A los caídos de Gavell
Ava
Me encuetro almorzando sentada en mi tocador; En mis manos tengo la carta que Darius me envió ya hace dos días, estoy decidida a ir, y junto a los chicos tenemos todo organizado, menos, claro, lo que nos tiene aquí aún, el tiempo.
No encontramos una fecha donde podamos exiliarnos sin alertar al rey, por alguna razón no deseo hacerle saber sobre todo esto, talvez estoy exagerando pero, el día del ataque, el Esteban que ví no es alguien en quien quiero poner está nación, podrá ser el rey actual y mostrar una ciudad aparentemente buena, pero, un mandatario que arriesga a su pueblo solo por mostrar su hombría no merece un puesto
Cómo sea, estoy decidida a ir y lo haré, pero por ahora me voy a concentrar en terminar mi almuerzo, hoy la corona presentará sus respetos ante los soldados que murieron en el ataque pasado y debo estar ahí. Tomo mi teléfono y le mensajeo a Andrew para que venga por mi, ultimamen hemos estado... Distanciados por así decirlo, solo me dirige la palabra cuando es necesario y de manera formal como si lo hiciera por obligación
Quiero decir, el acostumbra a decirme majestad o mi reina pero termina dejando eso de lado y me trata como si fuera una persona más, pero ya no, su trato se ha vuelto tan mecánico y frío que me da tristeza
Creo que eso no es una buena señal
Termino mi comida y me dirijo al baño, tomo una ducha rápida y envuelta en una toalla comienzo a buscar entre los miles de vestidos de mi armario, doy con uno negro sencillo ajustado hasta la cintura pero suelto de ahí a las rodillas, tomo unos tacones no muy altos del mismo color y procedo a peinar mi cabello
—Ava querida — llaman a mi puerta, por la voz alegre y cantarían se que es Simón
—Pasa Simón — concedo y el mencionado obedece entrando con una vuelta a mi habitación
—Andrew me envió por ti — explica sentandose en mi sofá
El envío a Simón por mi ¿Es que acaso me odia tanto que no quiere ni verme? Sabe que, me da igual hoy no tengo tiempo para tonterías
—Estoy lista, vamos
—Okey mi reina — bromea enlazado su brazo con el mío
Así caminamos por los pasillos del castillo rojo de Gavell hasta salir a sus afueras dónde ya nos espera un auto listo para llevarnos al coliseo, allí se llevará acabo la ceremonia y mi primera presentación formal ante el reino
Esteban me dijo varias veces que no había necesidad de que estuviera presente en la ceremonia, pero, ¿Que clase de princesa sería si no estoy presente hoy? Es uno de los momentos más dolorosos de esta nación, es mi deber estar aquí presente para mí pueblo
Joder ya hablo como toda una monarca, Lady Catherine estaria muy orgullosa
Mientras avanzamos veo a las personas caminando en nuestra misma dirección con flores, velas y semblantes decaídos. Veo un puesto donde un señor vende flores de distintos colores, un ramo azul se lleva toda mi atención así que le digo al chófer que se detenga un momento, tomo un pañuelo que estaba sobre el asiento delantero, envuelvo mi cabeza para que mi cabello no se vea en absoluto y tomo mi bolso
— ¿Que haces Ava? — pregunta Simón totalmente confundido
—Comprare unas flores para los soldados — digo obvia, el peli-azul pone una mala cara pero antes que diga algo abro la puerta y bajo del auto
— ¡Vuelve! — exige entre dientes pero no le hago caso
—Mi cabello esta oculto, no me puse joyas, ni nada que me distinga como alguien de la familia real, este auto no tiene sellos del castillo, además nadie sabe quién soy, relájate ya te pareces a Andrew — le digo antes de alejarme con dirección al floristero
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Voldigoard (En Edición)
General FictionAvalerí Voldigoard, una chica cuya vida se retorció repentinamente todo gracias a su apellido. Ahora resulta ser la princesa heredera del trono de Gavell y las tierras del norte, pero ¿Acaso eso es algo bueno? Dos familias en guerra, un dudoso lega...