🌸III🌸

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Una fina y suave lluvia había comenzado a caer.

Los tres corrieron a verlo.

-D-Dazai... -susurro el pelirrojo viendo los moretones en su cara, las marcas en su cuello y brazos, su ropa mal puesta y llena de sangre, la mordaza en su boca.

-Akutagawa su pulso -hablo el castaño serio.

-Leve muy leve, pero en lo que cabe... es estable, al menos una hemorragia.

El castaño se comunicó con los demás, temían moverlo puesto que apenas tocarlo se quejaba de dolor, le pidió a Kunikida que no dejara que las chicas se acercaran al lugar.

Yosano iba en camino, sabía que era urgente, al albino le costaba mucho respirar.

El castaño suspiro, intento hacerlo con cuidado, quito la tela que cubría su boca, dejando ver dos moretones más y sus labios rotos.

Kunikida llego en ese momento corriendo junto con Yosano.

Ambos se detuvieron al ver al chico.

La doctora fue la primera en reaccionar, corrió al chico, comenzó a revisarlo.

- ¿Es grave? -pregunto Kunikida con la voz temblorosa.

-Algo... órganos dañados y contusiones, hemorragia interna... intento defenderse... no sabría decir si lo empeoro o salvo su vida -hablo la mujer quitándose sus guantes, los demás se quedaron callados, apenas tocar el brazo del albino comenzaron a sanar las heridas físicas.

Rasguños y moretones se quedaron, pero ya no era tan mortal como hacía unos momentos, la mano de Yosano lo seguía tocando, pero las heridas ya no sanaban.

-Sobredosis de una droga -murmuro- no se si vaya a despertar pron...

La interrumpió la mano del albino, que tomo su mano, tratándola de alejar con la poca fuerza que tenía, ni siquiera conseguía abrir los ojos.

-Déjame -suplico el chico en un susurro- ya déjame, por favor... duele.

Todos sintieron un peso en su pecho apenas oír al chico, Yosano paso una mano por su mejilla con cortes y golpes.

Atsushi intentó quitarse desesperado, quejándose por el dolor de moverse.

-Shhh -susurro la mujer- somos nosotros, estarás bien ¿sí? no te muevas por favor.

Como pudo abrió levemente los ojos, estaban algo rojos, veía borroso, pero distinguió el cielo, oscuro arriba de ellos, la lluvia que caía, ya no estaba ahí, había salido de ese lugar...

Vio esos rostros familiares, sentía su corazón partirse, si tan solo pudiera levantarse y decir que todo estaba bien, si tan solo pudiera ocultar sus heridas...

Su respiración se volvió agitada, había sido su culpa... su estupidez, su falta de fuerza, ahora lo veían con pena, los lastimaba... si tan solo... hubiera sido algo mejor.

Vio al cielo nublado, con algunas estrellas asomando de vez en cuando, nadie decía nada, y él no tenía la fuerza para hacerlo, había salido, sí, pero los recuerdos estaban ahí... había estado inconsciente la mayoría del tiempo, eso era bueno ¿no?

Su mente alternaba entre aquellos ojos rojos, en la electricidad recorriendo su cuerpo, aquella cicatriz, y aquellos golpes en su rostro.

Sintió una mano tomar la suya en el mismo momento en que las lágrimas volvieron a surcar su rostro, sin embargo, no sentía nada, ni tristeza, ni ira, solo veía al cielo, irónicamente lo encontró hermoso, lo ayudaba a no pensar.

-Q-que bonita noche -susurro antes de suspirar- n-no saben... lo mucho que lo lamento... lo intente, de verdad lo intente.

El agarre en su mano se hizo más fuerte, Yosano volteo a ver a los demás, si no hubiera sido por la lluvia habrían estado seguros de que en ese lapso el tiempo se había congelado, pero... también si les hubieran preguntado... habrían dicho que no podía ser más que un mal sueño... el tiempo se había alargado y acortado al mismo tiempo, durante todo ese día, sin remedio alguno.

Cerezos marchitos -Bsd Nakajima Atsushi angst-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora