우리의 43: Decisiones 노래

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Minho no podía pasar mucho tiempo allí en Seul, ya que él tenía un trabajo al que atender, un piso que vigilar, (no se fiaba de Felix y menos de Chan), y responsabilidades de adulto, lamentablemente.

Por eso, cuando despertó a la mañana siguiente, con un Hyunjin somnoliento sobre su hombro, una tristeza lo inundo.

Eran personas totalmente diferentes en muchos sentidos, en ese momento no pensó en los "que dirán", sino en el, "¿Cómo mierda nos la vamos a montar?".

Hyunjin se despertó finalmente, con un fuerte dolor de espalda. Noto que no había sido un sueño y que el castaño estaba allí de verdad, pero parecía un poco ido.

- ¿En qué piensas?- pregunto, con voz ronca.

Minho le miro, y sonrió.- Buenos días.- saludo primero.- En nada, solo estoy un poco preocupado, nada más.

- ¿Por lo nuestro?- pregunto el peli negro, acertando. Se acomodó mejor en el sofá.- ¿Es por la distancia, verdad? Somos personas diferentes ahora.- pensó por su cuenta.

Minho asintió con lástima.- Sí..

- Yo no tengo problema con ir a Hyejoogu.- manifestó Hyunjin después de un rato en silencio.

Minho, fuera de sí, le miro con sorpresa.- ¿C-Cómo?

Hyunjin sonrió, enternecido.- Digo, que no es un problema dejar la ciudad.- repitió con diferentes palabras.

- Pero, Hyun..este es tu hogar.- murmuro el castaño, de forma nerviosa.

Hyunjin negó.- Yo me crie aquí, pero mi hogar está junto a la persona que me hace feliz y a la que amo.- hablo Hyunjin, acercándose a Minho, dejando sus rostros a pocos centímetros.- Y ese eres tú.

Minho se volvió a sonrojar. ¿De dónde había salido ese Hyunjin tan directo con sus sentimientos? ¿Dónde había quedado ese chico inseguro y que lloraba por todo? Estaba realmente desconcertado, pero amaba esa nueva faceta del peli negro.

- ¿M-Me...me amas?- pregunto sorprendido de todo lo que habían escuchado sus orejas.

Hyunjin ladeo su cabeza, desconcertado.- ¿Lo dudabas?

No sabía si Hyunjin lo había escuchado, pero su corazón acababa de estallar. Sin esperar mucho, los dos se enzarzaron en un caliente y fogoso beso, que termino con Minho subido a orcajadas sobre el contrario.

- Yo también te amo..- confeso sobre los labios contrarios, haciendo que el estómago de Hyunjin se deshiciera en mariposas.- Han tenido que pasar seis años para poder decírtelo, pero no me arrepiento.

De eso, pasaron a los toqueteos mutuos y los besos fogosos, las marcas en los cuellos y los gemidos involuntarios. Cuando la cosa se estuvo a punto de salir de control, Hyunjin paro a Minho, colocándole una mano en el pecho.

- Espera, espera..- jadeo cansado, ya que el mayor lo tocaba sin pudor y no podía evitar gemir.- ¿Soy el pasivo? Quiero decir...ya sabes..

Minho al principio se vio confuso, hasta que lo entendió y también se quedó pensando en ello.- No lo sé..¿quieres ser el pasivo o cómo? ¿Eso se habla o se sabe?- pregunto, jugando con el pelo largo de Hyunjin.

El menor pensó.- Bueno, pero a la siguiente te toca a ti.- reclamo.

Minho se encogió de hombros.- Entonces será mi primera vez, siempre fui el activo.- explico, volviendo a dejar besos en el cuello blanquecino de Hyunjin.

- Si no me complaces, no dudes en que te cortaré el pito.- amenazo Hyunjin entre jadeos.

Tres horas después, ambos se encontraban montados en el coche de Hyunjin, quien conducía de forma despreocupada a casa de sus padres.

Después de su intensa primera sesión de sexo, habían tomado la decisión de que irían a Hyejoogu, bueno, la decisión la tomo Hyunjin, Minho simplemente asintió. Por lo que, en ese momento Hyunjin iba a informar a sus padres sobre ello. Y puede que también de pasada confesar que era gay.

- ¿Seguro que no quieres que vaya?- pregunto Minho.- No sé si estamos yendo muy rápido, yo..

Hyunjin dejo una caricia en su mejilla.- No te preocupes, Min.- lo tranquilizo.- Simplemente les informaré que me marcharé a vivir a Hyejoogu nuevamente y que soy gay. Si algo sale mal y estás presente, créeme que no dudaran en tirarte algo a la cabeza.

Minho ahogo una risa, asintiendo.

Hyunjin pasaría un tiempo más en Seúl, ya que los trámites de un traslado no eran fáciles, además de tener que arreglar algunas cosas en su trabajo.

Hyunjin salió del auto y entro a la casa de sus padres sin aviso. Eran cerca de las dos de la tarde, por lo que seguramente estarían preparando la comida.

Se dejó ver en la cocina, ganándose las miradas de ambos progenitores.

- Oh, Hyunjin, hijo.- saludo su madre, sorprendida.- No nos dijiste que vendrías a comer.

- Además de desaparecer ayer en el recital sin avisar.- hablo su padre.

- Vengo a decirles algo.- los ignoro Hyunjin, aun parado en el umbral de la cocina.- Me iré a vivir a Hyejoogu nuevamente.- informo.

Su madre procesó las palabras y asintió.- Oh, bueno, como tú quieras.. pero pensé que ahora que tenías más reconocimiento te quedarías aquí un tiempo.- murmuro.

- Eso no es todo, también vengo a decirles que soy gay.- soltó directamente, sin escrúpulos. Si daba muchos rodeos, no sería capaz de decirlo, y no quería hacer esperar a Minho.

Esta vez, la sartén que su padre sostenía en sus manos se cayó al suelo, dejándolo rojo de salsa de tomate, pero su madre ni se inmutó por lo que su marido había hecho.

- ¿Qué eres...eres que?- tartamudeo ella.

- Soy gay, me gustan los hombres.- explico con nervios.- Desde hace años.

- Pero pensé...que te gustaban las chicas, como a todos...- dijo esta vez su padre, más sorprendido que enojado.

- ¿Eso les molesta?- pregunto esta vez.- Bueno, opinen lo que opinen, haré lo que yo quiera, pero es mejor preguntar.- dijo el peli negro.

- Bueno, es...repentino.- suspiro la mujer, calmándose.- Será difícil, pero agradezco te hayas abierto con nosotros, hijo.

- Bueno, al menos así sabré que no dejaras a nadie embarazada por accidente.- rio su padre, sonrojando a su hijo.




















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Our Song // HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora