengas mucho que lavar —observó ella —¿mucho que lavar? —repitió Kazuya un poco embobado y miro hacia su propio tendedero. Apenas unos cuantos calcetines, ropa interior y una playera colgaban de su tendedero —i!gh! —miro hacia su apartamento, había una considerable cantidad de ropa acumulada que aún estaba sucia —iré a tu apartamento si no te molesta —dijo Chizuru —esto...—Kazuya se puso nervioso al pensar en que diría Chizuru se diera cuenta de que se había hecho el tonto y no había lavado casi nada de lo que había acumulado por casi tres semanas.