C4• Te extrañé.

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A la mañana siguiente

Verónica entró a la habitación de Alma y los vió, sonrió y salió despacio, cerró la puerta y le gritó del otro lado para que no sepa que los acababa de ver...

<Verónica: Almi!! Me voy a trabajar, nos vemos luego (golpeando la puerta) bye hermanita te amo!!! (lléndose)>.

Alma: Vero (abriendo los ojos) si adiós!!! (miró a su costado) ¿Javi? Que haces aquí?

Javier: ¿Que...que pasa? Ay no!! Me quedé dormido.

Alma: No sabía que te habías quedado aquí a mi lado.

Javier: Perdón es que me dormi, no fui a la clínica anoche y no avisé, tengo que llamar.

Alma: Javi, quédate.

Javier: ¿Estás segura?

Alma: Mhm (sonrió).

Javier lentamente se acercó a ella y la besó, Alma lo tomo del rostro, era un beso suave, probandose, sientiendose, sus lenguas jugaban a la par, se separaron por un momento y sonrieron, Alma lo volvió a besar pero está ves, entre ese beso, Javier acariciaba el cuerpo de Alma, bajó los tirantes del camisón dejando los senos al descubierto, los miró y sonrió, beso su cuello y sin más atrapó un pezón en su boca, por primera vez estaba descubriendo ese cuerpo perfecto que tantas veces soñó, Alma jadeó y Javier le acarició la pierna, subiendo poco a poco las caricias, levantó el camisón y metió su mano dentro de la panty, sintió esa húmeda intimidad que lo pedía a gritos, Javier cayó un gemido con un beso, metió sus dedos dentro de ella, sin dejar de besarla movía su mano más y más, los gemidos de Alma lo estaban excitando aún más, ella movía sus caderas, apretando el brazo de Javier, ya no podía más hasta que estalló....

Javier: Te amo Alma (entre besos).

Alma: Yo...a ti....mmmm (con la respiración agitada).

Javier se quitó la ropa completamente, al igual que Alma, él por unos segundos se deleitó mirando ese cuerpo, ese que tanto deseaba, era única, perfecta, como él la había soñado, se mordió el labio y se besaron con locura, está vez besó cada rincón de su cuerpo, Alma disfrutaba como nunca lo había echo, sentir los labios de él en todo el cuerpo era único, besos húmedos, pero enloqueció cuando sintió la lengua de Javier en su intimidad, era la gloria, ella se aferró a las sábanas, gimiendo y retorciendo su cuerpo, él sabía lo que hacía y la estaba matando, de pronto subió y Alma protestó, tomó el miembro de Javier ya abultada, haciéndolo soltar un fuerte gemido...

Alma: Ya no puedo más, no puedo, hazme tuya!!

Javier: Mi amor...

Sin más entró en ella muy despacio, mirándola, disfrutando su rostro, sus gemidos, su cuerpo...Alma enredó sus piernas en la cintura de Javier y ambos se movían sin parar, jadeos en toda la habitación, besos, caricias, placer...sin dudas se amaron hasta agotarse, quedando uno al lado del otro, Alma con la cabeza en el pecho de Javier, con sus piernas entrelazadas, mimandose...

Javier: Aún no puedo creer tenerte así mi amor.

Alma: Ni yo, pensé que ya no vendrías.

Javier: ¿Me extrañaste?

Alma: Mucho, me di cuenta que te amo, que te necesito, aunque sea una locura.

Javier: Una linda locura, ay siii!!! Eres mía (abrazándola fuerte) mía!! Si supieras lo que siento por ti, eres mi vida, te amo tanto tanto.

Alma: ¿De verdad me amas así?

Javier: No lo dudes Alma, eres lo mejor que me pasó.

Alma: Y tú a mí, me ayudaste tanto, se que no es casualidad haberte conocido.

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