C9• Maestra.

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1 hora más tarde...

Verónica: Alma? Que te paso (observado el desastre a su alrededor y viendo a Alma llorar desconsolada) Almi que pasó?

Alma no respondía, solo lloraba, apenas podía respirar, estaba con un ataque y ya no habían pastillas...
Sin importar lo que había pasado, Vero llamó a Javier, él era el único que la podía ayudar...

Verónica: Necesito que vengas a casa de Alma.

<Javier: No voy a ir, ella ya decidió....>

Verónica: Espera!!! Escúchame Javier, no es por eso, Alma se puso mal, tiró todas sus pastillas y no se que hacer (llorando) no quiero que vuelva a la clínica porfa.

<Javier: Ok, iré lo más rápido que puedas, trata de calmarla por favor>.

Javier colgó y salió lo más rápido que pudo, en 10 minutos estaba en casa de Alma....

Verónica: Ay Javier por fin.

Javier: Alma, Alma mírame (tomándola del rostro) respira y mírame a los ojos.

Alma: No...no pue...do.

Javier: Aquí estoy, no hagas eso mírame!! Respira despacio, tu puedes, así, si puedes.

Verónica: Solo tu puedes calmarla así.

Javier: Toma esto.

Verónica: Traeré agua.

Javier: Tu puedes, ya va pasando.

Verónica: Aquí tienes, yo te ayudo.

Javier: Pude conseguir alguna medicación, aquí se las dejo pero tiene que verla un médico.

Verónica: No!! Javier porfa a la clínica otra ves no, tu sabes cómo la tratan allí.

Javier: Está bien, pero mantenla controlada, y me llamas si necesitas.

Verónica: Alma, te pondrás bien, no pienso moverme de aquí, respóndeme Almi porfa.

Javier: Aún no está bien, déjala descansar.

Verónica: Gracias por venir, no sabía que hacer y si llamaba un médico sabía que la llevarían a la clínica.

Javier: Ya se está quedando dormida, si no quiere hablar déjala, solo quédate con ella (mirando a Alma con lágrimas en los ojos).

Verónica: ¿No te quedas?

Javier: No, ya me tengo que ir, adiós (lléndose).

Verónica: Alma (se recostó a su lado) yo no pienso dejarte sola, vas a estar bien, lo sé (acariciando su cabello) descansa hermanita, duerme.

Al día siguiente

Verónica: Tienes que comer algo Alma por favor, ya no puedo verte así.

Alma: No tengo hambre.

Verónica: No pienso moverme de aquí hasta que comas.

Alma: Él no ha venido ¿Cierto?

Verónica: No, se que te duele.

Alma: Para que vino ayer, para que?!!

Verónica:  No sabía a quién llamar Alma y se que Javier es el que puede calmarte, jure que no volverías a la clínica.

Alma: Quiero estar sola.

Verónica: Alma.

Alma: Déjame sola!!

Pasaron varios días y Alma seguía encerrada en su habitación, ni siquiera recibía a Francisco aunque era bastante insistente, Verónica no dejaba que la moleste...

Verónica: Alma!! Por fin te levantaste ¿A dónde vas?

Alma: A la escuela, es la única manera de salir de esto, solo esos niños puedes quitarme está depresión, solo me preocupare de ellos y a ti gracias también, te quiero.

Verónica: No sabes lo feliz que me haces al oírte así, te quiero mucho.

Alma: Ya no quiero pensar en nada más, ni siquiera hablo para saber cómo estaba y ya se olvidó de mi.

Verónica: Tienes razón, ya no importa, y yo te llevo.

Alma: Gracias.

Alma volvió a dar clases a sus niños, esos que a pesar de todo le sacaban una sonrisa, ellos que si eran sinceros y sin malicia, esos pequeñitos que la adoraban...
Verónica había vuelto a la casa de Alma, no la dejaba sola, aunque ya estaba mejor tenía miedo de que recaiga...

Alma: ¿Cómo están? (llegando).

Verónica: Bien, ven a comer con nosotras, siéntate.

Olivia: ¿Como te fue?

Alma: Muy bien, esos niños son hermosos, ellos y sus dibujos, ya no se dónde guardar tantos.

Verónica: Te adoran y te hacen bien, oye Almi Diego nos invitó a su cumpleaños.

Alma: Ay no, sabes que no voy a ir, no quiero ver a ya sabes quién.

Verónica: Ya lo sé, pero quizá tenga guardia en la clínica ese día y no esté, Diego te quiere mucho y le gustaría que vayas.

Alma: No Verónica.

Olivia: Alma, vamos, te vas a distraer.

Verónica: Si porfa, un rato y si te sientes mal nos volvemos y ya.

Alma: Ash!!

Al día siguiente
Departamento de Diego.

Alma: Felicidades Diego y gracias por invitarnos.

Diego: Gracias Alma, sabes que te quiero mucho, además hicimos una bonita amistad con Vero y Oli.

Alma vió que Javier estaba en la mesa y se quedó en un sofá...

Verónica: Almi, se que no es fácil.

Alma: Quiero irme.

Olivia: No, espera!! Tomemos algo, por lo menos para no quedar mal.

Verónica: Si mejor.

Javier: Hola, solo quería decirte que me alegro que ya estes bien.

Alma: Mhm, perfecta (apenas sonrió mientras tomó un trago de su copa).

Javier: No deberías tomar, digo por las pastillas y eso.

Alma: No te preocupes por mi, mejor preocupate de tu novia.

Diego: Eemmm porque mejor no ponemos música.

Verónica: Si, si mejor.

Javier volvió a su lugar y Alma siguió tomando, después de un rato....

Verónica: Alma ya!! Sabes que no puedes tomar.

Alma: Estoy bien, no estoy mareada ni nada, además ustedes me trajeron, ahora se aguantan.

Alma no podía dejar de mirar a Javier, tenía tantas ganas de correr y abrazarlo, lo necesitaba y ya no sabía que hacer...
Todo había sido un plan de Diego y las chicas para que Alma y Javier se vieran y creo que estaba por resultar...

Tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora