(XV) Enamorada Bobamente

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Al Día Siguiente.
Tn...

09:45 de la mañana.

Tn:
¿Cómo se encuentra doctora? — Preocupada.

Doctora:
Tiene suerte, los puntos anteriores ayudaron mucho. — Le revisa —  La mayoría de las heridas están inflamadas. — Regresa a su escritorio — ¿Puede recordarme por qué tiene estas lesiones?

Tn:
Eh... — Trago saliva.

Pao:
Intentaron asaltarnos cuando regresábamos de la universidad, traté de evitar que nos robaran, pero ya ve como termine. — Ríe — Y algunos moretones ya los tenía por caídas normales.

Doctora:
Ya veo... — Escribe algo — Colóquele este ungüento antibacteriano y cúbralo con una venda limpia, dos veces por día. — Me da la receta — Y regresen en dos semanas para ver su progreso. 

Tn:
Esta bien doctora, muchas gracias. — Sonrío.

Doctora:
No hay de que, también usted puede colocarse en lo que tiene en el brazo. — Señalándolo.

Tn:
Oh, gracias.

Doctora:
De nada, recuerde de su cita y de no faltar. 

Pao:
Claro, muchas gracias. — Sale de la oficina.

Tn:
Pase lindo día. — Salgo y cierro la puerta — ¿Cómo te sientes?

Pao:
Un poco mejor, gracias por traerme. — Sentándose en una banca. 

Tn:
De nada, eres como mi hermana y no quiero que te pase nada. — Sonrío — Vamos a la farmacia y luego te invito lo que quieras.

Pao:
¿Café helado? — Sonríe.

Tn:
Si encontramos un puesto. — Río.


— . . . —


Apartamento de Pao.
10:05 de la mañana.

Tn:
Esto puede arder un poco, ¿lista? — Coloco un poco del ungüento en mi mano.  

Pao:
Dale. — Suspira.

Comencé aplicando suavemente el medicamento a la herida, desinfectando y lavándome las manos antes de eso.

Tn:
 Ya está. — Me limpio las manos con una toalla — Ahora el vendaje.

Pao:
Ahg, ¡está cosa arde! — Muerde la parte del cuello de su blusa.

Tn:
Aguanta un poco... — Agarro la venda — Mejor siéntate.

Pao:
Ahg... — Suspira — Puedo decirte algo...

Tn:
Claro, dime... — Busco las tijeras.

Pao:
Con respecto a Toto, ayer la persona que me secuestro dijo si Toto no devuelve lo que le pertenece, volverá...

Tn:
¡¿Qué?!

Pao:
¡Ay Tn! Con cuidado... — Frunce el ceño —

Tn:
Perdón... — Aflojo un poco la venda — Ya, se me fue... 

Pao:
Parece que te sorprendió lo que te dije. — Suspira.

Tn:
Lo que pasa, es ¿Qué tenemos ver nosotras en todo esto? 

Pao:
Ay no, en que nos hemos metido. 

 

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