El Inicio
—¡Hey Ava!, ¿Como va tu día?
Como todas las mañanas me recibe el cordial saludo de Zairuss, a lo que yo le respondo:
—Bastante bien la verdad. ¿Y el tuyo?
Y justo ahí, entro a esa conversación en la cual participo nada más que por cordialidad porque, para ser sincera, no me importaba en lo más mínimo su día. Pero para no quedar como una bruja.
Así son mis días desde que llegué a esta ciudad; despertar, ir a trabajar, fingir que todo el mundo me agrada para que no me despidan, ir a mi casa y dormir para claro repetir todo justo igual al día siguiente. Si suena algo tedioso lo sé, la verdad es que si lo es, pero si lo admito me dan ganas de arrojarme desde el décimo piso.
—Entonces yo las llevo ¿Está bien? —volvió a preguntar Zairuss
—Si claro, está bien como tú quieras —respondí observando a Alicia de recursos humanos que hoy decidió hacer uso de la blusa más fea que tenía.
—Okey, nos vemos más tarde.
—Aja.
¿De qué carajos habla? Bueno ya que, como decía cuando te mudas de un lugar a otro todo suena a aventura y diversión pero lo cierto es que luego de unos años el nuevo lugar se convierte en tu hogar, y aunque suene muy bonito es bastante horrible
Ahora esos bellos muros llenos de pinturas de la oficina donde trabajo, los cuales la hacen lucir como una galería de arte que al llegar para mi eran lo más fascinante del mundo, esos colores y hermosos trazos realizados por grandes mentes creativas que me causaban intriga y fascinación al mismo tiempo, sentimientos que para ese entonces parecían inmarcesibles pero que hoy en día no son más que recordatorios que estoy perdiendo mi vida aquí.
«En fin»
Sigo caminando hasta llegar a mi cubículo, dejo mi bolso en su lugar me siento y comienzo a fingir que contar los ingresos y egresos del señor... ¿Steven? Si Steven, me importan tanto como para ignorar la fea pintura que está en mi lugar de trabajo
Es una pintura abstracta, que al verla por primera vez te deja hipnotizado pensando ¿qué será? ¿Qué significa? Ahora sé que es solo un perro mal dibujado con un montón de líneas y puntos tapándolo. Ahora más que parecerme ridícula me hace imaginarla como un arma con la que mutilo a mi jefe cada vez que...
—¡Avalerí Voldigoard! Hasta que por fin llegas. Se amable y me traes un café
...Grita mi nombre completo para que le busqué un estúpido café haciendo que toda la oficina comience a murmurar sobre mi apellido
—¡Si es raro! ¿¡Nunca oyeron un apellido raro!? Es completamente normal —exclame saliendo de mi cubículo.
Eso último lo dije más para mí que para ellos, la verdad este apellido es un misterio hasta para mí, nunca conocí a alguien que lo porte, no se de donde proviene no se tienen registros de nada referente a el y cada vez que intento averiguar algo solo me sale historia sobre la monarquía pero nada que tenga que ver conmigo realmente. A veces pienso que es una maldición gitana o que se yo (cabe destacar que no se nada sobre los gitanos)
Cómo sea ahora no me importa hablar de temas tristes como ese así que continuó mi camino en busca del café de mi amado jefe.
«Nótese el sarcasmo por favor»
Regreso a dejarlo en su oficina para ni las gracias recibir y retomo mi Trabajo.
Así transcurre el día hasta la hora de almorzar que paso con Zairuss quien no deja de hablar de unos planes que ni entiendo ya que contemplar mi sándwich de queso y pavo me parece la cosa más divertida del mundo.
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Voldigoard (En Edición)
Aktuelle LiteraturAvalerí Voldigoard, una chica cuya vida se retorció repentinamente todo gracias a su apellido. Ahora resulta ser la princesa heredera del trono de Gavell y las tierras del norte, pero ¿Acaso eso es algo bueno? Dos familias en guerra, un dudoso lega...