¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Sofía : Han sido unos días de infierno. Nunca pensé que volvería ver a mucha gente de mi pasado, amigos, algunos no tan amigos, gente del orfanato donde nos criaron, y como no, los imbéciles de los amigos de mi hermano, incluyendo a mi ex novio. Éramos mellizos, y por lo que averigüé hace algunos años mi madre era una drogadicta y prostituta que nos abandonó en el orfanato , crecimos ahí hasta los 15, cuando mi hermano decidió escapar y yo lo seguí pero al tiempo me arrepentí, él comenzó a meterse con delincuentes, traficantes y gente mala. Yo encontré trabajo en un mercadillo y él con traficantes, aunque no estaba de acuerdo con su trabajo, pudimos juntar dinero para alquilar un pequeña casa en un edificio . Durante los 4 años que vivimos juntos tuve que ver como mi hermano llegaba muchas veces drogado, golpeado o herido. Cientos de veces tuve que curar sus heridas porque si lo ingresaban en el hospital luego se lo llevarían detenido. Quien siempre se preocupaba de que mi hermano pudiese llegar a casa era Diego, uno de sus amigos y mi ex novio. Duramos casi 3 años, me enamoré como una cría y terminé dañada física y psicológicamente. Los primeros dos años todo fué precisó pero nosé qué pasó, él comenzó a ser frío, me evitaba y con tan solo 19 años quedé embarazada, cuando lo supe quise irme lejos, guardé todo lo que pude y cuando iba a salir de casa me encontré con Diego, por su mirada me di cuenta que estaba drogado y comenzó a pegarme, entre sus golpes y las veces que me caí o golpeé intentando escapar de el perdí el conocimiento. Él creía que iba a huir con algún hombre y dos días después desperté en el hospital, con una costilla rota, llena de moretones y con la pérdida de mi bebé. Apenas salí del hospital huí de ese lugar, me escondí unos meses y luego me establecí donde conocí a Ansu, él me demostró lo que es el cariño sincero, la amistad verdadera y que un hombre de verdad jamás le levanta la mano a una mujer, y espero nunca perderlo, por lo mismo nunca le eh dicho lo que siento por él...
-Ey Sofía - dice Diego poniendo una mano en mi hombro- no debes preocuparte por nada, todo...
-No quiero nada de vosotros - lo interrumpo- si no hicieron nada por cuidarlo para que no lo mataran, ahora ya nada vale.
-Escucha, estabamos int...
-Vete de aquí porfavor- lo vuelvo a interrumpir.
-Ya está todo pagado- dice y lo miro con asombro, se suponía que debía pagar mañana- don Pedro lo hizo, si quieres reclamar algo es a él- sin más sale de la sala. Volver a escuchar de ese señor solo me da náuseas, nunca perdonaré que le haya arruinado la vida a mi hermano.
Los días pasan y nisiquiera me di cuenta cuando perdí mi teléfono, eh estado tan liada con el papeleo de mi hermano y la venta de la casa que en lo que menos pensé fué en mi teléfono . Luego de una semana ya tengo lista la venta en el que hace años atrás vivía con mi hermano, sólo me faltan un par de firmas. Me compré un nuevo teléfono y el único número que recuerdo es el de Nico, es más fácil que el de Ansu al menos.
-¿Hola?- dicen al otro lado de la línea. Echaba de menos la voz de este niño.
-Porfavor no digas mi nombre o Ansu se pondrá como nenaza a chillarme porque no lo llamé a él- digo antes que me regañe. Se queda en silencio algunos segundos y el ruido de fondo desaparece.
-¿Me puedes decir donde mierdas te has metido- dice enfadado .
-Uy, Nico diciendo palabrotas, ¿estás muy enfadado conmigo?
-Sofía , llevamos días sin saber de ti, tienes tu teléfono apagado, ¿qué más esperas?- me regaña y lo entiendo. Le cuento lo que le pasó a mi teléfono , que ni siquiera yo misma sé, sólo sé que desapareció, y luego me pregunta sobre estos días, le cuento en resumen y luego le pregunto
-Dentro de dos días tendré todo listo y necesito despejarme, avisame a donde estaréis y llegaré a donde estén para celebrar el cumple de Ansu, pero no les digas nada a nadie poooorfis- le ruego y él acepta.
Luego de hablar con mi amigo termino de hacer las compras y cuando llego a la casa que alquilé por estos días voy a abrir la puerta cuando una voz me interrumpe.
-¿Podemos hablar?- dice Diego a mi espalda. Doy vuelta y lo miro fijamente.
-¿Es necesario?- pregunto y el asiente.
-Porfavor... si quieres te invito un helado de chocolate , es para lo único que me alcanza por ahora- dice y veo sinceridad en su mirada. Dejo las cosas adentro de casa y caminamos a la heladería en silencio.
Ya sentados uno frente al otro seguimos en un incómodo silencio...
-Sé que debes odiarme por todo lo que te hice pasar y sé que recibiste todos mis mensajes, pero necesitaba pedirte perdón mirándote a la cara- dice y noto tristeza en su mirada, algo que me retuerce las tripas. No me gusta ver a las personas que quiero o que alguna vez quise tanto, así- no te pediré que me des una oportunidad porque yo solito me encargué de matar todo ese amor que tú sentías por mí y que me demostrabas estando juntos... pero tienes que saber eres y serás a la única mujer que amaré de verdad- escucharlo decir eso remueve todos esos sentimientos que tenía guardados, pero ahí seguirán- solo espero que algún día tu corazón me perdone y encuentres al amor de tu vida- sonrío.
-Estás perdonado- tomo su mano por encima de la mesa- y también espero que algún día encuentres al amor de tu vida- me da una sonrisa pero sé que no es totalmente sincera. Haber tenido esta conversación con Diego me sirvió para cerrar una herida que tenía desde hace años. Ése es el chico que hace años me enamoró.
Ya de vuelta en casa solo me queda organizar el viaje para poder pasar el cumpleaños de mi mejor amigo con él, espero que no me asesine.
