¿Cómo? Pues sí.
Aparte de Marvel, disfruto mucho de las series médicas. The Resident es una de ellas y el Dr. Hawkins es tan encantador...
Espero que disfrutes de este pequeño Shot.
Paracetamol
Pravesh estaba de pesado y mi turno a penas llegaba a las 24 de 48 horas.
— Laboratorios, todos los laboratorios — dijo entregándome más ordenes de las que podía contar a simple vista.
— Eres detestable Pravesh, detestable — tomé las órdenes y salí de ahí antes de que se le ocurriera un tipo de tortura más.
Afortunadamente tenía buenos amigos en el laboratorio, aceptaron trabajar las órdenes y darles prioridad. Mi meta final no era complacer a Pravesh claramente, si no que el Hawkins se diera cuenta de mis capacidades.
Finalmente, todos queríamos caerle bien al jefe de residentes.
Mientras esperaba mis análisis, pasé visita. Las camas asignadas eran dos menos que el turno pasado.
Afortunadamente todos mis pacientes evolucionaban positivamente, eso hacía más fácil mi trabajo.
— Deberías de dormir un poco — Hawkins entró a la habitación de Dorothy, una linda anciana de 70 años, saludando a la paciente y sonriéndole encantadoramente.
— Estoy bien doctor, además espero unos análisis — le contesté y no dijo nada.
...
Llevaba 36 de mis 48 horas de turno, tenía un hambre terrible y a parte un humor intolerable. Había perdido a un paciente, ya sé, aparentemente todos estaban bien. Pero sucedió sin que lo viéramos venir. Lo que más me frustraba es que era un niño de a penas dos años.
— Deberías descansar ahora sí, ha sido un turno pesado — Pravesh me dio una barrita, lo vi mal.
— Estoy perfecta, solo necesito algo de comer y tal vez una ducha rápida — acepté la barrita y me encaminé a la cafetería.
Al ubicar una mesa, vi a Nic y Mina sentadas tomando café. Decidí acompañarlas.
— Lamento lo del niño Connor — dijo Mina y torcí el gesto.
— Yo también, no imagino lo que su madre puede estar sintiendo en este momento — dijo Nic y suspiré.
— Lo sé... iba a aceptar la propuesta del Dr. Hawkins e irme a casa, pero solo faltan 12 horas — Nic comenzó a reírse.
— Ya... pero no somos incansables, aunque tratemos de hacerles creer a ellos que sí. Me recuerdas a mis inicios, pero hasta las super mujeres como nosotras tenemos un límite — asentí derrotada y exhausta.
— Solo sé que me duele la cabeza, probaré comer algo y ver si se me pasa — tomé el sándwich que compré y nos dedicamos a cotillear de cualquier cosa, mientras terminaba mi comida.
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Con amor, [One Shots]
أدب الهواةSerie de One Shots Historias basadas en personas famosas o personajes de ficción. Ideas locas que surgen en el momento.