⁴¹°|[Reina²]|°

690 69 2
                                    

〝↢【Jose Cristo x Focus】↣〞
-( ema-27 )-
_______________________________________

–¡Coño! ¿¡Y esa espada!?–

Un sorprendido Auron miraba la espada que su buen amigo cuervo le presumía, haciendo un par de movimientos con ella.

–Me la dió Jose Cristo–

Dijo sin más, para guardarla en su respectiva funda.

Auron miró seriamente a Focus ante el nombre que había salido de su boca.

–¿Te hizo algo?–

–No, nada, solo me llevó a ver su castillo–

Explicó restándole importancia a la seriedad que su amigo estaba poniendo.

–Bueno, pero...¿Te pidió algo a cambio?–

Focus solo negó, mirando como el pollo Frederick de su amigo se acercaba a ambos, pues se encontraban en la sala de cofres del de mechón de fuego.

–Solo una cosa, pero le puse una condición que no estoy seguro que logre–

Antes de que Auron pudiera preguntar, pudo escuchar una explosión fuera.

–¡Me cago en todo!–

Rápidamente salieron ambos, mirando a Juan corriendo rápidamente por el puente.

–Juan me las va a pagar–

–¿Descubrió que tú eres el de las escaleras cierto?–

Preguntó divertido Focus, comenzando a recoger bloques del suelo para rellenar de nuevo el suelo.

–Si–

Bufó copiando la acción de Focus.

[•••]

A la mañana siguiente, Focus despertó por un ruido extraño fuera de su casa, más precisamente como si alguien picara cristal.

Un tanto adormilado aún, se dispuso a salir de su habitación, subiendo por su ascensor de agua terminando en su huerto.

Saliendo de éste, abrió sus ojos con sorpresa.

¿Cómo era posible que en tan solo una noche, Jose Cristo pudiera hacer ésto?

–¡Buenos días mi reina!–

Miró hacia arriba rápidamente, mirando a Jose Cristo saludándole desde afuera de la cúpula.

Cúpula que ya estaba terminada.

Aún con la sorpresa anotable en su rostro, le saludó con su mano, mirando como el león le sonrió para comenzar a bajar de ahí.

Una vez frente a las puertas de la muralla, Focus fue rápidamente a abrirle.

–Listo, cumplí mi parte Focus, sabes que ahora eres mi reina–

Con una sonrisa tomó ambas manos del cuervo, besando sus nudillos.

–Mm, si, un trato es un trato–

Murmuró para ver de reojo sus murallas.

Era momento de empacar y dar la noticia.

–Entonces, creo que comenzaré a empacar mis cosas importantes–

Dijo resignado, soltando sus manos de las de Jose Cristo.

–Puedo ayudarte si quieres–

Se ofreció el león.

Patatero-FocusBowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora