Capitulo 34

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     Yue Chu, quien se quedó atrás en el campo de entrenamiento anteriormente, ingresó oficialmente al círculo de jóvenes nobles en la ciudad real y recibió todos los cursos y entrenamiento con ellos. El anuncio de Rafa cambió la atmósfera de toda la ciudad real, y los nobles volvieron a centrar su atención en Yue Chu y evaluaron el valor de esta sangre pura.

Ese día, casi tan pronto como se anunció el entrenamiento, Zeno giró la cabeza y se fue

La mandíbula de Rafa se tensó y le llamó con voz grave: "¡Vuelve!".

Zeno se detuvo en seco, pero no se volvió, con los puños apretados a los lados de las piernas y los ojos llenos de rebeldía. Desde el momento en que supo que Yue Chu seguía quedándose, el resentimiento en su corazón hacia su padre se disparó hasta el máximo. Su padre debería de entender que implicaba hacer esto, pero aun así permitió que Yue Chu se quedara.

Se rió fríamente en su corazón. Era una mera herramienta en la mente de su padre, que intentaba atraparlo cuando lo necesitaba, y no dudaba en encontrar a otro para reemplazarlo cuando no lo hacía.

Zeno levantó la barbilla obstinadamente, con un brillo frío en los ojos. Pero no le importaba, al infierno con los Vampiros, o su estatus de Príncipe, dejaría todo lo demás si pudiera estar con Anna.

Fei Lin y Dilla se morían de ansiedad y seguían guiñándole el ojo a Zeno, indicándole que no confrontara a Su Majestad de esa manera.

Pero Zeno se limitó a ignorarla, enderezó la espalda y se quedó ahí, orgulloso e inflexible, sin ningún atisbo de respeto, y le dio la espalda directamente a Rafa y dijo: "Me pregunto qué más tiene que decir el padre".

La rabia en los ojos de Rafa casi se desborda, sólo Zeno se atrevía a hablar tan alto delante de él, pero cualquier otro ya habría sido un maldito desastre. Había nacido en la nada, había creado la raza de los Sangre, había nacido con gran fuerza y dignidad, y no tenía ninguna ternura, salvo esa paciencia y cuidado por Zeno. Pero ahora, su corazón estaba siendo destrozado por su propio hijo.

Rafa dijo con voz grave: "¿Qué has estado haciendo en tu habitación todo este tiempo, escondiéndote en ella en cuanto terminan las clases? Todos los demás mejoran, pero tú eres el único que se estanca. Siempre te he dicho que, como príncipe de la Sangre, sólo puedes ser más fuerte y mejor que los demás para llevarlos adelante. Pero mira el aspecto que tienes ahora, ¡nadie querría someterse alguien así!"

Rafa sintió que Zeno era realmente cada vez más antipático, no sólo no reflexionaba seriamente después de su último error, sino que cada vez flojeaba más. Si no hubiera enviado también a dos Sombras de Sangre a vigilarlo, me temo que se habría ido de nuevo a alguna parte. Roots ha expresado repetidamente su descontento con la actitud despistada de Zeno en clase, y varios de los otros ancianos también han expresado su descontento porque Zeno pronto perderá el apoyo de los ancianos.

Zeno se burló, sin escuchar estas palabras. En su mente, su padre no se preocupaba por él en absoluto, salvo para exigirle que siguiera haciéndose más fuerte y que liderara a la raza sangre. Nunca le preguntó qué quería hacer con su vida, nunca se preocupó de sus pensamientos, de sus emociones, y siempre se limitó a dar órdenes desde lo alto, haciendo gala de su noble posición.

Recordó lo que Anna le había dicho, que desde el principio los Sangre sólo habían querido hacer de él una marioneta, que a los ojos de todos los demás el no era el mismo, sino sólo el "Príncipe Zeno". Tenía que hacer todo lo que le decían, no tenía necesidad de ser consciente de sí mismo.

Recordó la mirada de Ana cuando dijo esto, la suavidad de la piedad, mirándolo no como si fuera un noble príncipe, sino como un miserable.

Respondió con voz fría: "¡No es asunto tuyo!".

El objetivo del té verde siempre está malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora