Cαpítulo 12

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Las desventajas de ser puta.

   Todo era horrible en ese día. Desde mis rodillas ensangrentadas hasta mi ropa mojada ¿Por que estaba mojada? Pues la gran lluvia de verano que nos bañaba respondía todo.

   Daré un breve resumen de lo que pasó. Un chico afroamericano, posiblemente un acosador en potencia y un criminal, me salvó del acoso de eso alfas, si, si, no lo iba a negar. Pero, tampoco podía negar el  hecho que ¡me estaba siguiendo! ¡Sin mi permiso!

   El personaje en cuestión alegaba que quería acompañarme a mi casa:

   —Te acompañaré hasta tu casa

   Y yo por obvias razones me negaba.

   —No, ni cagando le daré mi dirección a un extraño.

   —Pero ya conozco donde vives.— Si que era un pervertido.—O sea, por favor no pienses mal, conozco donde vives por que trabaje un par de veces como moso en los eventos que hacían allí.

   —No te recuerdo.

   —Lo suponía.— Susurro con los hombros caídos. —Pero no importa, ¿Estas seguro que no quieres que te lleve?, mi bici está en la tienda.

   —No, gracias.

   Un aventón sería genial, pero nop.

...

   Al final si tuve que aceptar por que una lluvia del orto nos empezó a caer y prefería mojarme cinco minutos en una bici con un desconocido a estar como imbécil parado debajo de un techo esperando quién sabe cuanto a que acabe la lluvia. Espoiler alert, hubiera escogido la segunda opción.

   Recogimos la bicicleta de la tienda donde trabajaba el beta, según él su turno ya había acabado, pero para ser honestos yo no veía nadie más que lo remplazará.

   Su bicicleta era una muy vieja, tenía calcomanías de bandas locales pegadas por todos lados y el cuero del asiento estaba desgastado, era fucsia con morado, así que asumí que era realmente de su hermana, también era fácil decirlo por el nombre Ámbar escrito con pinta uñas negro en el manubrio, eso, o su novia era muy posesiva.

   —Conoce a Ámbar, mi bebé.— Oh rayos, el lunático le puso nombre a su bicicleta.— apuesto que no has visto nunca un vehículo tan increíble.

   Amigo, Jhon manejaba un Mercedes Benz era obvio que tú juguete era basura.

   Montamos en Ámbar antes de que la lluvia se pusiera peor, yo iba sentado en la parte de atrás mientras le guiaba a que calles entrar, pero él siempre respondía que ya lo sabía, cuando claramente no recordaba las calles con claridad.

   Cuando porfin estábamos a dos cuadras de llegar el decide ponerse a jugar, al dejar de hagarrar el manubrio. Y sólo guiarse por su equilibrio.

   —Mira esto, sin manos.

   —No seas pendejo que los vamos a matar.

   —No te preocupes, puedo hacerlo con los ojos cerrados.— ¿Acaso el no tenía sentido mínimo de supervivencia? Era de noche, estaba oscuro, la pista mojada y resbaloso y sobre todo él no estaba solo tenía mi peso extra, ¡Habían un montón de factores que ese beta imbécil no estaba considerando! —No estés tan tenso no va pasar nada.

   Y definitivamente pasó algo.

   Un gato cruzo la carretera de la nada, y Andrew tuvo poco tiempo para reaccionar, al final terminamos callendo a un lado luego de que la bici derrapara para no chocar con el gato y como si fuera poco “Ambar” termino con las ruedas hechas mierda al igual que mis rodillas y las palmas de mis manos.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2022 ⏰

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