Amor Psicológico/Enfermizo

Venganza

No he tenido ningún indicio de el desde que lo lleve a casa, no me escribe, no me llama, ha pasado una semana y no vino a las últimas dos consultas, me preocupaba que lo haya asustado muy pronto, pero sentía la necesidad de hacer más con el, sabía que a el también le gustaba lo que hacía con el, así que le tendría una sorpresa para la siguiente vez que nos vemos, porque se que volvería, pero primero...

-...

-¿Hola?

-Hola amiga, ¿como estas? Espero no quitarte mucho tiempo.

-Descuida, aquí revisando la cantidad de personal disponible para el siguiente mes. Y hablando de personal, ¿como va nuestro chico? No me has informado nada.

-Exactamente por eso te hablaba, no se ha presentado en las últimas dos semanas y me estaba preocupando, y te llamaba para saber si ha ido a trabajar, o si había desaparecido.

-¿En serio? Pues... Si, si ha venido a trabajar, pero no ha mencionado nada, y no sabía que había dejado de ir contigo.

-Oh ya, lo bueno que aún existe, tan bien que íbamos en las terapias, bueno, se hizo lo que se pudo, gracias amiga, no te molesto más.

Así que sólo deja de venir... Supongo que lo obligarán a volver, mientras prepararé algo de mis viejas clases de hipnosis...

Se supone que hoy es día de consulta, pero no se si vaya a venir...

*Toc toc*

Mmm, ¿será?

*Toc toc*

Poco a poco sin hacer ruido me levanté y le abrí la puerta con actitud fría.

-Pasa.

Lo note muy nervioso, ¿será la forma en la que le hablé o el miedo a regresar?

-Sientate, ahora.

Le di la espalda para tomar el viejo reloj para hipnosis y cuando voltee a verlo lo ví confundido y asustado, como me encanta.

-El día de hoy practicaremos un método de hipnosis de liberación, así que sin decir algo pon atención.

Comencé a hacer movimientos de péndulo mientras ponía más de mis audios modificados y le hablaba con frialdad y dulzura.

-Poco a poco, tu iras olvidando tus miedos, tus fortalezas, sólo pensarás en mí, el placer será tu nuevo régimen de vida, yo seré tu diosa, te haré pagar por estas dos semanas que no me visitaste, te haré sufrir de las formas más excitantes que me pueda imaginar, suplicarás por piedad, y quizás querrás que te mate, pero no lo haré, te convertiré en mi juguete sexual, quieras o no, te doblegaré, te romperé y lo disfrutaré, ¡y serás sólo mío!

El ver su cara de miedo, el tratar de resistirse a mi hipnosis es tan dulce, quisiera comérmelo y no sólo a besos, pero veía que su mente era fuerte, trataba de levantarse del sofá, pero con un solo toque mío lo regresaba a su lugar, menor que yo, y pronto debajo de mi.