"Nadie me hace sentir como tú, y nadie te hace sentir como yo"

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Bien, chris estaba en la cama, de nuevo leyendo. Yo estaba en el baño con un vestido provocativo que compré, quería provocarlo diciéndole que iría a cenar con Tom Hiddleston, Scott me dijo que él se ponía muy celoso cuando le contaba que saldría, así que él mismo me ayudo a planear esto, no me arrepentiré, lo prometo. 

Salí del baño caminando apresurada mientras fingia buscar algo por toda la recamara.

- Chris, amor - llamé y solo recibí un extraño sonido proveniente de su garganta. - ¿No has visto mis aretes negros?

- No. - fue lo unico que respondió. Ni se molestó en despegar la vista de sus letras.

"Suerte Evans" pensé y acomodé mis pechos por sobre mi vestido.

- Diablos, Tom ya debió de haber llegado al lugar y yo aquí aún. - fingí preocupación.

Levantó la vista de su libreto con el ceño fruncido, y se quedó confundido examinándome un tiempo.

- ¿Por qué tienes eso puesto? - preguntó serio.

- Ah, Al fin notas que estoy aquí. - dije desinteresada.

- No te hagas, ¿A dónde vas? 

- Voy a cenar con Tom,  no te preocupes, y no me esperes temprano.

- ¿Con qué Tom? - su voz cada vez se notaba un poco mas grave.

- Hiddleston. Pero ya te dije, nada de que preocuparse, puedes seguir leyendo tranquilo.

- ¿Y así vestida?

- No le veo lo malo. - comencé a buscar alguna imperfección, aunque sabia a lo que se referia.

- Es muy corta, cambiate o no vas.

- ¿Disculpa?, no te estoy pidiendo permiso.

 - No me importa. Si no me dijiste que irias a cenar con ese, por lo menos ten la decencia de vestirte normal.

- Si te dije. Ahora, pero te dije.

- Ya hablé.

- Yo tambien, Christopher. - caminé seria a la puerta.

- Sí sales de la casa, cuando vuelvas te va a ir mal, no me quieres conocer.

¿Eso fue una amenaza? O sea, sí fue, pero ¿fue una de verdad? O sea, es verdadera, pero ¿debería preocuparme? ¿Tipo red flag? La primera vez que Chris se enojó tanto fue el día que nos hicimos novios, y fue el mejor sexo de mi vida...No creo que me mate...¿O sí?...la vida solo es una.

- Ya te dije que no me esperes a cenar - tomé la manilla de la puerta y salí.

Ok, eso fue estúpido, Tom está en Inglaterra, obviamente no creí que me dejara salir, ay no, creo que ya es tiempo, cada vez está mas distante.

Entré al coche y conducí a un restaurante, entré al baño y me cambie de ropa, me puse un vestido mas largo, con el que sí me sentía cómoda. Cené sola, no me molestó en obsoluto, lo que sí me molestó fueron dos chicos que no me dejaron cenar en paz, aunque les repetí que estaba bien, insistian en acompañarme a cenar. Tuve que salir del lugar antes y me dirigí a un parque de ahí.

[***]

Vaya, no puedo creer que estuve en un parque sola hasa las 2:30 de la madrugada. Conducí a casa y al llegar cambie mi vestido, por si las dudas, y me volví a poner el provocativo. Entré tratando de no hacer ruido, ya que ellos estarían dormidos, o eso creía.

Subí las escaleras y me dirigí a mi habitación, al abrir la puerta me asusté un poco cuando ví a Chris en el sillon sentado, los brazos recargados en el filo del respaldo, las piernas ligeramente abiertas y meneando un vaso con lo que parecia ser Whisky en la mano. No decía nada, solo estaba ahí mirándome con lascivia y una leve sonrisa. 

Cielos, eso me gritaba "arrodillate frente a él", miles de pensamientos lujuriosos pasaban por mi cabeza y sentía mi ropa interior mojarse. Traté de callarlos, para que yo pudiera hablar.

- Creí que estarías dormido. 

Silencio.

Cerré la puerta tras de mí y caminé hacia el tocador, Chris solo me seguía con la mirada.

- Tom me espera abajo, solo vine por otros zapatos. - me quité los tacones y fingí buscar otro calzado. Eso pareció molestarle, ya que carraspeo la garganta y se acomodó en el sillón.

Se levantó y caminó a la ventana para asomarse.

- El auto ya lo guardaste en la cochera y no hay otro.

- Te dije que me espera abajo, no afuera. Y el auto lo guarde por si pasa algo.

- No tiene sentido que si solo viniste a cambiarte los zapatos hayas metido el auto.

- ¿Sabes que no tiene sentido? Qué desde hace dos semanas no te importa lo que haga y ahora sí.

Tomé unos zapatos bajos y caminé a la puerta.

- Llego mañana.

- ¿Pasaras la noche con él?

- Compermiso.

Corrió rápido y con su mano logró cerrar la puerta de golpe mientras sentía su respiración en mi cabeza y su cuerpo en mi espalda. Tragué saliva.

- Déjame salir.

- ¿Para que te vayas con él? Nunca. - su mano libre quitó el pelo de mi cuello para darle paso a su respiración. - Eres mía nena, y yo soy tuyo. - rozó su naríz en mi cuello.

Recargué mi cabeza en su hombro, dejándome llevar por las sensaciones.

- Y no voy a permitir que otra persona te toqué - susurró y sentí el aire caliente...y no era lo único caliente. - ¿Sabes por qué? - me giró y con una mano apretó ligeramente mi cuello mientras la otra acariciaba mi abdomen. - Porque solo yo sé tus puntos débiles - me susurró al oido - Solo yo puedo hacerte ver las estrellas...Y solo tú puedes hacer que yo las vea, solo tú me enloqueces con un toque...nadie me hace sentir como tú, y nadie te hace sentir como yo.

This will continue...

T/N Y LOS EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora