El objetivo del té verde siempre está mal

Capitulo 44

Yue Chu regresó con una suave sonrisa todavía en su rostro, pero cuando se giró se encontró con dos ojos escarlata, lo que hizo que se quedara ligeramente aturdido y que sus pies retrocedieran, chocando con la sólida y fría puerta de piedra.

Por suerte para los Sangre, su buena vista le permitió ver rápidamente quién estaba en la oscuridad y gritó impotente: "Padre, ¿por qué no enciendes la lámpara?".

Sólo entonces Rafa levantó la mano y encendió todas las lámparas, con un rostro pálido y frío más tranquilo de lo que a Yue Chu le hubiera gustado.

Rafa estaba muy cerca de Yue Chu, tanto que tuvo que apretarse contra la puerta de piedra para que los dos no chocaran directamente. Ni siquiera podía levantar la vista, porque la cara de Rafa estaba justo encima de la suya, y si levantaba la cabeza tocaría sus fríos labios.

Rafa no pareció darse cuenta de la proximidad de los dos y se limitó a bloquear a Yue Chu frente a la puerta, interrogándole fríamente: "¿Dónde has estado?"

Yue Chu enganchó sus dedos alrededor de la amplia manga de Rafa, que estaba bordada con un deslumbrante patrón dorado.

Sólo cuando escuchó la pregunta de Rafa contestó en voz baja: "Fui al Jardín de las Rosas a dar un paseo, y cuando regresé, me encontré con el Señor Anses, así que dije algunas palabras más".

Al ver que Yue Chu no le ocultaba nada, la cara de Rafa mejoró un poco. Alargó la mano y cogió a Yue Chu en brazos, colocándola sin esfuerzo en el hueco de su brazo, y se teletransportó al trono.

La sonrisa en la cara de Yue Chu casi se rompe, ¿qué clase de posición era ésta?

Por suerte la pose no duró mucho, Rafa lo puso en su regazo y Yue Chu pudo mantener su sonrisa.

No importa, no te molestes con un viejo Virgen que quiere ser un padre y amante a la vez.

Rafa levantó la mano, con la ira brillando en sus ojos, no hacia Yue Chu, sino hacia Anses, que era despreciable y engañaba descaradamente los sentimientos del joven Yue Chu para quitarle su afecto.

Con cuidado, quitó el anillo de zafiro del dedo de Yue Chu y lo puso en su mano, aplastándolo hasta convertirlo en un pequeño polvo.

Yue Chu lo miró con incredulidad y se movió ligeramente, con un toque de dolor en sus ojos.

Rafa lo miró y le dolió más el corazón que a él. ¿Es tan reacio a renunciar sólo a un anillo?

A pesar de la resistencia de Rafa, Yue Chu se bajó de él y se arrodilló sobre una rodilla, con voz temblorosa mientras decía: "Padre, ¿he hecho algo malo? Ese fue el anillo que me diste por primera vez, mi regalo más preciado, ¿por qué lo retiraste?"

Rafa se quedó helado, el dolor de corazón que acababa de sentir se calmó de repente, antes de recordar que era el anillo que le regaló ......

No, aunque fuera su anillo, la razón por la que Yue Chu lo quería fue porque echo de menos a Anses.

Rafa dijo con voz grave: "La razón por la que quieres esta Gema del Mar es por Anses. Tiene malas intenciones hacia ti y no merece tu cuidado".

Al pensar en esto, el corazón de Rafa se llenó de sentimientos desagradables, y un sabor amargo se extendió por su lengua, haciéndole fruncir el ceño.

Yue Chu miró con una expresión de desconcierto: "¿Cómo es posible? Si pensara así, ¿por qué habría cambiado el anillo de mi padre por el de Lord Anses? Es porque te adoro y admiro que quise quedarme tu anillo personal como recuerdo antes de irme, no tiene nada que ver con el Señor Anses".