Carrera a las Vegas

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Hola, ¿Cómo están? Bienvenidos a no tengo estabilidad mental y por eso voy a actualizar esto que dije que ya se había acabado. Pues así es, no quiero que piensen que lo hago para llamar la atención, sí, pero haremos como que no. No pues la verdad no lo hago por eso, creo que después de que dije que no volvería a actualizar, me "liberé" de algo y las ideas volvieron a fluir, ideas estúpidas como el resto, pero volvieron algunas. No pues nada más espero que disfruten este "extra" y una nueva aventura de los chicos. Tal vez en algunos capítulos "la rayis" o "T/N" rompa la cuarta pared o como gusten llamarlo, ya saben, hablar con el lector.

El epilogo fue algo confuso, es como si estuviera tratando de redactar un buen final T/N no lo hubiera permitido, las historias del principio del capítulo solo fueron recuerdos de antes que anduvieran ellos dos. Entonces fue cuando T/N se vuelve Deadpool (metafóricamente) y rompe la cuarta pared. Aún no sé como hizo eso, solo sé que volverá a hacerlo cuando quiera. Es como un personaje que se desarrolla aparte. O tal vez, sí debería visitar a un terapeuta.

Ahora sí a lo que venimos, los dejo con el capítulo.

*En algún Starbucks de Boston*

- ¡Mira esto! Es ridículo ¡Son las tres de la mañana!, ¿Quién querría un café a esta hora?

*De vuelta en la casa Evans*

- ¡Cielos! Tres de la mañana, hora de un buen café.

Bajé a prepararme un café, es decir, no bebo café porqué son las tres de la mañana. Son las tres de la mañana porque bebo café.

Está bien, eso no tuvo sentido.

Abrí el refrigerador y me dí cuenta que no había leche. Dicen que las personas que beben café negro, tienen mucha energía.

Hmm.

Pongámoslo a prueba.

Eso hice, me tomé dos tazas de cfé negro y un poco dulce. No pensé que fuera a funcionar.

Como esa vez que un amigo de la prepa me ofreció un brownie "mágico", ya sabes, y pensé que no pegaría. Pero lo que el idiota no me dijo es que le había echado coca.

No recuerdo mucho de esa noche, solo sé que en la mañana siguiente desperté en una habitación con un pavo real. Después Chris y Scott fueron a recogerme, cabreadísimos, a Springfield. Creí que era una ciudad ficticia, ya sabes, como Finlandia o Filadelfia. Pero no, resulta que es igual de real que Wakanda o Asgard.

De pronto sentí mi cuerpo caliente y ganas de corres de aquí a las Vegas y de regreso.

Pero no puedo correr sola, así que fui por Scott a su habitación.

- ¡Som! – grité antes de patear la puerta de Scott con todas mis fuerzas. - ¡ebody once told me the world is gonna roll me. I ain't the sharpest tool in the shed!- entré con ambos brazos alzados a mis costados .

- ¡¿Qué carajo?!- se levantó Scott molesto.

- Vamos a correr un maratón de aquí a las Vegas. – animé.

- Sí te vas de mi habitación ahora, no le diré a Chris que te acabas de meter otro bownie. – dijo dándose media vuelta y volviendo a cerrar los ojos.

- Pero no lo hice. – declaré.

- ¿Entonces porqué tienes mucha energía? - preguntó.

- Me tomé dos tazas de café negro y con mucha azúcar.

- Mju. ¿porqué no te vas sola?

- ¿Puedo?

- Claro, te doy permiso.

- Bien, nos vemos luego.

- De acuerdo.

*A la mañana siguiente*

- Scott, ¿no has visto a T/N?

- Ni idea, en la madrugada me dijo que si la acompañaba a hacer una carrera hasta las Vegas.

- ¡Ay no!

T/N Y LOS EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora