A pesar de que me incomodaba la idea de seguir trabajando con mujeres, sabía que el apoyo y asesoría de la doctora Harker me seria muy útil, se que ella me ayudará en lo posible... Porque...
-Espera... ¿Porque pienso mucho en la doc Harker? Si, se que es muy bonita y todo, pero es la psicóloga/Psiquiatra que me ayuda, no debo ver más allá de eso, estoy seguro que me repudiaría si se enterase...
Llegando al hospital sólo pensaba en trabajar esperando a que el tiempo pase lo más pronto posible y llegar a casa y escuchar esos audios que me siguen dando curiosidad, que siempre que los oigo, no recuerdo que es lo que escucho, y claro, ver a la doctora...
Pasado la semana ya era hora de mi consulta, pero me sentía extraño, tenía un cosquilleo en la mente y en el pecho, no quería pensar mucho en eso cuando llegue al consultorio y toque la puerta, me abrió la doctora, se veía muy guapísima y sexy.
-Buen... Buen día doctora Harker.
-Buen día querido. Pasa por favor, te estaba esperando...
-Gracias.
Me adentré en el consultorio y había algo... En el aire... Un aroma dulce... Yo... Adoro los aromas... Dulces... ¿Era su perfume acaso...?
-Y cuéntame, ¿Como te has sentido en estos días, que has pensado, has tenido más conflictos?
-Yo, no he tenido problemas, pero trabajar entre mujeres... Me incómoda demasiado doctora... No estoy tan acostumbrado a estar muy cerca de una mujer, o de varias... No puedo hablar con ellas sin que piensen que me declararé a ellas o que las acose...
-¿Y con todas las mujeres sientes eso?
-Si... Digo, es algo extraño... Con usted no doc. Se que no llevamos muchas consultas pero bueno, quizá porque me ayuda a nivel profesional o algo más... Pero con usted me siento más tranquilo. Más pacífico, yo... Quizá...
El perfume en el ambiente me estaba mareando, me sentía con algo de calor y mi corazón se aceleraba, parecía que tuviese taquicardia...
-Doctora, ¿puedo recostarme un momento? Me siento mal...
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Amor Psicológico/Enfermizo
General FictionUn paciente con traumas detrás, una Psiquiatra enamorada, y una obsesión peligrosa harán una nueva víctima del Síndrome de Estocolmo.