Capítulo 1

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En la actualidad (España)

-Jade-

Frío. Hacía frío esa mañana. Mis pies estaban tan congelados que no los sentía. - Mmmm... ¡QUE FRÍO! - Me desperece de mala manera. ¿Por qué tenía que ser tan temprano? -Rrrr...-Me hice una bolita. -No quiero levantarme nunca...- Susurré y me fijé que mi despertador no sonaba. Bien tengo tiempo para echarme otro ratito más.

Me iba a dar la vuelta, pero justo en ese momento, empezó a sonar mi alarma.   

- Tri Tri Tri.- Como odiaba ese sonido.

-Sí ya lo sé, es hora de levantarme. - Dije enfadada mientras me levantaba con mucho sueño.

-Muy buenos días tengan toda esta mañana. - Sonaba mi pequeño televisor por todo mi pequeño apartamento. - Buenos días los tendrás tú John. - Dije para mis adentros mientras me sentaba y bebía un poco de café. Luego, de varias noticias, hice un gran esfuerzo para levantarme del sofá.
Me miré en el espejo y no me lo podía creer. ¿En serio tenía unas pintas tan desastrosas?, por favor. Vale que me acabo de levantar y que no es mi mejor look tras 8 horas dormida, pero...

Suspiré y traté de que mis cansados ojos se vean bien... ¿¡A quién engaño!? Mi pelo negro, que estaba recogido con un moño, se veía horrible. Mis ojos azules, tan cansados como siempre, igual. Lo único que me gustaba de todo ese caos que veía en el espejo, era mi pijama. Sí, así es, mi pijama, que tenía muchos dibujos de mis series preferidas. Adoraba esas series.

Puede que algunas personas, que estén tocando los 25, no les importe demasiado las caricaturas que hay. No soy de esas personas. Me encantan todo lo que tenga que ver con dibujos, figuras de acción y todo lo demás, ah si, y Disney. Me fascinaba Disney.

Cuando era pequeña, me empapé de lleno en el Rey León, La sirenita, Todd y Toby, etc... Pero la que me cambió la vida, fue Mulán. Esa chica sabía lo que quería y si no lo conseguía, luchaba por ello. Que mujer, entonces vinieron más películas en las que las mujeres gobernaban la pantalla. Eso me encantaba y me prometí a mí misma que no dependería de nadie ni nada, como las protagonistas que yo veía de pequeña y así fue.

Lo malo fue que, al conseguir mi primera casa, aún me encantaba Disney, aparte de otras películas ya para adultos, claro, pero Disney... Tenía una conexión con ella, y tenía que mantenerlo en secreto, porque al parecer, mis amigos no les fascinaba mucho Disney, decían que eso era para críos y cosas así. Eso me sentía que no encajaba mucho en mi grupo de amigos, pero, en fin, que le voy hacer.

Volviendo a mi horroroso aspecto que tenía por la mañana, alguien tocó a mi puerta. - Oh genial, con las Mega pintas que llevo...- Murmuré y fui como un rayo a ponerme un abrigo. Cuando ya estaba, más o menos lista, fui a abrir la puerta.

- ¿Vive aquí la señora Cortez? - Dijo un repartidor que traía un paquete en sus sudorosas manos. Lo miré con curiosidad, ya que él estaba sofocado y al parecer, traía consigo una gorra azul que se moría por quitársela.

-Mmm... Sí, soy yo, y es señorita no señora. - Le miré con los ojos entornados.

-Oh, lo siento señorita, es que en el paquete pone "Señora Cortez". Así, tiene que firmar aquí. - Me señaló donde tenía que firmar.

-No se preocupe, además la señora Cortez es mi madre. - Le di una falsa sonrisa mientras firmaba ese dichoso formulario.

-Pues si se parece a usted, deberá ser muy guapa. - O genial, otro que intenta ligar conmigo...

- O amigo, buen intento, de verdad que sí, pero no soy a quien estás buscando. Aquí tiene. - Le entregué el portafolio.

- O pues es una pena. Es usted muy guapa, nos vemos señorita. - Se ajustó la gorra a modo de saludo y luego se fue.

Tan Solo Un RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora