Qᴜɪᴢáꜱ ʜᴏʏ - ʟᴜᴋᴀ ᴄᴏᴜꜰꜰᴀɪɴᴇ

«Capítulo 9»

- ¡Lo había dejado aquí! ¡Lo juro! - gruñó Marinette sacando todas las cosas de su bolso - ¡Se los juro!

- Marinette te creemos - sentencié no muy convencida - estoy segura que la profesora entenderá.

- Pero tienes que ser más cuidadosa amiga, últimamente tiene la cabeza por las nubes - aseguró apuntando al cielo.

Marinette hizo un puchero entre sus labios para volver a buscar en su bolso, tanto Alya como yo veíamos con preocupación los objetos sacados.

- ¡Les juro que dejé el trabajo por aquí!

- Es solo un trabajo, lo entregaremos mañana - propusé nerviosa.

- Pero, nos demoramos en hacerlo - murmuró, pude escuchar como su voz se apagaba poco a poco dejando un leve hilo de ella.

- No es el...

- ¡En mi casa! - gritó inesperadamente para luego mirarnos - ¡Lo dejé en mi casa! ¡Lo sé!

- Al menos sabemos donde ésta.

Alya paso su brazo por mi hombros como si ese gesto le fuera tan normal, algo que obviamente no lo era para mi.

Me removí incomoda - Bueno, lo iremos a buscar luego del timbre.

- Claro que no - bufó la héroe volviendo todas las cosas a su bolso - Mi casa no queda tan lejos, (T/N) ¿Me acompañas?

- Eh, ¿a tú casa? - Alya volvió a dejar su brazo por mi hombro aunque esta vez la ignoré.

- Si, vamos, rápido - infomó tomando con rapidez mi hombro para luego salir del instituto, intenté seguir su paso aunque aun seguía bastante desconcertada.

Primera vez que alguien me invitaba a su casa.

- Aquí es, pasa rápido.

Frunci el ceño, claro, ella vivía frente al colegio, abrí la puerta principal de lo que parecía una panadería para encontrarme frente a frente con sus padres.

A diferencia de mi, Marinette siguió su recorrido dejándome frente a sus curiosos padres.

- Soy compañera de Marinette, un gusto - saludé - (T/N) Brown.

- Oh ¿Eres su nueva amiga? Marinette nos habla mucho de ti.

Sonreí ante las palabras de su madre, la confianza estaba creciendo con rapidez, pronto éste trabajo terminaría.

Sin embargo, el cabello de Marinette se asomó nuevamente por la panadería haciéndome señas de que la siguiera.

- Padres ella es (T/N), (T/N) mis padres - presentó con rapidez para volver hacer las mismas señalas - Apurate.

- Con su permiso - susurré siguiéndola, pasamos por una pequeña escalera que daba a una bonita habitación rosada, estaba bastante adornada y cuidada.

- Lo dejé por aquí - repitió abriendo su escritorio y sacando cosas de él - (T/N) puedes buscar por allí.

- Claro.

- La próxima vez Alya guardará el trabajo - sentenció buscando con desesperación.

- Tranquila, no es como pudiéramos llegar tarde.

Su respuesta fue un bufido, seguimos buscando por unos segundos en total silencio, lo único que se escuchaba eran los muebles abiertos, cerrados y hojas siendo movidas.

- Voy a preguntar, ya vuelvo - aclaró bajando con rapidez la escalera, no pasaron dos segundos cuando mostró su cara desde allí - Amm, por favor, no veas ese - propusó - son cosas intimas.