Línea generacionalUna cama enorme con sábanas de seda color champagne y Almohadas blancas acurruca mi cuerpo que no ha descansado nada desde que cayó en sus cómodas fauces de olores perfumados
Paredes blancas con dibujos de flores y curvas doradas que van de arriba a abajo, una lámpara clásica dorada con detallas cadenas de brillantes coloridos, que se mueven creando un sonido melifluo que en cualquier otro momento me hubiese echo dormir enseguida, en cambio me encuentro detallando cada cosa que veo en un intento de apaciguar los pensamientos que amenazan con hacerme llorar otra hora más
Desde que Sasha me trajo hasta aquí no he parado de dar vueltas al principio por la habitación, y luego en la cama, así que cuando al fin apartó la mirada de la lámpara y la enfocó en el reloj digital que descansa en la mesita de noche marcando las cinco treinta y tres de la mañana, me rindo, como lo predije no dormí absolutamente nada
Me levanto con pesadez arrastrando los pies en el frío piso de madera, bostezo y me estiró deteniendo mi triste andar frente al tocador, donde el espejo muestra a una chica con la ropa sucia, los ojos hinchados y maquillaje corrido por las mejillas
-Te vez terrible - me digo a mi misma con una mueca de asco.
Acerco mi depresiva humanidad más cerca del tocador y tomo con las manos un trozo de carne de la cena que trajeron anoche, no la había podido probar hasta ahora
-La comida no tiene la culpa - comento antes de devorar el resto de la carne
Con la boca llena sigo avanzando hasta una de las puertas que a las tres de la mañana durante mi tercera caminata nocturna de distracción descubrí es el baño, me deshago de la ropa, me meto a la ducha y con el agua corriendo sobre mi cuerpo le permito a mis lágrimas ser libres una vez más. Cuando salgo ya son las siete de la mañana, vuelvo a mirarme al espejo, al menos ya no me veo como me siento, por algo hay que empezar
-Ya te ves mejor - algo a mi reflejó que intenta devolverme una sonrisa
Ingreso a la puerta continua al baño que asumo es el armario y veo de todo, hay vestidos tanto elegantes largos y despampanantes como sencillos, cortos y modernos, hay conjuntos de toda clase, deslumbrantes joyas, infinidad de zapatos, hasta hay sombreros feos ya saben esos que usan las viejitas con dinero de las telenovelas, que tiene flores enormes y feas, no sé la verdad quien usaría esos sombreros además de ellas
Paso la vista por todo con cierto desinterés, pero me detengo al final del armario donde se encuentran dos caja negras de diferentes tamaños una sobre la otra, una tarjeta blanca reposa en el centro de la tapa de la superior, en una cara se encuentra el emblema de Gavell, un tulipán dorado con el tallo enredado en una espada, y en la otra, escrito con tinta negra a través de una linda caligrafía se lee:
"Este es el uniforme de entrenamiento del escuadrón de inteligencia elite Gavelista,favor úsalo y dirígete a la oficina del rey
- Andrew.. K"
Escuadrón elite Gavelista, ¿Eso que es? Mejor pregunta ¿Yo para que me voy a poner un uniforme de eso? pero bueno veamos que es, tomo las cajas y las llevo conmigo a la habitación, las dejo en la cama, me siento a un lado y abro la más grande descubriendo un cinturón para armas junto con una correa de cuero bastante pequeña ¿Donde se supone que va? Debajo de eso también hay un enterizo negro y pienso ¿Soy Catwoman ahora? Paso a la siguiente caja, de allí saco unas botas negras de cuero y una bolsa de regalo pequeña con otra nota distinta en letra y color:
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Voldigoard (En Edición)
General FictionAvalerí Voldigoard, una chica cuya vida se retorció repentinamente todo gracias a su apellido. Ahora resulta ser la princesa heredera del trono de Gavell y las tierras del norte, pero ¿Acaso eso es algo bueno? Dos familias en guerra, un dudoso lega...