Capituló 10

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Narra Ansu:Hoy entrenamos como 5 horas y estoy agotado

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Narra Ansu:
Hoy entrenamos como 5 horas y estoy agotado. Tenemos nuestro último partido de la temporada y queremos ganar. Ahora tenemos vacaciones y toca disfrutar un poco nuestra vida.
Llego a mi casa y hay música fuerte, de inmediato comienza a dolerme la cabeza. Sé que es Ángela que está aquí, me gusta esta chica pero pasa los límites, no me gusta que venga sin avisarme y se tome la libertad de entrar a mi casa sin permiso. Apago la música y ella sale de la cocina con una radiante sonrisa.

-Hola amor, al fin llegaste- se me lanza a abrazarme- te eche mucho de menos.

-¿Cómo entraste?- le pregunto serio y ella se pone seria también.

-Le pedí al conserje la llave de emergencia, solo quería hacerte una sorpresa, lo siento- dice con tristeza y me hace sentir culpable.

-Solo avísame o pregúntame antes de venir- le digo y beso su frente- me iré a duchar ahora vengo- le digo y ella vuelve a sonreír.

Tardo más de lo habitual en la ducha, estoy cansado, no eh dormido bien estos últimos días y aunque me gusta la compañía de Ángela, a veces me agobia.

-¡Ansu!, ¿todo bien?- me pregunta Ángela desde fuera del baño y ruedo los ojos.

-¡Ya salgo!- grito.

-Está lista la comida, te espero- dice con normalidad y suspiro. Salgo y me visto con mi pijama, al salir del baño me encuentro con ella y su siempre feliz sonrisa, su cara casi nunca cambia, o está seria o está sonriente, ninguna otra expresión. Eso me hace recordar a Sofia y la gran diferencia entre ellas dos. Sofía hace muecas por todo, es muy graciosa y a pesar de que fué mi decisión alejarme de ella, la echo demasiado de menos. He estado a punto de buscarla en un par de ocasiones, llego a su puerta y luego me arrepiento. Debo dejarla ser feliz aunque no me guste ese imbecil con el que sale.

-¿Te quedarás ahí quieto mirándome como bobo?- dice Ángela sacándome de pensamientos.

-Solo estaba intentando recordar algo- le respondo y me siento frente a ella en la mesa- esto se ve exquisito- pruebo un par de cucharadas, lo que más me gusta de ella es que cocina muy bien - ¿y a qué se debe esta sorpresa?

-A esto- dice feliz y me muestra un sobre grande.

-¿Al fin te matriculaste para estudiar de nuevo?- le pregunto y ella rueda los ojos.

-No, sólo abre el sobre- dice y me mira expectante. Nosé qué se trama pero ya no me gusta esa sonrisa. Abro el sobre y quedo sin respiración. Son fotos de una ecografía y unos papeles que nisiquiera soy capaz de leer. Se me quito hasta el hambre

-Esto...- digo con dificultad.

-¡Vamos a ser papis!- chilla feliz y siento que se me aprieta el estómago. Solo llevamos un par de meses saliendo, nisiquiera es mi novia, nisiquiera la amo, nisiquiera estoy preparado para esto- ¿no estás feliz?

-Yo... estoy algo sorprendido- digo como puedo- pensé que te estabas cuidando.

-Lo estaba, pero comencé a sentir mal estares y fuí al médico, me cambiaron las pastillas y según mi doctor eso puede haber provocado un descuido y terminó en eso- apunta los papeles- amor, mi madre dice que para que el bebé también te reconozca deberíamos ya comenzar a vivir juntos, aparte debo ahorrar dinero para el bebé y viviendo sola gasto demasiado...- habla y habla y juro que ya nisiquiera la escucho.
-Tu cara me dice que nisiquiera quieres tener a este bebé- dice enfadada y se pone de pié.

-No es eso Ángela, es solo que me tomó por sorpresa, yo me haré cargo de él porque es mi hijo, es responsabilidad de ambos y no te dejaré sola en esto- respondo sinceramente y la abrazo. Es lo correcto.

Ni siquiera pasaron dos días y Ángela ya estaba viviendo en mi casa. Día a día la pancita de Ángela va creciendo, y aunque no la amo, me siento feliz, aunque incompleto. Echo de menos a Sofia de una manera inexplicable, no la veo hace meses y para no molestarla borré su número. Sofía marcó mi vida como mi amiga y como mujer, sus cuidados, sus consejos, sus caricias, su forma de tratarme, todo. A veces pienso qué hubiese pasado si le demuestro lo que aún sigo sintiendo por ella, que solo por miedo oculté.

-¿Puedes caminar más rápido porfavor?- dice Ángela enfadada , se a quejado toda la mañana que le duelen los pies. Hoy fuimos al médico por el cuarto mes de nuestro pequeño campeón. ¡Es un niño!. Me tiene tan emocionado la llegada de mi hijo que solo quiero que pase rápido el tiempo para tenerlo en mis brazos.

-Hola Paula- dice Ángela y levanto la mirada.

-Hola- responde ella cortante mientras sigue esperando el ascensor. Suena el teléfono de la madre de mi hijo y se aleja un par de metros, que es cuando aprovecho.

-¿Cómo está Sofía ?- pregunto a Paula. Ella me mira seria y con desprecio.

-Como si te importara- responde molesta.

-Sí me importa- me defiendo. Ella rueda los ojos y sube al ascensor.

-No finjas, idiota. Nunca te importó, nunca la valoraste ni como amiga ni como mujer y cuando ella te a necesitado nunca estuviste, ahora con su embarazo lo único que necesita es estar tranquila asique no jodas- dice y se me cae el mundo al suelo. ¿Embarazada?... ¿Sofía está embarazada?... Cuando me doy cuenta ya Paula desapareció y el ascensor se fué. ¿Y si yo soy el padre de su hijo?, ¡mierda!, no me puedo quedar con la duda. Si ese bebé es mío, nadie me despegará del lado de Sofía . Nadie. Sería lo más bonito que me podría pasar, tener un hijo con la mujer que realmente amo. Corro hacia las escaleras y escucho que Ángela chilla llamándome, pero nisiquiera me importa. Solo quiero ver a mi Sofía y que me diga que el bebé que lleva en su vientre es mío...
[...]
Alomejor es la última historia que publicó.

Sentimientos  -Ansu FatiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora