t r e n t a

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Al principio no había tenido mucho tiempo de responder, se dijo “mañana le respondo”, pero el mañana se extendió muchos más días de los que él había planeado en un principio.

Para cuando se cumplió una semana, se sintió demasiado avergonzado para sólo responder cómo si nada, como si no hubiera tardado tanto en responder. Cuando estuvieron por cumplirse dos semanas, sacó el teléfono y entró al chat de Jisung, revisó todos los mensajes y de nuevo se sintió como una mierda, porque no había dejado de mandarle mensajes y él no había hecho nada más que leerlos.

—¿Otra vez releyendo sus mensajes? —preguntó Hendery, mirando a su teléfono frente a él mientras se metía arroz a la boca con los palillos.

—Sólo... No sé qué responder —bajó los hombros y suspiró. Sabía que se arrepentiría de sincerarse con él, siempre se arrepentía.

Yangyang todavía no llegaba, continuaba en la fila, todos los días se peleaba con las señoras que servían la comida porque le daban carne sabiendo que era vegetarino, por lo que  Renjun se quedaba solo con Hendery un rato, hasta que aparecía Yukhei y luego Yangyang.

Yukhei tenía una novia, o algo así, y se quedaba todos los días un rato junto a ella en su aula de clases, por lo que también llegaba tarde a la cafetería, aunque casi siempre calculaba el momento en el que Yangyang dejaba de pelearse con las señoras y era ahí dónde aparecía. Tener como única compañía a Hendery era casi tóxico, como estar a menos de dos metros de la planta nuclear de Chernóbil, él era una persona extremadamente pesimista y Renjun, aunque no era tanto como Hendery, tampoco era lo que se decía ser optimista.

—Pues di hola —Hendery se encogió de hombros. Renjun bufó y eso pareció ofenderlo—. Hey, ¿qué quieres que te diga? No es mi novio.

—Ya sé que no es tu novio —tomó un poco de arroz con sus palillos, recargando la cabeza en su mano izquierda.

—Y, por lo que parece, tampoco es el tuyo —Renjun le lanzó una mala mirada, Hendery alzó los brazos como si le hubiera apuntado con un arma—. Sólo digo lo que veo.

Renjun resopló, revolviendo la comida en su plato, sin comérsela o pretender hacerlo.

Jisung le contó muchas cosas mientras no respondió, así que Renjun no tenía idea de qué responder primero o cómo seguirle el hilo.

No estaba acostumbrado a tener conversaciones largas e importante por mensaje, él era del tipo que prefería tener a la persona enfrente, porque los mensajes se prestaban para, justamente, dejar de responder por días. Si tuviera a Jisung enfrente, habría respondido todo de inmediato.

Era difícil tratar de acostumbrarse, sobre todo porque no tenía tiempo para llamar por teléfono a Jisung o hacer videollamadas, lo único que tenían eran mensajes de texto y audios.

¡Oh, los audios! ¡Claro! ¿Cómo lo había olvidado?

Era más fácil hablar que escribir e incluso podía hacer más cosas mientras grababa un audio, como justo ahora, que estaba comiendo, así no perdería tiempo y tendría las manos desocupadas para poder comer.

Desbloqueó su teléfono de nuevo y casi le dio a “grabar audio”. Casi.

Miró a Hendery a través de las pestañas, que estaba revisando algo en su teléfono, y él lo miró de vuelta cuando sintió su mirada.

—¿Qué? —estaba masticando, Renjun entrecerró los ojos.

—Voy a grabar un audio —Hendery alzó ambas cejas—, así que no hables ni hagas ruido.

—Pero estoy comiendo —señaló su plato, Renjun suspiró.

—Bien —lo apuntó con sus palillos—, pero sólo quiero oírte masticar.

Kiss the boy ✈ Rensung/SungrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora