Patatero-FocusBowl

⁵¹°|[Infancia]|°

〝↢【Dess x Focus】↣〞
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Un pequeño niño se encontraba aislado del resto de los niños de su escuela.

No podía jugar con ellos ya que lo apartaban.

En el mundo híbrido, era poco común encontrarse con un híbrido de cuervo, ya que ellos poseían ojos rojos.

Las tontas leyendas decían que los híbridos de ojos rojos traían el mal a su paso, siendo por ellos que hace bastantes años se aislaron del resto de la sociedad híbrida.

Y aúnque ahora ese problema estaba resuelto y nuevamente vivían con tranquilidad, las leyendas seguían siendo contadas y creídas por los más jóvenes.

Y ahí estaba él, Focus, un pequeño niño de solo ocho añitos sentado en una de las bancas del patio mirando jugar al resto mientras comía un sándwich.

¿Estaba aburrido? Sí, y mucho.

–Hey, niño–

El cuervo miró curioso al niño que se le acercó, era un lobo, que movía alegremente su cola esponjosa.

–Um, hola–

Saludó tímidamente, era la primera vez que alguien le hablaba primero.

–¿Te gustaría jugar con nosotros? Nos falta uno más, jugaremos a las atrapadas–

–¡M-me encantaría!–

Aceptó con emoción contenida en su voz.

Había sido invitado a jugar.

[•••]

Debajo de un árbol oculto entre los arbustos del bosque, con sus rodillas pegadas a su pecho mientras las abrazaba ocultando su carita entre ellas, se encontraba Focus.

Cuando finalmente había conseguido compañeros de juego, habían venido esos niños que lo molestaban siempre al salir de la escuela mientras esperaba a su mamá.

Hoy habían llegado y dicho a los otros niños que no se acercaran a él, que era malo por tener ojos rojos, y aunque uno de los niños lo defendió, no fue suficiente para evitar que lo tumbaron al suelo de un empujón y se alejaran de él.

Estaba muy triste, tanto que no quería regresar al resto de las clases.

–Hey, Focus–

Levantó su rostro lloroso, mirando frente a él a Dess, que era como se llamaba el niño lobo que lo había invitado a jugar y que lo había defendido.

–Hola–

Dijo sin mucho ánimo.

–¿Cómo me encontraste?–

Dess sonrió, entrando hacia el escondite sentándose a su lado.

–Mi olfato es de los mejores en la escuela–

Dijo orgulloso tocando la punta de su nariz, para luego voltear y ver a Focus que secaba sus lágrimas.

Con una mueca que demostraba su molestia, pasó las mangas de su suéter ayudando a secar sus lágrimas, finalizando con tomar entre sus manos el rostro del niño cuervo.

–Te prometo que si ellos vuelven a molestarte, los morderé–

Dijo convencido de sus palabras, captando la atención de esos ojos color rubí.

–Y sabes, yo creo que tus ojos son muy bonitos, como una gema–

Le sonrió moviendo su cola lobuna con emoción, notando la vergüenza apoderarse del rostro contrario con un rojo intenso en sus mejillas.