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〝↢【Rubius x Focus】↣〞
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En la iglesia de TortillaLand se encontraba el padre orando, un joven que se había ganado el puesto por su apego a la iglesia y su conexión indiscutible con los dioses del lugar.

Mientras se encontraba de rodillas frente al altar, sintió como una brisa proveniente de detrás suya le golpeó, abriendo sus ojos con extrañeza al sentir algo detrás suya.

Volteó para toparse con una luz que le hizo cerrar sus ojos con fuerza mientras se ponía de pie, pero al sentir unas suaves y cálidas manos en su rostro los abrió nuevamente, para encontrarse el rostro más bello que nunca antes había visto.

–¿Usted es el padre Rubius?–

Su voz lo dejó encantado, era algo grave pero suave y gentil.

–Si, soy yo–

Fue lo único que pudo decir al notar mejor lo que estaba pasando frente a él.

Una aureola sobre su cabeza, una túnica blanca de mangas largas con un cinturón dorado marcando su cintura, y lo más destacable, un par de alas blancas como la nieve.

Un ángel estaba frente a él sosteniendo su rostro.

¡Un ángel estaba frente a él!

–¿E-eres un ángel?–

Sintió su voz temblar por un momento por la sorpresa de que un ser celestial se le presentara repentinamente.

El ángel de cabellos azabache y ojos celestes asintió, sonriéndole cálidamente.

–Los dioses me han enviado para recompensarte por tu devoción a ellos–

–¿Una recompensa?–

Preguntó curioso, una recompensa de los mismos dioses enviada mediante un ángel, contaría esto rápidamente en cuanto pudiera.

–Si, solo debe decir si la acepta o no la acepta–

–Claro que la acepto, no podría negarme–

Dijo con una sonrisa y emoción.

–Perfecto–

El padre Rubius pudo ver cómo el ángel se arrodilló frente a él, quedando confundido, pero rápidamente miró como llevaba sus manos a su pantalón.

Espera...

–¡Espera, qué haces!–

Dijo alarmado intentando quitar las manos del ángel que intentaban desabrochar su pantalón.

–Darte tu recompensa–

Dijo tranquilamente para continuar con lo suyo, logrando desabrochar el botón.

–P-pero, yo no puedo- –

–Shh–

El padre Rubius cerró su boca al ver cómo el ángel arrodillado frente a él le miraba desde abajo, haciéndole sentir extraño.

–Solo, disfrute su recompensa padre Rubius–

Pasó saliva una vez el ángel había logrado bajar la cremallera, sacando el miembro del joven castaño que no se creía del todo lo que estaba pasando.

¿Un ángel le estaba por dar una felación?

[•••]

Sobre una de las bancas de la iglesia se encontraba Rubius sentado con el ángel sobre su miembro moviéndose sobre él lentamente.

Llegando a su límite tomó las caderas para poder ir más rápido, ayudando al ángel de cabello azabache a brincar sobre el más rápido, haciendo sonar aún más el choque de pieles y los sonidos lascivos que ambos soltaban.

–¡Ah, padre Rubius! ¡Mgh!–

El ángel gemía haciendo su cabeza hacia atrás sosteniéndose de los hombros del joven bajo él, cerrando sus ojos disfrutando de las sensaciones que el humano le hacía sentir.

–¡E-estoy apunto!–

Mordió con fuerza su propio labio para seguido soltar un jadeo.

Los rápidos movimientos continuaron por un par de segundos más, donde finalmente ambos llegaron al clímax sintiendo el placer llegar a su punto más alto para poco a poco ir abandonando sus cuerpos, dejando a ambos cansados por el acto sexual.

–¿Disfrutó su recompensa?–

Preguntó un jadeante ángel, recibiendo un asentir como respuesta del hombre que intentaba regular su respiración.

El ángel sonrió complacido para besar los labios del contrario en un suave beso.

[•••]

–¿Lo hiciste Focus?–

–Por supuesto, teníamos un trato señor DeqiuV–

Sonrió ladino para tomar una esfera de color rojo oculta en sus túnicas dándosela al demonio frente a él.

Sus alas blancas pasaron a negras mientras desaparecía su aureola, y sus ojos celestes pasaron a rojo intenso.

–Excelente, has pasado la prueba, apartir de ahora nos ayudarás a cambio de protegerte de los enviados de los dioses–

–Gracias por aceptar el trato–

Y así ambos estrecharon sus manos.

Un ángel desterrado del cielo pasaba a ser un ángel caído perdiendo su aureola y el color blanco de sus alas, los cuales después de un tiempo eran destruidos en la tierra por ángeles más fuertes enviados por los dioses de TortillaLand.

Pero si lograba contactar con un demonio podía hacer un trato, ya que podía ser de mucha ayuda a demonios, pues era fácil engañar al cambiar sus plumas de color gracias a los poderes temporales de un demonio, y así recibir protección a cambio de engañar a los humanos más difíciles de engatusar.

Cómo por ejemplo, hacer caer en la lujuria a personas que eran devotas a los dioses de Tortilla, era lo que mejor podía hacer haciéndoles creer que era enviado por los mismos dioses, siendo lo que más fortalecía a los dos íncubos y la súcubo con los que había hecho el trato.

Una vez aquellas personas tuvieran la primera probada, no dejarían de querer probar más, y así dejar entrar a aquellos demonios dentro de sus protecciones.































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Holaaa, cómo están?

Les gustó el capítulo?👉👈

Por cierto, abriré pedidos (´∩。• ᵕ •。∩'), dejaré un apartado para ello ^^

Estoy pensando seriamente en hacer otra historia (. ❛ - ❛.) pero no sé.

Nos vemos después!

Besitos~

Patatero-FocusBowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora