Capitulo 66

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Con un fuerte estallido, de la pesada puerta de acero del laboratorio se abrió un gran agujero.

    Las inhumanas pupilas verticales de Lan Yao miraban con severidad a la gente de dentro, sus ojos escarlata eran como las pupilas rojas de una bestia iluminada por la noche, llenas de una feroz intención asesina.

    Jiang Quan, que estaba trabajando en la mesa de experimentos, se congeló ligeramente al ver que los investigadores se dispersaban y huían, y se apretó la comisura de la frente con algo de dolor de cabeza, sin entender cómo el siempre tranquilo y firme Lan Yao podía haber hecho semejante escena.

    Lan Yao lo miró fijamente, con su gran boca abierta llena de dientes afilados, y un gruñido bajo escapó de su garganta.

    "¡Trae a Mu You y a Lan Yi aquí!"

    Jiang Quan se empujó las gafas, con su rostro frío teñido de un poco de impaciencia.

    No sabía dónde estaban Mu You y Lan Yi, ambos le despreciaban y normalmente no se molestaban en decirle una palabra, así que cómo iba a saber de su paradero.

    "No sé dónde están".

    Sin embargo, antes de que pudiera terminar su frase, Jiang Quan fue apuñalado en el hombro por un tentáculo de color rojo brillante y fijado a la mesa del laboratorio. El aparato de la mesa de laboratorio emitió un resplandor eléctrico y Jiang Quan lo aplastó de nuevo por el dolor.

    Lan Yao se había irritado tanto que había perdido la cabeza, sin dar a Jiang Quan ningún espacio para replicar.

    "¡Entonces ve a buscarlos, inmediatamente!"

    Jiang Quan asintió con dificultad, el dolor de los tentáculos que se alejaban de su cuerpo le hizo morderse el labio, sus manos cayeron impotentes al suelo y se empaparon de su propia sangre, tiñendo sus dedos de rojo.

    Se puso en pie a trompicones y se dirigió hacia fuera, con los dedos rozando el panel de la puerta y dejando huellas rojas brillantes.

    Unos diez minutos después

    Mu You levantó las cejas con impaciencia, su pequeño y blanco rostro sombrío y frío, con la cara llena de descontento.

    "¿Qué pasa, tenías que llamarnos aquí. Todo el día parloteando, y cuando llega la hora de hablar, no sabes decir una palabra, ¡desperdicio!"

    Lan Yi, por otro lado, seguía siendo lo suficientemente amable como para ayudar al herido Jiang Quan a caminar despacio, como si no pudiera entender por qué Lan Yao había estallado de repente y puesto a Jiang Quan en tal estado.

    Sólo cuando entró en el laboratorio y vio el cuerpo completo de Lan Yao, Mu You levantó las cejas con interés, y Lan Yi también se congeló ligeramente.

   Mu You se acercó a él con una sonrisa, su inocente sonrisa sin embargo revelaba un fuerte sentido de malicia. Dio dos vueltas alrededor de Lan Yao, y su boca hizo un doble chasqueó.

    "Es realmente raro verte con este aspecto. Creí que preferías llevar esa piel blanca, por miedo a que los demás vieran la suciedad que hay dentro".

    "¡Cállate!"

    Una voz pesada sonó y Yuan se desprendió del cuerpo de Lan Yao, haciendo que Mu You y Lan Yi palidecieran al instante.

    El velo rojo de Yuan ya estaba extendido, flotando en el aire, hermoso pero peligroso en extremo.

    "¡¿Dónde está Yue Chu?!"

    Aquellos velos rojos se agitaban violentamente, como insidiosas serpientes, escupiendo un peligroso color escarlata, revoloteando alrededor de Mu You y los demás, listas para atacar en cualquier momento.

El objetivo del té verde siempre está malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora